US$ 73 millones dejó el carnaval ecuatoriano 2025
Según cifras del Ministerio de Turismo, el feriado generó cifras clave para la industria: 1,2 millones de viajes, un gasto turístico de US$ 73 millones y una ocupación hotelera del 45 %. ¿Qué nos dicen estos números sobre el turismo ecuatoriano?

El Carnaval 2025 ya es historia, pero sus cifras aún resuenan en el sector turístico. Con una ocupación hotelera del 45 %, el feriado confirma su relevancia para la economía nacional. Sin embargo, estos números no solo revelan la actividad turística, sino también los retos y oportunidades de la industria.

El turismo interno fue el protagonista

La ecuación del alojamiento es clara: 90 % de los turistas fueron nacionales y apenas el 10 % extranjeros. Esto subraya el papel clave del turismo interno, una tendencia que se  consolidó en los últimos años.

La tarifa promedio por noche se ubicó en US$ 65 y cada habitación fue ocupada, en promedio, por 2,2 personas. Además, la estadía fue corta: 1,1 noches en promedio, lo que refleja una tendencia de escapadas rápidas en lugar de viajes prolongados.

El impacto económico

Más allá de las estadías y ocupaciones, el número que más llama la atención es el de los 1,2 millones de viajes realizados durante el feriado. Es un dato que muestra la movilización masiva dentro del país, impulsando economías locales en destinos turísticos clave.

El gasto turístico alcanzó US$ 73 millones, una cifra significativa que alimenta sectores como la gastronomía, el transporte y el comercio. Cada dólar invertido por los turistas representa ingresos directos para miles de familias y emprendedores.

El Carnaval 2025 confirma una tendencia: el ecuatoriano sigue viajando, pero de manera más estratégica. La industria enfrenta el desafío de ofrecer experiencias más atractivas y prolongadas, tanto para locales como para extranjeros.

Las cifras del feriado dejan lecciones claras: el turismo sigue siendo un motor económico, pero aún hay espacio para crecer y fortalecer la industria. Lo que viene dependerá de la capacidad de innovación y adaptación del sector. El 2025 apenas comienza. Y el turismo ecuatoriano, con sus luces y sombras, sigue su camino. (I)