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Trump planea aplicar aranceles del 25 % a Canadá y México

Esteban Vivar

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El presidente de EE.UU., Donald Trump, reiteró su intención de imponer un arancel del 25 % a las importaciones provenientes de Canadá y México, con el 1 de febrero como fecha clave. Esta medida afectaría productos clave como gasolina, productos agrícolas y automóviles, encareciendo bienes esenciales para los consumidores estadounidenses y trastocando cadenas de suministro internacionales.

21 Enero de 2025 11.30

Desde su primer mandato, Donald Trump abogó por políticas comerciales proteccionistas. Ahora, en su segundo período como presidente de EE.UU., busca reforzar estas posturas. "La economía estadounidense ha proporcionado crecimiento y prosperidad al mundo, mientras nos gravaba a nosotros mismos", afirmó recientemente, defendiendo su decisión de aplicar aranceles significativos a sus socios comerciales más cercanos.

Según sus declaraciones, el arancel del 25 % a Canadá y México tiene como objetivo nivelar lo que considera acuerdos "blandos y patéticamente débiles" que perjudican a la economía de EE.UU. Esta política también incluye un arancel del 10 % a productos chinos, condicionado a la detención de la llegada de fentanilo desde ese país.

Los aranceles propuestos afectarían directamente a industrias clave. Estas son algunas de las más relevantes. Canadá es el principal proveedor de petróleo crudo de Estados Unidos, con un récord de 4,3 millones de barriles diarios importados en julio de 2024, según la Administración de Información Energética de EE.UU. 

Este crudo se utiliza para producir gasolina y aceite de calefacción, elementos esenciales para los consumidores. Sin embargo, según expertos, no se puede procesar otro petróleo de la noche a la mañana. Tomaría inversiones y años.

Aunque Trump sugirió aumentar las concesiones para la producción local, la transición sería lenta y costosa, dejando a los consumidores expuestos a precios más altos en el corto plazo.

En otro ámbito, México es un socio crítico para el suministro agrícola de Estados Unidos, especialmente a medida que el cambio climático afecta las condiciones de cultivo locales. En 2022, EE.UU. importó productos agrícolas de México por un valor de US$ 44.100 millones, equivalente al 20 % del total de importaciones agrícolas estadounidenses.

El caso del aguacate es emblemático: el 90 % de los aguacates consumidos en EE.UU. provienen de México. Un arancel del 25 % podría encarecer notablemente este y otros productos esenciales, afectando tanto a los consumidores como a sectores como la restauración.

México también es un pilar en la industria automotriz de EE.UU., exportando vehículos por un valor de US$ 130.000 millones el año pasado, según datos de las Naciones Unidas. Marcas como General Motors, Ford y Stellantis dependen de fábricas mexicanas para reducir costos. Sin embargo, con la imposición de aranceles, el precio de producción y, en consecuencia, el costo para los consumidores, podría dispararse.

Funcionarios canadienses aseguraron que mantendrán sus esfuerzos por destacar ante sus contrapartes estadounidenses los beneficios del comercio bilateral, que hace un año alcanzó un estimado de US$ 909.000 millones. En línea con este compromiso, en diciembre Canadá anunció un plan para reforzar la seguridad en su frontera con Estados Unidos, con una inversión de US$ 900 millones. Las medidas incluyen la implementación de vigilancia avanzada y la creación de una fuerza de ataque conjunta destinada a combatir el crimen organizado transnacional.

Las medidas propuestas por Trump no solo podrían impactar directamente el bolsillo de los estadounidenses, sino también alterar profundamente las cadenas de suministro de sectores clave. Aunque el presidente defiende que estas políticas devolverán empleos y producción al país, expertos señalan que las implicaciones económicas a corto plazo podrían ser significativas.

Para los consumidores, los efectos serían tangibles: desde gasolina más cara hasta aumentos en los precios de alimentos y vehículos. A medida que se acerca la fecha del primero de febrero, la atención se centra en las posibles negociaciones entre los tres países y el impacto que estas medidas puedan tener en sus economías interdependientes. (I)

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