Las complicaciones por el Covid-19 no solo afectaron a la salud de miles de personas, sino también dejó a una economía fracturada. Varios sectores se han visto impactados, ante los costos elevados que las clínicas privadas exigen por los tratamientos contra esta enfermedad.
Esta situación provocó que las personas que superaron la enfermedad o que, en el peor de los casos, perdieron familiares, se quedaron con deudas o tuvieron que vender sus propiedades para solventar las cuentas que, en ciertos casos, superan los US$ 70.000.
José Alvear Campodónico, gerente General de Seguros Medi, lamenta que la anterior administración gubernamental, especialmente desde el Ministerio de Salud, no se ejercieran los controles debidos en este ámbito. “Toda esa negligencia generó consecuencias, donde hay un grupo de ecuatorianos que estamos pagando los platos rotos”, señala.
Asegura que estas falencias se deben a la no aplicación del tarifario nacional de costos, que establece los valores a los que las clínicas privadas deben regirse para realizar sus cobros, además a la inclusión del sector de las empresas de prepagas médicas fueron incluidas en la Ley de Apoyo Humanitario, que estableció la cobertura de servicios médicos ante una pandemia.
“El giro de nuestro negocio es calcular un riesgo, no asumir un hecho cierto. Entonces, partiendo de esta base, cuando viene un Gobierno que desconoce y nos obliga a cubrir esto, ya nos genera un desfase económico y una fractura terrible”, añade Alvear Campodónico, manifestando que el monto que las empresas de prepagas médicas han pagado desde el 2020, cuando inició la pandemia hasta la fecha, es superior a los US$ 70 millones, que estaban fuera de sus cálculos.
“No había un presupuesto para pandemias, ninguna compañía en el mundo cubre pandemias. Estas son políticas que directamente determina el Estado, no hay nunca presupuesto porque en una pandemia no se calcula una posibilidad, sino un hecho cierto. Una compañía de seguros gira en función de cubrir un riesgo, una posibilidad”, manifiesta Alvear Campodónico.
¿Por qué se dieron los excesivos costos en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de las clínicas privadas? Se compararon los valores base contemplados en el tarifario nacional en varios rubros que se generan en una hospitalización, frente a lo que cubra una clínica privada.
Por ejemplo, en el caso del oxígeno, una clínica privada puede llegar a cobrar US$ 70, a pesar de que el tarifario nacional establece que el valor debe ser US$ 0,01 por litro/minuto, calculado según el flujo de oxígeno y su tiempo de mantenimiento.
En el caso de la estadía, medicinas e insumos como monitor, bomba, ventilador, entre otros, una clínica privada llega a cobrar, en una UCI, cerca de US$ 443 por día, cuando el tarifario establece que su costo debería ser de US$ 256 y los precios de los fármacos están regulados, de acuerdo con el Cuadro Nacional de Medicamentos Básicos.
Si se contabilizan otros valores como el derecho de admisión a una clínica, más todo lo anotado previamente, los incrementos en las facturas de los pacientes que fueron atendidos en UCI llegan a ser el doble, o incluso el triple de lo establecido en el tarifario. “Aquí no hay un grupo que esté siendo solidario, hay un grupo que está lucrando”, destaca Alvear Campodónico.
Expresó además su inconformidad con el tráfico de medicinas que son esenciales en el tratamiento para el Covid-19, como la Actemra, que en el mercado negro llegó a comercializarse hasta encima de los US$ 1.000.
“Hubo complicidad en el anterior Gobierno, porque campeó la corrupción. Se robaban las medicinas, la vendían a través de ciertos canales para elevar su valor cuatro veces más alto. Si no hubiéramos tenido un Gobierno tan corrupto y negligente, con instituciones deficientes, quizá esto se hubiera podido controlar”.
No solo las empresas de prepagas médicas y las familias que padecen los excesivos costos de las clínicas privadas son los únicos grupos que se han visto afectados en el contexto de la pandemia. Otros rostros de la pandemia fueron los 175 médicos que estuvieron primera línea enfermó de Covid y lamentablemente fallecieron. Sus familiares, los otros rostros de esta tragedia, también son parte de los sectores afectados al no solo perder a sus seres queridos, sino que se han quedado sin un sustento económico y endeudados.
“¿Qué pasa con aquellos que al principio mandaron a primera línea a combatir el Covid, sin los debidos protocolos y murieron? Sus familias, al buscar una indemnización, una ayuda de las autoridades, hasta ahora no consiguen nada” dice Alvear Campodónico.
En este tema, añade que el Gobierno debe hacerse cargo del daño colateral en todos los sectores afectados “El Municipio de Guayaquil les hizo llegar un diploma de cartón que dice 'Héroe nacional' y US$ 200, a diferencia del Gobierno que hasta ahora no se solidariza con los afectados, ni atiende sus peticiones. Eso es una falta de respeto”.
Hace un llamado de atención al Gobierno del presidente Guillermo Lasso, en buscar los métodos para ayudar a estos sectores, esto con base en el enfoque de reactivación que tiene el régimen tras los logros del plan de vacunación.
“El Gobierno no puede pensar que ya lo logró porque nos vacunó. Lo que ahora tienen que hacer es sacar de la quiebra a las familias ecuatorianas, que vendieron todo y en muchos de los casos perdieron un familiar y lo material. Parte de reactivar económicamente este país es saber qué pasó con esta gente que está quebrada”, sentencia Alvear Campodónico.
Para esto, ya tuvieron un primer acercamiento con la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional, para exponer este problema. “Hablamos con el asesor jurídico del Dr. Marcos Molina, su presidente, quien nos ha pedido hacer llegar una carta donde se integren los tres grupos afectados. Los familiares de los médicos fallecidos han pedido una indemnización de US$ 500.000”.
Una vez que pase este primer filtro en el Legislativo, el siguiente paso será conversar con el Ministerio de Salud y su actual titular, Ximena Garzón. Lo que se intenta es obtener una respuesta diligente ante esta tragedia. (P)