Vengan todos a Qatar, son bienvenidos y no tienen nada que temer. Esa es la invitación que hace el gobierno del pequeño emirato en el Golfo Pérsico a tantos y tantos que lo siguen mirando con desconfianza. ¿No es un país violador de los derechos humanos? ¿No mantiene acaso la ilegalidad de la homosexualidad? ¿No es Qatar un lugar de calor imposible y nula tradición futbolística?
Calma, dice la FIFA, que este viernes tendrá la hoja de ruta del Mundial, con el sorteo que se celebrará en el Centro de Convenciones y Exposiciones de Doha. Una FIFA que en 2015 quedó nocaut por un escándalo de corrupción, el FIFAGate, en el que la elección de Qatar como sede fue parte del problema, pero que ahora sueña con la revancha. Gianni Infantino, su presidente, cree que el de Qatar 2022 puede ser el mejor Mundial de todos los tiempos.
Este viernes, con el sorteo a las 19:00 (11:00 de Ecuador), el Mundial tendrá ya rostro y hoja de ruta, aunque aún resta saber el nombre de tres participantes, los ganadores de una serie de partidos que se jugarán en junio.
"Esta va a ser una Copa del Mundo única, no vamos a volver a tener esto en el futuro, ocho estadios en un radio de apenas 50 kilómetros", destacó este jueves Gianni Infantino en el cierre del 72 Congreso de la FIFA, que tuvo la suspensión de Rusia como uno de los debates antes de que Lise Klaveness, presidenta de la Federación Noruega de Fútbol, cambiara los ánimos con un discurso apasionado y crítico hacia Qatar y la propia FIFA.
"Los hinchas van a poder ver más de un partido por día, y las selecciones no tendrán que viajar. Y los jugadores, en noviembre y diciembre van a estar en el pico de su rendimiento, espero que pueda ser el mejor mundial de la historia", insistió en destacar Infantino a lo largo del encuentro.
Con estadios de un confort y tecnología nunca antes vistos, con la posibilidad de asistir hasta tres partidos en un mismo día, con hoteles y alojamientos de alto nivel, la pregunta es por qué sobre Qatar 2022 sigue flotando una mala imagen. ¿Por el calor extremo? Sí, en junio y julio, por eso el Mundial se jugará del 21 de noviembre al 18 de diciembre, cuando en las noches puede hacer incluso cierto frío. Qatar, al fin y al cabo, es sobre todo un inmenso desierto.
El talón de Aquiles de Qatar y de la FIFA es la situación de los derechos humanos en el país, donde los estadios fueron construidos al costo de… ¿Cuántas vidas?
La última cifra data de febrero de 2021, cuando un grupo de medios europeos concluyó en que más de 6.500 inmigrantes murieron desde que, en diciembre de 2010, Qatar ganó la sede del Mundial de 2022.
Las cifras, sin embargo, son mayores. La de 6.500 sólo contempla inmigrantes de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka. Faltan datos de los filipinos y kenianos, que aportan una gran cantidad de trabajadores en Qatar. Y faltan, también, los datos de los últimos meses de 2020 hasta hoy.
Qatar es desde hace más de una década un país en construcción. Literalmente. Se construyeron siete nuevos estadios, un aeropuerto casi nuevo, hoteles, autopistas, redes de transporte público… Y la construcción sigue: Doha está hoy repleta de grúas y calles cerradas. Doha huele a cemento.
¿Llegarán a tiempo? "Sí. Y lo que no se haya terminado será hermosamente decorado para que no moleste y quede bien a la vista", dijo a Forbes un residente de Doha que sigue desde hace años la evolución de la ciudad.
Es en ese contexto, que se produjo la inesperada intervención de Klaveness, que tocó el tema de la explotación laboral, pero sumó varios otros asuntos.}
"Nuestro juego puede inspirar sueños y romper barreras, pero como líderes debemos hacer las cosas bien y con los más altos estándares", dijo Klaveness, ex jugadora de la selección noruega. "No podemos ignorar los llamamientos al cambio, y la forma en que la FIFA dirige el juego tiene mucho que decir sobre cómo se percibe el juego. La FIFA debe actuar como un modelo a seguir".
Los asistentes al congreso, representantes de más de 200 países, además de las seis confederaciones continentales, se movieron en sus asientos.
"En 2010, la FIFA concedió los Mundiales de forma inaceptable y con consecuencias inaceptables. Los derechos humanos, la igualdad y la democracia -los intereses fundamentales del fútbol- no estaban en el once inicial. Estos derechos básicos fueron presionados en el campo como suplentes, principalmente por voces externas. La FIFA ha abordado estas cuestiones, pero aún queda mucho camino por recorrer".
"La FIFA, todos nosotros, debemos tomar todas las medidas para aplicar el cambio. Es vital que los actuales dirigentes continúen de manera incondicional en este camino. No hay lugar para empresarios que no garanticen la seguridad de los trabajadores, no hay lugar para anfitriones que no puedan recibir un torneo femenino, que no puedan garantizar legalmente la seguridad y el respeto de las personas LGBTQ+ que acuden a este teatro de los sueños. Me temo que nuestros estadios estarán vacíos en el futuro si pasamos por alto la urgencia del momento".
El de Qatar 2022 es toda una prueba para Infantino, que viene ya de un Mundial en un país autoritario -Rusia 2018- y necesita mostrar progresos en ese sentido. El suizo-italiano está convencido de que Qatar ha dado grandes pasos.
"El sistema kafala fue abolido, se introdujo un salario mínimo y reglas por calor extremo. Hay que reconocer que el trabajo que se ha hecho es ejemplar, en seis años se ha hecho el trabajo de décadas", aseguró el presidente de la FIFA, consciente de que el negocio del fútbol ya no resiste la indiferencia hacia cuestiones de derechos humanos y respeto a las minorías, aunque Klaverness dio claramente a entender que no, que Infantino aún no lo entiende.
"Claro que no es el paraíso, pero ningún país es el paraíso", añadió el máximo responsable del fútbol mundial acerca de Qatar.
¿A qué se refiere Infantino cuando habla del "sistema kafala"? Se trata de los permisos de trabajo para inmigrantes en los países del mundo árabe y musulmán. El empleador es "responsable" de esos trabajadores, pero esa responsabilidad es excesiva, prácticamente se transforma en sus dueños. Se queda con sus pasaportes y decide sobre su futuro. Entretanto, el empleado trabaja a destajo y vive en condiciones infrahumanas. Y en no pocas ocasiones muere.
Esto es una parte importante de lo que empaña desde siempre la imagen de Qatar, y esto es lo que Infantino asegura que el Mundial está ayudando a cambiar.
"Necesitamos oportunidades para unir al mundo, en especial en momentos como este, y la Copa del Mundo une. Será el primer Mundial en el mundo árabe. En Occidente, de donde vengo, hay ciertas impresiones sobre el mundo árabe. Este Mundial es una oportunidad de demostrar que aquí vive gente, que puedes venir y sentirte seguro. Claro que tenemos algunas ideas y valores diferentes, pero podemos vivir juntos. Es una gran oportunidad para el mundo árabe".
¿Qué tradición futbolística tiene Qatar? "Nadie es dueño de la pelota, la pelota es de todos", zanja el presidente.
Es lo que en cierto modo dice también Joyce Cook, jefa de responsabilidad social y educación de la FIFA, que asegura que la comunidad LGTBIQ+ no tiene que mirar con temor a Qatar, pese a que en el país del Mundial la homosexualidad es ilegal. "Estamos trabajando con un grupo de organizaciones en función del Mundial", dijo Cook en un video oficial de la FIFA.
Klaveness cree que no, que no se hace lo suficiente.
En ese mismo video, Hassan Al-Thawadi, secretario general de la comisión de legado del gobierno qatarí, admitió que su país necesita aún cambiar cosas importantes.
"Reconocemos que había problemas (...). Lo importante para mi es que creemos lazos perdurables con gente de todo tipo, más importante incluso que el Mundial. Reconocer que hay diferencias, pero que también tenemos algo en común, nuestra humanidad".
Pero eso fue en el video, cuidadosamente preparado y editado: en el mundo real, Al-Thawadi tomó de muy mala manera las críticas de Klaveness.
Tras referirse a "12 años de trabajo continuo… dedicados a garantizar que este torneo deje un legado social, humano, económico y medioambiental verdaderamente transformador para el recuerdo", el jeque qatarí le habló directamente a la dirigente noruega.
"Me gustaría expresar una decepción. La presidenta visitó nuestro país y no solicitó una reunión. No intentó dialogar antes de dirigirse hoy al Congreso. Siempre hemos estado abiertos al diálogo, siempre hemos recibido las críticas constructivas. Siempre hemos tenido las puertas abiertas para cualquiera que quiera entender los temas, que quiera educarse antes de emitir cualquier juicio".
Según el diario británico "The Guardian", Klaveness habló sobre el tema con Al-Thawadi durante una visita al país como parte de un grupo de trabajo de la UEFA. (I)