Que si juega con más extranjeros que nacionales. Que si su dirigencia, a veces, es cuestionada. Que si su hinchada es pequeña. Los infaltables 'que sis' de cierta naturaleza humana incapaz de alegrarse y reconocer que algo bueno se debe estar haciendo cuando los éxitos empiezan a llegar. El 28 de febrero de 2023 -año bisiesto, de paso- el Independiente del Valle (IDV) bordó una nueva estrella en su camiseta de logros, tras vencer en la tanda de penaltis al, hasta ahora, todopoderoso Flamengo, en un Maracaná envuelto de esa energía contagiosa de victoria carnavalezca. Un triunfo grande, valiente, ecuatoriano, en un terreno difícil, de euforia rojinegra en las gradas, con lluvia y desprecio de los Vidal y los Gabigol incluidos.
Intenté llegar a casa puntual para ver el partido desde el inicio. Pero el tráfico de Quito es un elemento con el que hay que contar a la hora de hacer cálculos de tiempos y distancias. Lo olvidé y pude recién acomodarme frente al televisor para el segundo tiempo. Lo sufrí, minuto a minuto, porque parecía que pasaban a velocidad de babosa -no Barbosa-. Eternos 44 minutos. Y en la última jugada del partido, con la recopa en la mano y con el grito de victoria en la epiglotis, todo se vino abajo. Treinta minutos más de juego. Les soy sincero, como todo típico hincha ecuatoriano, no creí en la gesta.¡El maldito pesimismo que suele poseer a quienes vivimos por años, hace años, de estrepitosas goleadas fuera de casa! Pero, por supuesto, me subí a la camioneta cuando entró el último penal. Agrio, tortillas y hornado, Independiente es un tornado.
Soy hincha de El Nacional, mitad romántico de que sigan siendo 'puros criollos', mitad realista de que para competir a gran nivel hace falta o una 'ayuda' foránea o un proyecto que refuerce que estamos a la altura de quien quiera. Y esa es una de las cosas más importantes que ha logrado Independiente en estos años: hacernos sentir que, poco a poco, ya no somos 'matagigantes', sino gigantes compitiendo como iguales. Anoche, casi todos, fuimos rayados y empujamos todos los tiros de la tanda. Hoy, aunque volvemos a lucir cada quien nuestras propias camisetas, sabemos que allá en el Valle de Los Chillos tenemos sembrado un pedacito de nuestro corazón.
Tal como dice Sebastián Machado en su análisis en Olé, el 'Mereces lo que Sueñas' describe a la perfección el camino de este club, a la vez que nos genera expectativa y orgullo al ver la bandera ecuatoriana... Nos permite que Ecuador esté presente en las tertulias deportivas de toda Sudamérica. Es claro que el camino de IDV consigue mejores réditos. Entonces, ¿por qué no seguir este camino? ¿Por qué no es viable para los equipos grandes reestructurar su proyecto? Seguramente, la primera respuesta que viene a su cabeza refiere a la presión de uno en comparación a los otros. Esa que decimos que Independiente no tiene, que le falta, que cambiaría la historia. La presión que no vende jugadores con tres meses en Primera. La presión no te permite clasificar a la siguiente fase. La presión no te hace un modelo en la región. Parece ser más un problema de tiempo, tiempo que Independiente del Valle les ganó a sus rivales. Porque el tiempo no es requisito cuando un chico va detrás de sus sueños y sabe que en Independiente pueden hacerse realidad, porque tiempo es lo que el club les invierte. IDV le gana al tiempo constantemente. Cuando sin llegar a Primera, sus futbolistas ya acumulan varios torneos internacionales. Cuando después de tres semanas en el primer equipo, la maleta debe estar lista para ser fichado. Le gana al tiempo cuando se salta al abuelo, luego al padre y llega directo al corazón de un hincha niño, que justo de tiempos no sabe, y menos de grandezas. Solo sabe que en este tiempo, el equipo de los sueños se llama Independiente.
Por su parte, Leandro Rodríguez, jefe de redacción de Bitbol, señala que, una vez más, IDV dio un golpe al fútbol sudamericano. El equipo ecuatoriano volvió a hacer historia. Para el fútbol ecuatoriano es una continuidad de lo realizado en los últimos años y muestra que IDV, hoy por hoy, está entre los mejores clubes del continente.
Y Martín Barylko, del Popular de Argentina, coincide en ello. Independiente del Valle volvió a hacer historia ante Flamengo, agigantó más su historia, una historia que ya es de club grande, como soñó que sea algún día la institución su fundador, José Terán. 'Pepe', quien era el conserje del Municipio de Sangolquí y zapatero, fundó el club en 1958 junto con un grupo de amigos conformado por carpinteros, sastres y zapateros. Los colores y el escudo originales estaban inspirados en Independiente, ya que Terán se había hecho fan del club del cuál seguía su campaña por la revista El Gráfico. Terán fue el primer presidente del club, además de jugador y capitán del equipo. Soñaba con que algún día el Club Deportivo Independiente, denominado así en ese entonces, sea un grande. Lamentablemente, en 1975, con el club en categorías amateurs, falleció debido a una peritonitis. En su honor sus amigos cambiaron el nombre del club a Independiente José Terán en 1977. En 2014, pasó a llamarse Club Especializado de Alto Rendimiento Independiente del Valle, su nombre actual.
Y hasta la FIFA reconoce lo logrado por el equipo ecuatoriano. En un conmovedor documental de 1 hora y 40 minutos, llamado Contragolpe, el organismo relata una parte de la historia del IDV. Y la sintetiza así: El 16 de abril de 2016, Ecuador sufrió una de las catástrofes más devastadoras de su historia, cuando un terremoto sacudió la costa del país. En Independiente del Valle, un pequeño club del Valle de los Chillos, se les ocurre una idea: donar todas las entradas del partido que puedan afrontar por Copa Libertadores. El fútbol, por un momento, se ve potenciado por un espíritu que lo acerca al ámbito del puro juego. Cuando golpea la tragedia, un club muestra cómo la unión puede servir para superar cualquier obstáculo.
Vivo en el Valle de Los Chillos. Todavía no conozco, por dentro, el estadio del IDV. Y aún no acepto las invitaciones de algunos vecinos cuando hay algún partido. Pero estoy casi seguro que en la final de la Copa Libertadores ahí estaré (anulo mufa) alentando a que otra estrella nos alumbre desde Chillo Jijón. (O)