La herencia del papa Francisco asciende a US$ 100, un símbolo de austeridad en una Iglesia millonaria
El pontífice argentino, crítico del lujo y del poder económico, falleció dejando un patrimonio personal de apenas US$ 100. Mientras el Vaticano gestiona miles de millones en activos, Francisco eligió vivir, y morir, en la simplicidad.

El papa Francisco, fallecido el pasado lunes en el Vaticano, dejó tras de sí no solo un pontificado marcado por la humildad y la reforma, sino también una herencia económica sorprendentemente modesta: según el portal especializado Celebrity Net Worth, su patrimonio personal, al momento de su muerte, era de apenas US$ 100.

Jorge Mario Bergoglio, el primer papa latinoamericano y el primer pontífice no europeo en más de doce siglos, renunció a los privilegios económicos tradicionales del cargo. Durante sus más de diez años al frente de la Iglesia Católica, no percibió salario alguno, a diferencia de otros altos funcionarios vaticanos, cuyos ingresos mensuales oscilan entre US$ 4.700 y US$ 5.900.

Este dato económico cobra especial relevancia al considerar que el Vaticano administra activos que, según estimaciones del Consejo de Economía de la Santa Sede, oscilan entre los US$ 4.000 millones y US$ 5.000 millones, incluyendo propiedades inmobiliarias, inversiones financieras y fondos internacionales. En este contexto, la renuncia de Francisco a cualquier acumulación personal se presenta como un gesto radical.

Desde el inicio de su pontificado en marzo de 2013, Francisco promovió una visión de "Iglesia pobre para los pobres". Rechazó el uso del Palacio Apostólico como residencia personal y optó por vivir en la Casa Santa Marta, un alojamiento mucho más modesto. Viajaba en vehículos comunes y simplificó el protocolo papal, incluso eliminando símbolos de ostentación como el anillo de oro, que sustituyó por uno de plata.

Su enfoque no fue solo personal. Francisco impulsó auditorías internas, denunció la corrupción dentro del Vaticano y presionó por una mayor transparencia financiera. En 2021, por ejemplo, aprobó reformas que obligaron a los cardenales a declarar su patrimonio y prohibió que recibieran regalos de alto valor.

El funeral de Francisco se llevará a cabo en el Vaticano, con el féretro expuesto desde este miércoles hasta el hoy en la Basílica de San Pedro. Aunque los horarios de visita se extendieron para facilitar la afluencia de fieles, la atención está puesta en quiénes participarán: personas en situación de calle, inmigrantes, presos y miembros de la comunidad LGBTIQ+ tendrán un lugar destacado. Para Francisco, su verdadera "herencia" fue siempre esa: estar al lado de los más vulnerables.

En Ecuador, el impacto de su figura también fue significativo. Su mensaje de austeridad resonó en una región marcada por desigualdades económicas. La muerte de Francisco deja abierta una incómoda pregunta: ¿es posible ejercer liderazgo mundial sin riqueza personal? Él lo intentó y su herencia (simbólica y material) es prueba de ello. (I)