La autora de la matanza en una escuela de Nashville, Estados Unidos, que terminó con tres niños y tres adultos asesinados, envió un mensaje de despedida en el que avisaba que probablemente fuera su último día de vida, aunque no explicó los motivos por los que planeaba abrir fuego en su antiguo colegio, informaron fuentes policiales.
"Esto es básicamente una nota de despedida. Espero morir hoy. Probablemente, sabrás de mí después de que muera", refirió la mujer trans de 28 años en la nota que le dejó a su compañera de básquet, Averianna Patton, a las 9.57 de la mañana, minutos antes de cometer la masacre.
"Este es mi último adiós, los amo. Nos volveremos a ver en otra vida", agregó Hale, según reprodujo la agencia de noticias ANSA.
Hale, oriunda de Nashville, tenía un mapa detallado de la Escuela Covenant y disparó a través de una puerta cerrada para entrar al edificio, antes de matar a tres estudiantes y a tres miembros del personal, según el Departamento de Policía Metropolitano de esa ciudad.
En la búsqueda de un motivo, el jefe policial de la policía metropolitana de Nashville, John Drake declaró a la cadena NBC News que “existe cierta convicción de que hubo algún resentimiento por tener que haber ido a esa escuela".
"Apuntó a estudiantes al azar… cualquiera con quien se haya cruzado le disparó", agregó.
De acuerdo con The New York Times, la escuela fue fundada por la Covenant Presbyterian Church, una iglesia que pertenece a una confesión conservadora.
En una breve entrevista telefónica con la cadena televisiva ABC News, la madre de Hale, Norma Hale, se limitó a decir: "Es muy, muy difícil este momento…".
"Todavía no hemos podido determinar un motivo. La investigación todavía está en curso", añadió Drake en una entrevista con ABC News.
Los niños asesinados fueron identificados como Evelyn Dieckhaus, Hallie Scruggs y William Kinney, todos de 9 años. Los adultos eran la profesora sustituta de 61 años Cynthia Peak, el custodio de 61 años Mike Hill y la directora de la escuela, Katherine Koonce, de 60 años, según la policía.
La autora de los disparos fue abatida en el vestíbulo del segundo piso del establecimiento, unos 14 minutos después de la primera llamada al servicio de urgencias 911, en un accionar policial que fue muy elogiado por el propio presidente Joe Biden.
Hale estaba armada con al menos dos rifles de asalto, así como una pistola. Al menos dos de esas armas se compraron legalmente, dijo la policía.
Los investigadores también registraron la casa de la acusada, donde incautaron "una escopeta aserrada, una segunda escopeta y otras pruebas", según un comunicado de prensa de la fuerza local.
La Escuela Covenant recibe estudiantes desde preescolar hasta sexto grado. Hay alrededor de 209 estudiantes y de 40 a 50 miembros del personal.
Los ataques en escuelas se volvieron frecuentes en Estados Unidos, en parte por la facilidad de acceso al mercado de las armas, pese a varias iniciativas para restringir justamente el porte.
Desde el 1° de enero se registraron en Estados Unidos 131 tiroteos masivos y 4.245 murieron en estos ataques, incluidos 59 niños de menos de 12 años, según la ONG Gun Violence Archive (GVA).
El número de personas que cometió suicidio con armas de fuego desde principios de año llegó a 5.742, según los datos recogidos por la agencia Sputnik.
Desde principios de año 7.487 personas resultaron heridas por la violencia armada, incluidos 129 niños de 0 a 11 años.
Según los datos de GVA, en 2022 se registraron un total de 647 tiroteos masivos.
Biden, al igual que anoche cuando se declaró compungido por la tragedia, reiteró hoy que hizo "todo lo posible" en materia ejecutiva para legislar contra la violencia armada, y que "ya todo depende del Congreso", del que sentenció que no puede "hacer hacer nada, excepto suplicarle".
No puedo hacer nada excepto suplicar al Congreso que actúe razonablemente", expresó el gobernante demócrata a su salida de la Casa Blanca para dirigirse a Carolina del Norte. "He hecho todo lo posible a través del Poder Ejecutivo, todo lo que estaba relacionado con las armas. Al Congreso le toca actuar", insistió el dignatario, citado por la agencia de noticias Europa Press.
"La mayoría de los estadounidenses piensa que tener armas de asalto es extraño, es una idea loca. Están en contra así que creo que el Congreso podría aprobar la prohibición de armas de asalto", añadió Biden, quien tiene previsto viajar a Nashville.
Hasta el momento, a través de ordenes ejecutivas, Biden ha legislado para dotar de mayores medios la Policía, a los programas de intervención, reforzar el almacenamiento de armas de fuego y contra la denominadas 'armas fantasmas', pistolas sin registro que pueden ser montadas en media hora en casa.
Por su parte, los principales líderes demócratas de la Cámara de Representantes reprocharon a sus colegas republicanos por las trabas que están poniendo para abortar cada una de las propuestas legislativas con las que pretenden tratar el ya endémico problema con la violencia armada en Estados Unidos. Mientras tanto, los republicanos insisten en que prohibir los rifles de asalto, armas con las que en la mayoría de los casos se perpetran este tipo de ataques, no es una opción.
En 2018, una matanza en un colegio de educación secundaria de Parkland, en Florida, que dejó 17 muertos y 14 heridos, desencadenó un movimiento nacional, encabezado por jóvenes, para exigir una supervisión más estricta de las armas en el país.
Pese a la movilización de más de un millón de manifestantes, el Congreso no adoptó una ley ambiciosa porque muchos congresistas aparecen muy influenciados por la Asociación Nacional del Rifle (NRA), un grupo de presión sobre armas.