¿Cuál es la visión que tiene José Alvear Campodónico sobre el Ecuador del futuro?
Desde que el Ecuador retornó a la democracia, este país se ha venido construyendo en “democracia”, con aciertos y desaciertos y hoy tras una sumatoria de malas políticas públicas, politización, confrontación de poderes , vacíos en la estructura jurídica que ni la Constitución de Montecristi nos ha salvado. Mi visión de un nuevo Ecuador debe centrarse en dos conceptos: liberal y libertario, donde se busca finiquitar a la actual y tradicional casta de políticos que vienen figurando desde la nueva democracia en el 80.
¿De qué manera el Ecuador puede ampliar sus fronteras para atraer mayor inversión extranjera?
Primero, el Ecuador debe cambiar su estructura mental y saber que el Estado no puede seguir siendo un salvavidas o un seguro para todo los fracasos. El Estado debe dejar su rol paternalista por un lado e intervencionista por el otro, cuando se trata de querer meter mano al dinero que cada individuo genera. Y una vez que depure sus estructuras, se puede trabajar en reglas claras en el marco de un sistema jurídico sólido, que genere garantías a quienes deseen traer inversión al país.
Un sistema que no elija a dedo a las empresas que de buena fe quieren venir a generar trabajo con sus capitales y que además también les defina cómo deben manejarse con los conceptos de contratación laboral, responsabilidad social y demás compromisos contractuales de nuestra sistema de inversión. El Estado debe generar las condiciones para dar estabilidad y la certeza de que somos realmente un país que abre sus puertas a la inversión extranjera.
¿Qué incentivos debería promover el Estado para el desarrollo de la producción local?
Los mayores incentivos que deben existir para que un país se desarrolle económicamente son el respeto, la libertad, la justicia, las condiciones para ser productivos y competitivos, el respeto a la propiedad privada, el impulso al libre mercado, a la libre competencia. Es fundamental quitar o reducir impuestos y aranceles, crear nuevas modalidades para contratar personas.
Hay que quitarle el miedo al empresario de contratar gente y generar nuevas plazas de trabajo sin que “la cura sea más cara que la enfermedad por las actuales leyes laborales”. Bajo un concepto virtuoso, las ideas libertarias son compatibles con la división del trabajo y la cooperación social. Es decir, si un hombre estira un cable, otro lo endereza, el tercero lo corta y un cuarto hace la punta, todos son parte de un proceso y perciben de acuerdo a lo que generan a lo que aportan volviéndose un sistema justo y generando una estructura más fuerte y disciplinada, en dónde se genera ahorro, capital.
La propiedad privada y el libre mercado suelen ir de la mano para lograr el desarrollo económico de una nación. ¿Cuál cree usted que debe ser la herramienta principal para que esta afirmación sea una realidad en nuestro país?
El Estado ecuatoriano ha basado sus extremos gastos en una única receta y esta es una política fiscalista que se centra en aumentar impuestos, segmentando las clases sociales. Esto en nuestro país ha generado evasión, ha desvirtuado el concepto de recaudación que en otros países funcionan porque la población o ciudadanos tienen la reversión o retribución de los impuestos que pagan.
Aquí la herramienta debe basarse en el respeto de lo que cada ecuatoriano produce, en un marco de igualdad de oportunidades. El Estado debe darnos el marco regulador de lo que se quiere potencializar como actividades productivas y el resto debe ser parte del esfuerzo de cada uno.
¿Cuál debe ser el pilar fundamental para lograr un cambio en los aspectos económicos y de inversiones en nuestro país?
Un adecuado marco legal que garantice la seriedad de nuestro país y un marco de beneficios para quien invierte su capital en Ecuador sin olvidar, a la par, generar beneficios en cuanto a oportunidades de trabajo a los ecuatorianos.
¿Cómo podríamos reducir la brecha social y económica que afecta día a día a las familias ecuatorianas?
Con igualdad de oportunidades y conciencia a la hora de generar nuestra actividad productiva. Es decir, si estamos en una relación de dependencia, trabajar cumpliendo metas, si tenemos que emprender, demandar facilidades de los gobiernos seccionales o entidades reguladoras, para que exista una simplificación de trámites que estancan los procesos productivos y comerciales, además créditos para poder proyectarnos en un crecimiento sostenido de nuestros quehaceres económicos.
Hay que emprender pero para generar riqueza y sino hay que crear condiciones para que los grandes capitales sean los generadores de trabajo a gran escala. El Ecuador solo necesita producir y producir y eliminar una gran amenaza, que es la corrupción que se da a nivel público o privado. Solo con trabajo y una estructura viabilizadora del Estado, podremos reducir la brecha más que social económica. Se debe trabajar en que el ciudadano tenga más dinero en sus bolsillos para generar la virtuosidad del circulo económico.
Como sociedad, ¿qué debemos hacer para contribuir a las mejoras del Estado y que existan oportunidades de desarrollo para todos?
En lo primero que debemos trabajar es en despertar ese deseo en los ciudadanos de querer ser libres, tratados con justicia y que se sientan productivos. Si hay individuos en una sociedad que no están limitados sino libres para crear, se podrá hacer cambios no solo en la estructura del Estado, sino de manera particular.
Cuándo un ciudadano goza de esa libertad para elegir, libertad para obtener y conservar los frutos de su trabajo y a medida que reconoce, que su recompensa depende de su esfuerzo, entonces en ese momento se va a esmerar por querer ser más productivo y competitivo. Esa es la esencia del motor de cualquier sociedad, sumado a una mejor educación, mayor tecnología y mayores oportunidades. Hay que romper el molde de lo que no ha resultado, es perverso seguir haciendo lo mismo y esperar resultados innovadores. (P)