Donald Trump asumió nuevamente el liderazgo de EE.UU. y su estrategia estará definida por la velocidad y la contundencia. Según lo anticipado por su equipo, hoy tomará decisiones que abarcan desde la inmigración hasta la energía, dejando claro su compromiso de cumplir las promesas electorales que lo llevaron de nuevo a la Casa Blanca.
En una cena con donantes celebrada la noche anterior a su posesión, Trump no dejó espacio para la ambigüedad. "Firmaré decenas de órdenes ejecutivas; cerca de 100, de hecho", aseguró, marcando el tono de una administración que planea actuar rápidamente y, en muchos casos, de forma unilateral.
Entre los temas prioritarios se encuentran políticas de inmigración que podrían cambiar drásticamente la manera en que Estados Unidos maneja sus fronteras y trata a los solicitantes de asilo. Su equipo también confirmó que algunas de estas acciones podrían enfrentar desafíos legales inmediatos, mientras que otras buscan establecer un precedente simbólico en sus primeros días de gobierno.
Inmigración
La política migratoria de Trump promete ser uno de los ejes más disruptivos de su administración. Entre las medidas más polémicas se encuentra la intención de declarar una emergencia nacional en la frontera con México. Esto le permitiría redirigir fondos federales, sin aprobación del Congreso, hacia la construcción de su emblemático muro fronterizo. Además, planea cerrar la frontera a nuevos solicitantes de asilo y revisar el derecho a la ciudadanía por nacimiento, un principio consagrado en la 14.ª Enmienda de la Constitución.
Trump también busca implicar al ejército estadounidense en labores de seguridad fronteriza, un movimiento que, según los expertos, podría ser cuestionado en tribunales debido a los límites legales sobre el despliegue de las fuerzas armadas dentro del país.
Fuerza laboral y diversidad
En el ámbito gubernamental, Trump eliminará políticas que fomentan la diversidad y la inclusión en el trabajo. Además, planea revertir los esquemas de trabajo remoto instaurados durante la pandemia, ordenando el regreso de la mayoría de los empleados federales a las oficinas de manera presencial.
Sus políticas también redefinirán las protecciones para trabajadores y estudiantes transgénero, eliminando salvaguardas en prisiones y escuelas, y estableciendo definiciones estrictas de sexo biológico para las políticas gubernamentales.
Comercio, energía y medio ambiente
Otro de los frentes será el comercio, donde Trump ordenará una investigación exhaustiva sobre déficits comerciales y prácticas monetarias de países como China. Este análisis podría derivar en la creación de un "Servicio de Ingresos Externos" encargado de recaudar aranceles y derechos de aduana.
En materia de energía, Trump declarará una emergencia energética nacional con el objetivo de acelerar permisos para proyectos como oleoductos y plantas de energía. También revisará las normativas ambientales para flexibilizar límites de contaminación y promover la producción de combustibles fósiles. Una de las propuestas más controvertidas es la eliminación de los programas de justicia medioambiental, diseñados para proteger a comunidades vulnerables de la contaminación.
TikTok
En un giro inesperado, Trump buscará aplazar la prohibición de TikTok, ofreciendo a ByteDance, la empresa matriz de la app, más tiempo para cumplir con las exigencias regulatorias. Aunque esta medida fue mencionada brevemente por el presidente, aún no se conocen detalles específicos sobre su implementación.
Con esta avalancha de órdenes ejecutivas, Donald Trump no solo busca reafirmar su estilo de liderazgo, sino también marcar un contraste rotundo con las políticas de su predecesor. Aunque muchas de estas decisiones enfrentarán un escrutinio legal y político, su objetivo es claro: redefinir la dirección de Estados Unidos desde el primer día de su mandato. (I)