Tras 36 horas en silencio, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, habló por primera vez tras su derrota en la segunda vuelta. Sin aludir a ella ni felicitar al presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva, el mandatario agradeció a los 58 millones de brasileños que lo votaron y aseguró que seguirá "los mandatos de la Constitución".
"Siempre jugué en la cancha de la Constitución. Jamás hable de controlar los medios de comunicación y las redes sociales", sostuvo el mandatario, en un breve mensaje en el Palacio del Planalto.
El jefe de Estado se refirió al proceso electoral como una “injusticia”, pero no denunció fraude. Tras su alocución, el ministro de la Casa Civil, Ciro Nogueira, sostuvo que, por instrucción del propio mandatario, se iba a iniciar el mecanismo de transición de gobierno.
Bolsonaro también agradeció a los 58 millones de electores que votaron por él y elogió la representación "robusta" de la derecha en el Congreso.
Además, advirtió que los piquetes en las rutas de varias partes del país se motivan en "la indignación" que han provocado los comicios, y se mostró proclive porque el descontento se manifieste en forma de "manifestaciones pacíficas".
“Siempre me han tildado de antidemocrático y, a diferencia de mis acusadores, siempre he jugado dentro de las cuatro líneas de la Constitución. Nuestro sueño está más vivo que nunca", resaltó el presidente durante un mensaje que duró apena dos minutos y 33 segundos.a
