La tragedia no llegó sola. Hubo varios avisos de irregularidades en el rodaje del wéstern Rust antes de que Alec Baldwin matara este jueves con una bala que debía ser de fogueo a la directora de fotografía de la producción.
El homicidio ha destapado una serie de acusaciones del equipo que participa en la filmación de la película en Santa Fe, capital del Estado de Nuevo México (Estados Unidos), entre ellas, que pocos días antes se produjo un incidente similar, cuando el doble de Baldwin disparó dos veces con armas que en teoría estaban descargadas.
Largas jornadas de trabajo, incumplimiento de protocolos de seguridad, condiciones indignas para los trabajadores, retraso en los pagos y problemas logísticos son algunos de los asuntos que se han aireado en las horas posteriores a la muerte de Halyna Hutchins, cineasta de 42 años de origen ucraniano.
La declaración jurada de la policía local señala que la persona encargada de verificar y controlar la seguridad de las armas aseguró al asistente de dirección que todo estaba bien justo antes de la secuencia fatal. Esta persona responsable de las armas en el rodaje ha sido identificada como una mujer de 24 años que no ha ofrecido ninguna declaración a los medios.
De acuerdo con los detectives de la oficina del sheriff de Santa Fe, el asistente del director de la película, gritó ¡Arma fría! (descargada) y le pasó el arma a Baldwin para ensayar una secuencia.
Lo sucedido después ha cambiado para siempre la trayectoria de uno de los actores más veteranos de Hollywood. Un solo proyectil mató a Hutchins, que estaba en cuclillas ante un monitor preparando la toma, e hirió en la clavícula a Souza, de 48 años, quien se encontraba a su lado, y está fuera de peligro.
La mañana del sábado los asistentes que trabajaban en la producción retiraban apresuradamente los carteles que ubicaban la locación, a unos 20 minutos del centro de Santa Fe, para hacer más difícil la llegada de las decenas de periodistas que desembarcaban en la zona.
Al menos tres guardias privados de seguridad patrullaban la vasta zona desértica del rancho Bonanza Creek para mantener a raya a los fotógrafos y a los equipos de televisión. Solo se permite el paso a esa zona a los vehículos de los investigadores.
Después del disparo, Baldwin, de 63 años, aún sin saber el daño que había provocado, comenzó a gritar repetidamente que cómo era posible tener un arma de verdad en el rodaje. ¡En todos mis años de carrera nunca me habían entregado un arma caliente! (cargada con balas de verdad), dijo el actor, según el relato de un testigo de la escena a Showbiz 411, un medio especializado en información de Hollywood.
Baldwin, también productor de la película, se trasladó al hospital para conocer de primera mano el estado de salud de las víctimas. Hutchins había muerto durante el traslado.
Joel Souza, que resultó herido en un hombro cuando Baldwin disparó una pistola de utilería que contenía balas reales, rompió su silencio cuando la investigación entraba en su tercer día, con múltiples interrogantes sobre cómo se produjo el error.
Estoy destrozado por la pérdida de mi amiga y colega Halyna. Era amable, vibrante, tenía un talento increíble, luchaba por cada centímetro y siempre me empujaba a ser mejor, dijo Souza en un comunicado.
* Con información de Luis Pablo Beauregard para El País y Reuters