Otra inmobiliaria china va al default y agita el fantasma de Evergrande
La calificación crediticia del desarrollador de bienes raíces de China Fantasia Holdings fue rebajada a incumplimiento por Fitch el martes por la noche.
La calificación crediticia del desarrollador de bienes raíces de China Fantasia Holdings fue rebajada a incumplimiento por Fitch el martes por la noche.
Para sus analistas, preocupa y mucho el aumento de los niveles de deuda del gobierno local que los hombres del presidente Xi Jinping hicieron todo lo posible por ocultar.
De la fortuna actual estimada de US$ 11.5 mil millones de Xu Jiayin, Forbes calculó que US$ 8 mil millones provienen de dividendos en efectivo pagados a él desde la OPI de Evergrande en 2009 en la Bolsa de Valores de Hong Kong.
Evergrande Group cayó 11,61% en la Bolsa de Hong Kong ante la incertidumbre por el pago de sus bonos en dólares. En tanto el Banco de la República Popular de China prohibió cualquier actividad relacionada con las criptomonedas, al considerarlas riesgosas para la estabilidad nacional por los riesgos de la especulación. Cuáles son los escenarios posibles.
La inmobiliaria Evergrande dejó en el limbo a los mercados tras culminar la fecha límite para el pago de intereses de su multimillonaria deuda de la cual se desconoce planes o fechas de pago.
Su historia podría ser la de una película de Hollywood de un estilo como el de El Lobo de Wall Street, que muestre cómo un hombre que parecía tenerlo todo pronto se ve casi sin nada.
Es la inmobiliaria más endeudada del mundo. Durante los últimos años se dedicó a pedir préstamos para financiar no sólo su división de construcción sino otros muchos negocios a los que ha ido expandiéndose: parques de diversión, embotelladoras de agua, vehículos eléctricos e incluso llegó a comprar un equipo de fútbol. Hoy, la empresa canceló parcialmente uno de las deudas.
Xu Jiayin dijo que Evergrande entregará los proyectos inmobiliarios según lo prometido, y cumplirá con sus responsabilidades con los compradores de inmuebles, con los inversores, los socios y las instituciones financieras.
Los inversores temen que una posible quiebra del “Gran Rinoceronte Blanco” afecte a toda China, ya que los pasivos de la compañía representan aproximadamente el 2% del PBI del país asiático.