La extraña fintech "respetuosa con el medioambiente" que enamoró a inversores como Leonardo DiCaprio y terminó con su cofundador
Aspiration nació como un banco digital con conciencia ecológica y alcanzó una valuación de 2.300 millones de dólares, pero detrás de su imagen de impacto social se escondía un oscuro entramado financiero.