Murió un genocida
En la década de los 90, Perú fue escenario de una pesadilla: la esterilización forzada de más de 270.000 mujeres y 22.000 hombres indígenas y campesinos bajo el mandato de Alberto Fujimori. Esta macabra decisión, presentada bajo la bandera de la lucha contra la pobreza, en realidad fue una campaña de violencia estructural que buscaba controlar la natalidad de los sectores más vulnerables. A pocos días de su fallecimiento, rememoramos uno de los capítulos más oscuros que experimentó nuestro país vecino.