El cambio hacia la neutralidad climática es necesario, pero conlleva desafíos económicos significativos. La neutralidad de carbono se logra cuando la cantidad de dióxido de carbono emitida a la atmósfera es igual a la cantidad retirada por diversas medidas, resultando en un equilibrio cero. Pero conseguirlo no es cosa fácil: implica inevitablemente tensiones económicas y requiere una gestión cuidadosa para mitigar el impacto social y económico en las comunidades afectadas.
En un esfuerzo por cumplir con objetivos cada vez más ambiciosos, empresas de todo el mundo están apostando fuerte por la carbono neutralidad. Este objetivo, que alguna vez pareció distante, ahora se percibe como una meta alcanzable, lucrativa y necesaria para muchos actores del mercado. Para entender mejor cómo se está abordando este desafío en la práctica, un panel de destacados especialistas se reunió en el Four Seasons en el Forbes Sostenibilidad Summit 2024. En el panel “Carbono y neutralidad” compartieron sus conocimientos y experiencias, y abordaron cuestiones clave, como estrategias para abarcar toda la cadena de valor, métodos para compensar emisiones y la importancia de los bonos de carbono en este proceso.
“Hoy apostar por la sustentabilidad es un negocio. Si no vas por esta agenda, perdés competitividad y financiamiento”, disparó Gustavo Castagnino, director de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Genneia. “Si no trabajamos en la sustentabilidad del negocio, nos enfrentamos a un camino complejo”. El ejecutivo compartió experiencias de colaboración con industrias tradicionalmente consideradas no sostenibles, como petroleras en Vaca Muerta, que ahora están adoptando energía renovable. Sin embargo, reconoció que para sectores como siderúrgicas, mineras y transporte marítimo, el desafío es “cambiar la forma de trabajar de manera radical”.
Ignacio Lorenzo, Managing Director y responsable de Global Debt & Green Finance en Santander Argentina, explicó que “las empresas con procesos industriales pesados, por más esfuerzo que realicen, inevitablemente tendrán que comprar bonos de carbono para compensar sus emisiones”. Los diferenció de los bonos verdes, que se convirtieron en un instrumento financiero utilizado por las compañías para financiar proyectos sostenibles. “Una cosa es la compensación de huella y otra la forma de financiación. El sector financiero cumple un papel fundamental en este camino hacia la neutralidad de carbono. Desde Santander Argentina ayudamos a los clientes en esta transición hacia la sostenibilidad”, añadió.
Manuel Ron, fundador de CARBON NEUTRAL+, explicó cómo los biocombustibles y la bioenergía pueden ayudar a las empresas a alcanzar la carbono neutralidad, destacando la necesidad de reducir todas las emisiones para llegar al “net zero”. Reconoció que, hoy, esto es un desafío, pero una posibilidad es compensar las emisiones a través de bonos de carbono.
Por su parte, Castagnino destacó el papel de Genneia como principal productor de bonos de carbono en el país, con la emisión de más de un millón y medio. Además, mencionó la importancia de que las Pymes comiencen a involucrarse: “Se empiezan a interesar en esto y de exigirles a sus proveedores que cumplan con estos estándares”.
Ron también señaló que mientras las empresas grandes suelen tener equipos de sustentabilidad, en las Pymes aún existe una carencia en este aspecto. Resaltó que todas las actividades humanas generan emisiones y es fundamental tomar conciencia de ello. El fundador de CARBON NEUTRAL+ destacó el creciente interés de las pymes en comprender la carbono neutralidad y buscar herramientas para alcanzarla: “Todas las actividades humanas generan emisiones y es bueno que seamos conscientes de ello”.
Lorenzo identificó a los sectores industriales, energéticos y automotrices como los de mayor emisión de carbono: “Por eso hay que proporcionar incentivos financieros para fomentar la adopción de prácticas sostenibles”. En ese sentido, Castagnino mencionó la urgencia de comenzar a invertir en vehículos eléctricos, algo que hoy en la Argentina parece muy lejano, ya que “hay solamente dos o tres corredores en los que podés encontrar para cargar energía renovable para un auto eléctrico. Lo virtuoso tiene que ser que esa energía sea renovable, porque si viene del carbón, no sirve”.
“El productor agropecuario ha sido un precursor en el tema de la carbono neutralidad”, aseguró Martín Scully, gerente de Innovación para la región Sur de Yara, y por eso existe la necesidad “de buscar incentivos para que los productores adopten prácticas sostenibles a mayor escala, especialmente considerando que el productor argentino no recibe subsidios y siempre ha sido innovador en la optimización de recursos”. Scully enfatizó la importancia de valorar la producción de alimentos y fibras: “A veces nos olvidamos de que los productos que consumimos, como el paquete de fideos que tiramos a la olla, provienen del trabajo de los productores del interior del país. La comunidad debería reconocer el espíritu innovador de los productores agroalimentarios”.
Como consejos principales para transicionar a las emisiones cero, Scully destacó la necesidad de un proceso colaborativo que integre toda la cadena de valores, la importancia de generar estructuras dentro de las compañías para abordar estos desafíos y la urgencia de no esperar incentivos para comenzar a tomar medidas hacia la sostenibilidad. Y hay que ser claros y transparentes, agregó Castagnino: “Hay compañías que se arriesgaron a contar cosas que no son reales y los han acusado de greenwashing. Las propuestas deben ser reales, concretas y sostenibles”. Y finalizó: “Todos y cada uno de nosotros en nuestras actividades diarias tenemos una responsabilidad y podemos poner nuestro granito de arena”.