La familia. Para el piloto ecuatoriano Sebastián Guayasamín, la familia es la piedra angular de su trayectoria en el mundo tuerca. “Si en tu casa no están de acuerdo con esta profesión es muy difícil sacarlo adelante”, dice con sinceridad este piloto que ha corrido nueve ediciones del rally Dakar, la legendaria competencia automovilística.
Entre risas cuenta que “ha logrado vender su proyecto” como corredor en la casa y sin el apoyo de las personas más queridas y cercanas nada es posible. Guayasamín comenta que el deportista que tiene una formación académica siempre tiene un mejor rendimiento y mejores resultados. “No importa el deporte, el que acabó la universidad sabe administrar mejor los recursos. En el automovilismo se necesita mucho dinero y en mi caso personal debo rendir cuentas a los auspiciantes”, añade. Además, Guayasamín tiene claro que detrás de cada piloto están muchas personas y que cada una importa para alcanzar los objetivos. “En el deporte automotor no solo importa el piloto”.
Guayasamín repasa sus inicios por el Dakar, una carrera a la que define como “un rally de estrategia y de conservación de recursos. La 'malemoto', una de las categorías más básicas puede costar unos 30.000 euros por los 15 días de la competencia”. Pero en otras categorías, como las de autos o camiones, los presupuestos alcanzan decenas de millones de dólares. “Una inscripción puede estar en US$ 50.000 que incluye piloto, copiloto, el auto, mecánicos, camión de asistencia…”.
Para competir en el Dakar Guayasamín cuenta que ha sacado a relucir su espíritu emprendedor y vendedor. “He hecho citas con marcas como Toyota y he logrado auspicios. Esa llamada asegurando el auspicio me cambió la vida”. (I)
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