La Ley de Acoso Laboral, aprobada por la Asamblea Nacional y por publicarse en el Registro Oficial, es tema de conversación y discusión al interior de las empresas. Algo parecido ocurrió años atrás con la Ley de Discapacidades y otras emitidas en su momento y que han generado debates y que han obligado a que los empleadores se ajusten y se adapten con distintas consecuencias.
Para hablar de este tema Forbes Ecuador invitó a Luis Carlos Fernández y Melissa Arroyo, del estudio Robalino Abogados. Ellos hicieron algunas observaciones a las leyes y sus efectos. Por ejemplo, Fernández es directo y dice que nuestra legislación laboral está entre las peores del mundo, definitivamente. Desde 2008 o 2009 se han promulgado una serie de figuras en el Derecho Laboral que lo único que han hecho es complicar la inversión y el progreso. Las leyes laborales le ahorcan al empresario.
Como ejemplos cita la Ley Orgánica de Discapacidades y agrega que los legisladores deben estar conscientes de los efectos de una ley en la práctica. Arroyo, por su lado, señala que muchas de estas leyes tienen un tinte populista, pero carecen de un contexto práctico. Esto en ocasiones en lugar de favorecer la contratación de ciertos grupos complican el acceso a un empleo.
¿Estas leyes buscan un mundo ideal, pero difícil de alcanzar? Fernández responde diciendo que una cosa es lo ideal y otra lo práctico. Y agrega que nuestras leyes laborales son generadoras de mediocres, un mercado laboral mediocre. Una muestra de esto, según este abogado, es la Ley de Acoso Laboral. Muchas veces las empresas no pueden cumplir esas normas , son inaplicables, agrega Arroyo. (I)
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