“Las ciudades evolucionan y así lo hacen sus servicios. No es lo mismo Quito sin el Metro o Cuenca sin el Tranvía. De esta manera evolucionan los sistemas de recaudo del transporte púbico y de otros servicios”. Así empieza la conversación con Santiago Molina, Director de desarrollo de negocios de BPC, en el estudio de Forbes Ecuador.

Molina explica que los pagos de muchos servicios como parqueaderos, transporte, peajes, entre otros se hacen con muchas monedas y eso genera complicaciones para el transportista, para el usuario, para los bancos y para el país. “Hay un gran porcentaje de efectivo en los buses. Solo en Quito ocurren tres millones de viajes al día, si eso se multiplica por los US$ 0,35 tenemos una cantidad de dinero en efectivo muy grande”.

Allí entran en juego los métodos de pago digitales como los que desarrolla BPC, firma de tecnología con sede en Suiza. Molina se refiere a OCity, producto que ya se implementa en Europa y que en Ecuador se utiliza en el Metro de Quito y en el transporte público de Guayaquil.

¿Cómo evoluciona la aplicación de OCity? Según Molina, es un proceso porque las personas no están acostumbradas y no perciben los beneficios de inmediato. “Tienen que interiorizar los beneficios porque hacia allá van las ciudades, hacia un futuro con menos efectivo”.

El vocero de BPC asegura que el usuario juega un rol clave. “A veces menospreciamos la inteligencia de la sociedad, pero pasa lo contrario, la sociedad es la que demanda los servicios y beneficios. Cada vez hay más acceso a más megas, a más puntos de wifi y la gente utiliza más para distintos temas”. Por eso, Molina asegura que las perosnas no van a volver al efectivo y que cada vez los pagos de servicios serán más digitales.

También cuenta que capitales como Nueva York o París han hecho grandes inversiones para que la gente pague servicios con la tarjeta del banco. “No es sencillo, el ciudadano demanda mucho”. (I)

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