A puertas de un nuevo proceso electoral para elegir al Presidente de la República y a los asambleístas ecuatorianos que gobernarán por alrededor de año y medio, Gonzalo Arias, autor del premiado libro Gustar, ganar y gobernar nos comparte sus ideas sobre el futuro político de la región y profundiza sobre la creciente necesidad de que los candidatos profesionalicen su mensaje electoral. Lo que intenta expresar 'Gustar, ganar y gobernar' es una metáfora futbolística: 'gustar, ganar y golear', del club del que soy fan (Independiente de Avellaneda de Argentina). Lo que intentaba expresar del título era que todo es muy rápido, si quieres ganar una elección tienes que gustar para ganar y luego gobernar un país, todo enseguida. Esto implica cuidar mucho el mensaje político para no prometer más de lo que puedes cumplir.
Gonzalo Arias es sociólogo, politólogo, escritor, profesor, y sobre todo, un amante de la política en la región. Me parece que la política ha traicionado a sus audiencias por derecha, por izquierda y por centro. Lo que está definiendo las candidaturas es tener un mejor plan de gobierno o transmitir mejor los problemas que tiene la gente y las soluciones a esos problemas, que en casi todos lados, porque la crisis es mundial, es la reactivación económica y la seguridad. Para Arias no hay, como había hace algunos años atrás, tendencias regionales. Por ejemplo, me parece que lo que pasó en Brasil fue que Bolsonaro no dió respuestas a los problemas que tenían los brasileros y por eso recurrieron a un nuevo mandato de Lula, que lo veían distinto a lo que había sido Dilma.
Sus enfoques fueron cambiando a lo largo de su carrera. Su curiosidad lo llevó primero a entender cómo las audiencias se mueven en torno a distintos temas. Luego, pasó por la educación en Flacso, hasta enfocarse más hacia la política y la comunicación, en su paso por la televisión, escribiendo libros y siendo titular de cátedra de la comunicación como herramienta política en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Los medios escritos son un vertical de la comunicación, creo que son aquellos en donde todavía un sector de la población, los sub 40, entran a los medios escritos a través de las redes sociales de Twitter, Instagram y otras plataformas. Y los + 40 entran todavía por la mañana a leer qué pasa en el país o en la región, entonces también son formadores de opinión en ese sentido. Empezamos a plantear que los medios, en muchos países, eran un actor político, independientemente de esta formación que habíamos tenido nosotros como periodistas, en donde entendíamos que la independencia de criterios no estaba siempre vinculada a los accionistas de los medios. (I)