Ya es sabido que los emprendedores siempre piensan fuera de la caja. Pero cuando dos científicos cuentan su experiencia emprendiendo estamos hablando de temas mayores. Es, literalmente, increíble, lo que puede surgir cuando dos mentes brillantes se conectan.

Un ejemplo es el de Javier Carvajal y Mark Muller. El primero es docente e investigador de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE); Carvajal lidera una investigación sobre la nanocelulosa de tagua, que desarrolla la PUCE y que se ha transformado en una patente científica para la creación de medicamentos y productos cosméticos. Junto a este ecuatoriano está Mark Muller, emprendedor y científico estadounidense, doctor en Virología molecular, enfocado en investigaciones para nuevas terapias contra el cáncer y el Alzheimer. Ambos dieron vida a Panomatrix, unastartupuniversitaria con base en Columbus, Ohio, Estados Unidos.

Esta colaboración tiene resultados en la producción de nanocelulosa de tagua. Panomatrix trabaja en tres líneas de acción: el cuidado de la piel, la curación de heridas y las fermentaciones. Carvajal y Muller estuvieron en el estudio de Forbes para contar la aventura en la que se embarcaron en nombre de la ciencia y el emprendimiento.

Ellos cuentan que se conocieron por un amigo de Carvajal y explican que Panomatrix  viene de 'pano' que significa todo y matrix es matriz. "Entonces es una matriz universal, una matriz para todo. Fabricamos un material que sirve para innumerables usos, para reemplazar tejidos, para cosméticos, para fermentaciones industriales, tiene aplicaciones en cuestiones aeroespaciales, etc.", dice Carvajal.

Para Muller, el emprendedor debe asegurarse de que existe un mercado para su producto, que sea viable. "Al crear productos de alta tecnología se necesitan bases científicas muy sólidas".  Otro punto clave que destacan estos investigadores es juntar el rigor científico, así como el rigor en la parte empresarial. A continuación pueden escuchar y mirar la entrevista completa. (I)