La economía espacial está creciendo y evolucionando, lo que hace posible el desarrollo de nuevos servicios y la generación de beneficios económicos adicionales. Para hablar de eso Forbes presenta un nuevo capítulo de su podcast dedicado a las posibilidades de la exploración espacial.

Según el vicepresidente de la Cámara Ecuatoriano-Americana (Amcham), Iván Ortiz, los pronósticos del Bank of America indican que para el 2030 la industria espacial movería alrededor de US$ 1,4 trillones. Esto implica la importancia de que los países opten por crear regulaciones que permitan generar las condiciones regulatorias para que los sectores privado y público puedan ser parte de esta nueva economía mundial. "Como país hay que estar abiertos a convenios internacionales que permita darle a ese inversionista extranjero las herramientas para decir, hay un país amigable a este tipo de inversiones".

Por su parte, el director de la Oficina de Innovación y Relación de la USFQ, Franklin Velasco, añadió que las universidades deben ajustar las mallas curriculares a las nuevas tendencias. "Todos debemos subirnos a este vagón con certificaciones en codificaciones, algoritmos o inteligencia artificial. Estamos viviendo la era de las especializaciones".

Un informe del Foro Económico Mundial publicado en abril de 2024 establece cuatro conclusiones: el espacio ocupará un lugar más importante en la economía mundial; el impacto del espacio irá cada vez más allá del propio espacio; el espacio se convertirá en algo más que un medio para conectar personas y bienes; y el rendimiento de la inversión espacial será más que financiero

Nuestros entrevistados coinciden que más allá de la generación de ingresos, el espacio desempeñará un papel cada vez más crucial en la mitigación de los desafíos mundiales, desde la alerta de desastres, la vigilancia del clima o la entrega de alimentación a través de aplicaciones de transporte. El límite ahora es la galaxia. (I)

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