Sin funcionarios, sin oficinas y sin presupuesto. Así asumió el cargo de Superintendente de Protección de Datos, Fabrizio Peralta Díaz, un abogado guayaquileño, con experiencia en el sector privado. La designación se dio después de casi tres años de que entrara en vigor la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales.
Peralta está en funciones desde finales de marzo de 2024 y necesita aproximadamente US$ 2 millones para que la superintendencia comience a funcionar este año. Aún no hay controles ni sanciones. Sin embargo, el cuidado de los datos es una práctica que se viene inculcando desde hace mucho tiempo. Las empresas y quienes manejan información sensible han tenido meses para prepararse y manejar los datos que pueden identificar a una persona natural.
Peralta explica que la conciencia por el cuidado de los datos nace en Europa, en la coyuntura de la Segunda Guerra Mundial. Años más tarde, explica, se promulgó el derecho a la privacidad por medio del cuidado de los datos personales.
El Superintendente asegura que esta tarea aún está pendiente en el país porque no existe una cultura de la privacidad. “No existe una noción de lo valiosa que es y tampoco el respeto al prójimo. Lo sentimos todos los ciudadanos cuando recibimos llamadas de números desconocidos, en el mejor de los casos, ofreciéndonos seguros médicos o planes de teléfono”.
Es así que nació esta institución para velar por los derechos de los titulares de estos datos, que hoy en día son los activos más valiosos de muchos negocios. “Esto es complicado y no son cosas que vamos a lograr de inmediato. Un canal para comenzar es la concientización”.
Con respecto al tema sancionatorio, el Superintendente explica que hoy el temor más grande de las empresas es que reciban multas por un afán recaudatorio y esa no es la finalidad. Escucha el podcast completo aquí. (I)