Ella tuvo que cruzar el océano Atlántico para descubrir los tesoros escondidos de un pequeño país, ubicado en la mitad del mundo, con una biodiversidad inigualable y una geografía que es la envidia de muchos. Ella dejó su trabajo como Project Manager en KLM (Ámsterdam) para adentrarse en Píntag, un pueblo agrícola ubicado al sureste de Quito.
Ella, Rebecca Braak, se enamoró de nuestro país y nos ha enseñado que hacer turismo de lujo y sostenible sí es posible. Esta neerlandesa, de 33 años, llegó a Ecuador hace más de una década, pensando que todos éramos indígenas y -seguramente- tocábamos flautas de pan o pífanos.
Nunca se imaginó lo que encontraría al bajarse del avión: un aeropuerto nuevo, carreteras y montañas que le quitaron el aliento. Me encantaba mi trabajo en KLM, pero sentía que me faltaba algo. Soy de un pueblo chiquito y siempre me gustaron los caballos, todos los fines de semana competía en salto o adiestramiento. Así que decidí tomar tres meses libres y viajar para entrenar caballos. En esa época, habían sitios web para buscar voluntariados a nivel mundial y encontré una hacienda en Píntag que necesitaba una entrenadora.
Estudió negocios internacionales y cuenta con un MBA en la Universidad de Ámsterdam. Su conocimiento y experiencia le han ayudado a fundar una operadora turística que factura más de USD 2 millones anuales y ofrece paquetes en Ecuador, Colombia y Perú. Pronto abrirá operaciones en Argentina y Chile. La operadora se diferencia de la competencia porque crea experiencias pensadas en las necesidades de los consumidores actuales: desconexión, bienestar, salud y diversión.
Rebecca Adventure Travel nació en 2014 después de que su fundadora aceptara que estaba perdidamente enamorada de nuestra tierra. Decidí renunciar y quedarme. Pensé que era joven y podía hacerlo. Comencé a organizar paseos a caballo a través de mi primera empresa, Ecua Horse Rides. Pasaba todos los días, por casi dos años, en el Hotel Dann Carlton para ofrecer mis servicios a la tripulación de KLM. Hice cabalgatas al Cotopaxi, Zuleta, Pululahua….
Poco a poco le preguntaron sobre otros destinos y decidió poner formalmente su empresa de turismo, que hoy atiende -aproximadamente- 150 clientes al mes. KLM tiene una plataforma interna para los tripulantes donde les recomienda qué hacer en sus días libres. Ahí decía: 'cuando estés en Quito busca a Rebecca'. Todos me conocían así y decidí poner ese nombre. Al principio hacía todo sola, desde los paseos, las reservas, hasta la página web. Recuerdo que mientras guiaba a caballo contestaba las llamadas para otras reservas (dice entre risas).
Esto no era sostenible y tuvo que contratar a sus primeros colaboradores. Actualmente, su oficina está ubicada en Cumbayá y cuenta con un equipo de 20 personas, entre expertos en destinos y el área de marketing.
Son parte de The Luxury Collection de National Geographic con su safari en las Islas Galápagos y no dejan de fortalecer sus relaciones, ya que participan activamente -con el Ministerio de Turismo- en las ferias internacionales que realizan. Hay tantas cosas que ni el mismo ecuatoriano se da cuenta del valor que tienen y -como extranjera- puedo mostrarlas desde otros ojos. Siempre me invitan y me siento parte de la comunidad. Eso no pasa en Países Bajos, son más cerrados y nunca te van a invitar porque eres 'un bicho raro'. Aquí llegas a la frutería y te dicen: veci, ¿cómo estás?.
Después de su primer año en Ecuador conoció a su esposo, con quien formó una gran familia. Tiene dos hijos, de dos y tres años, respectivamente. Él tiene su propia empresa y no trabajamos juntos. Sin embargo, ha sido mi apoyo y el encargado de ayudarme con trámites y permisos porque al inicio no hablaba nada de español.
Con la llegada de sus hijos ahora tiene que decidir a dónde ir y a dónde no, pero nunca ha dejado de viajar porque ella debe probar primero para encontrar a los mejores proveedores. Trabajamos con la comunidad y con familias de pocos recursos. Les enseñamos cómo tratar a los extranjeros y cómo funciona el turismo. Ahora, cuentan con más ingresos y sus hijos quieren seguir con esto. Estamos marcando una diferencia para sacar adelante esta industria.
Dentro de los lugares más visitados está Quito. En cuatro días puedes recorrer Mindo, con una vegetación tropical, y hacer turismo de aventura. También, está cerca el Cotopaxi para cabalgar a lado de un volcán activo o vivir una cultura de hacienda. Luego está Papallacta con temas de salud y bienestar. Hacemos retiros que transforman nuestras visitas. Por ejemplo, organizamos viajes solo para mujeres que quieren desconectarse y encontrarse a sí mismas. Sus clientes llegan principalmente de Estados Unidos, Canadá y Países Bajos.
A pesar de que en la pandemia tuvieron números rojos, se reactivaron con fuerza. En la cuarentena empecé otro negocio, Ecuafina, que exporta artesanías y productos de lujo, elaborados a mano y con una historia por detrás. Para esto, abrimos una tienda física (travel concept store) en mi ciudad natal (Zutphen), que recoge todas estas maravillas y las personas interesadas pueden adquirir un paquete de viaje. Lo que queremos es que entren y digan wow esto es Ecuador.
Desde esta boutique, creada en 2020, ya exportan a otros países y su facturación asciende a un millón de dólares. En septiembre Braak y su familia se mudarán a Países Bajos para impulsar este negocio. Esperamos que solo sean 12 meses, ya que Ecuador es mi casa. El valor de la familia aquí es inigualable y eso extrañamos en otras culturas.
Para cerrar nuestra entrevista le pregunté qué precisamos para impulsar el turismo y esta fue su respuesta: Considero que la seguridad es primero y es un limitante. Salen muchas noticias sobre drogas y asesinatos. Afecta un montón y no podemos vender un país así, la gente tiene miedo y es peligroso. También, hay temas como los paros que son difíciles de explicar y son riesgos que no hay en otros destinos. Los ecuatorianos deben tener una estrategia estructurada entre ellos. Por ejemplo, en Perú si preguntas la receta del ceviche todos dicen lo mismo, aquí cada familia te contesta algo diferente. No somos muy unidos y eso se ve en los platos, con tantas variaciones. Esto complica posicionar al país como un destino, como un menú… que el extranjero tenga claro qué somos. Lo mismo sucede en las actividades, que todos sepan que tenemos los mejores ríos para hacer rafting. Hay que mostrarnos siempre, no solo cuando hay presupuesto, necesitamos algo a largo plazo.
A esta neerlandesa, con corazón tricolor, no le dejan de maravillar los paisajes escondidos en estas cuatro regiones. Ella promueve que todos seamos orgullosos de esta tierra y espera tener, muy pronto, su propio barco en Galápagos. (I)