Mariangel Hernández ya sabía la jerga ecuatoriana y los platos típicos del país antes de radicarse en Quito. Esta venezolana dejó su tierra natal a los 17 años para estudiar en Rusia y allá tuvo a cuatro ecuatorianos como compañeros, con los que aprendió palabras y recetas del país que se convirtió en su segunda patria.
Con 37 años, esta mujer nacida en Valencia, la capital del estado de Carabobo, lleva más de la mitad de su vida fuera de Venezuela. “Salí cuando tenía 17 para estudiar una ingeniería en telecomunicaciones en Bélgorod, al sur de Rusia, cerca de Ucrania. También estudié idiomas y por eso hablo ruso, inglés, francés y alemán. Rusia tiene cultura muy disciplinada, exigente y eso a mis 17 años fue un balde de agua fría, fue un choque cultural. Todo eso fue determinante”. Hernández vivió seis años en Rusia y al terminar sus estudios vino a Ecuador invitada por sus compañeros de estudios. “Era 2009 y la idea era pasar un mes de vacaciones”, cuenta durante su visita a las oficinas de Forbes Ecuador.
Hernández, siempre sonreída, cuenta que el papá de un amigo le aconsejó que buscara trabajo en Ecuador. Entonces esta mujer tomó el periódico -cuando aún se buscaba empleo en los diarios- y así consiguió empleo en el área comercial de una empresa y luego en una firma mayorista de tecnología donde aprendió mucho sobre ventas. “Allí conjugué mi la pasión por las ventas, mi gusto por los negocios internacionales y lo que sabía de tecnología. Mi tarea fue desarrollar el marcado mediante partners. Luego pase a una empresa de ciberseguridad y trabajaba con base en Ecuador, pero viajaba a Colombia, Perú, Venezuela y Bolivia”.
Al hablar de Ecuador esta venezolana deja que sus emociones fluyan. “Yo sabía ya mucho de Ecuador por mis compañeros de la universidad. Y al llegar me acostumbré enseguida y me enamoré por completo. Encontré oportunidades para crecer como profesional. Pasé por varias empresas y pude aprender de gente mayor a mi. Eso me sirvió”.
Para Hernández, Ecuador es una mina de diamantes en bruto, un espacio donde se puede hacer todo. “Ecuador es bendecido porque se da todo. El potencial del país está en la gente y los empresarios deben fijarse mucho en eso, en desarrollar a la gente y esto implica a la academia”.
Con la experiencia acumulada Hernández fundó hace cinco años Tosellmore, una consultora de innovación que brinda acompañamiento y coaching para los directivos y capacitación para el equipo. “Decidí emprender sin estar lista, pero lo logré. Siempre tuve temor a emprender, pero si no se hace no nos lanzamos. En este tiempo hemos trabajado con 225 clientes de 12 países de América Latina y con EE.UU. Las ventas son de contenido a través de podcast, la web, redes sociales y los libros que he escrito”. Los ingresos de Tosellmore superan los US$ 100.000 al año y el objetivo es triplicar esa cifra en 2024.
Con un equipo de siete personas la consultora trabaja con esquemas híbridos con profesionales de varios países en temas como la publicidad, servicios financieros, entre otros, según detalla esta madre y emprendedora que ha publicado tres libros (I eat failure for breakfast, El poder de tus palabras y Líderes que inspiran, este último como coautora).
Las reflexiones de Hernández continúan durante la conversación. “Cuando uno viaja valora más lo que tiene en casa, valora más el lugar donde nació. Cuando migré fue muy duro, Venezuela tiene muchas posibilidades, desde siempre, y es duro dejar el terruño. Pero es un asunto de resiliencia. Siempre hay negocio para aquel que resuelve un problema que nadie está atendiendo. Y eso es a lo que me dedico”, cuenta esta venezolana que es embajadora de la fundación She is, voluntaria de la fundación Cecilia Rivadeneira y creadora de stand-up comedy para empresas.
¿De dónde obtiene la energía para tantas actividades? “Me despierto entre semana a las cuatro de la mañana y medito 45 minutos”. Con esa rutina está lista para crear contenido para sus plataformas digitales, atender a su hija antes de que vaya a la escuela. Luego sale correr pensando en ser parte de un triatlón y luego empiezan sus reuniones con clientes. “Además veo mucho Succession”. (I)