Hincha a muerte del River Plate y fanático del fútbol. Cuando le ofrecieron venir a Ecuador poco o nada sabía de este país, pero no dudó en aceptar el reto. Llegó a Quito en plena pandemia. “Cuando aterrizamos me impresionaron las montañas. Yo vengo de Buenos Aires donde todo es llano. Dos meses después llegó mi familia con Tequila incluida, una perrita rescatada de la calle. Desde el día uno nos sentimos como en casa”.
Tincho, como lo conocen desde pequeño, señala que lo que más admira de los ecuatorianos es su actitud para enfrentar las adversidades. “Son respetuosos, amables, profesionales, ordenados. Todo lo contrario, a los argentinos (risas). En estos tres años hemos pasado estragos de una pandemia, paros nacionales e inestabilidad política y mi equipo siempre está dispuesto a dejarlo todo en la cancha”.
Graduado en Administración de Empresas, con posgrados en Dirección de Empresas y Marketing, empezó su vida laboral cuando tenía 16 años en un taller de repuestos para automóviles. Multifacético, hiperactivo y un apasionado por crecer. En 2005, ingresó a Telefónica en el área de Marketing. Dos años después, lo enviaron a Brasil como director regional, bajo su responsabilidad estaba el segmento de clientes premium de Colombia, Chile, Argentina, Perú y Brasil.
Con 28 años quería comerse el mundo, por lo que no dudó en aceptar un nuevo reto en Telecentro, una empresa de telecomunicaciones, que ofrece servicios de televisión por cable, telefonía e Internet. En 2016, Gramon Millet tocó sus puertas. Esta empresa argentina, es parte de la Corporación Siegfried, una multinacional del sector farmacéutico, que solo en Ecuador el año pasado obtuvo una facturación de US$ 140 millones.
“Ecuador es el segundo mercado más importante para Gramon Millet. En este país manejamos 18 marcas, con más de 70 productos de venta libre y cosméticos. Crecemos anualmente un 30% y este año vamos a cerrar con ventas de US 20 millones”.
De una simpatía desbordante, extrovertido y carismático, la conversación con Forbes fluyó entre anécdotas y risotadas. Juega fútbol todas las semanas y cuando se enfrentan las selecciones de Ecuador y Argentina cruza los dedos por un empate.
Este ejecutivo de 44 años confía en Ecuador, pese a los momentos de turbulencia que se viven. “Este país no escapa de la realidad sudamericana, de cierta forma estamos acostumbrados al caos y eso nos vuelve más fuertes para enfrentar las crisis. El dólar es una moneda fuerte para generar negocios”.
No deja de sorprenderse cada vez que viaja por el país. “Ecuador es mágico, tiene mucho para crecer, tiene montañas, playas, selva y rincones únicos, más allá de las Islas Galápagos. Todos los que vienen a visistarnos quedan enamorados, pero le falta Marketing”. Como buen argentino, los fines de semana disfruta preparando un buen asado con amigos, quienes se han convertido en familia. (I)