Forbes Ecuador
Luis Carlos García de Colombia en Quito
Nómades
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Luis Carlos García llegó a Ecuador en 2002 para una tarea de tres años. El tiempo pasó y el país se convirtió en el lugar donde sus hijas crecieron y dónde él creció como ejecutivo de una empresa de repuestos automotrices. Él nos cuenta sus vivencias en el país.

24 Agosto de 2023 10.04

Tiene la nacionalidad ecuatoriana, ha votado ya en algunas elecciones, sus hijas se criaron en el país, considera a sus amigos como una segunda familia y le encanta ir a la playa y a la amazonía. El colombiano Luis Carlos García se siente muy bien en Ecuador, tanto que ya cuenta con una casa, un departamento y con su esposa piensan en una nueva inversión en alguna de las playas del país.

Este ejecutivo de 58 años llegó al Ecuador en 2002 como Gerente comercial de Imfrisa, una empresa con sede en Colombia que fabrica repuestos automotrices como amortiguadores, espirales, suspensiones, frenos… Para García el negocio complementaba una de sus aficiones de juventud: correr rallys. “En ese entonces la empresa tenía ventas de US$ 2,5 millones anuales. Vine con la meta de duplicar las ventas en tres años y el plan inicial era estar acá tres años. Ecuador era atractivo para nuestra empresa por tener en ese entonces una economía recién dolarizada”.

García recuerda que contó con el apoyo de su esposa, quien dejó su trabajo en Bogotá. Las hijas de esta pareja tenían en ese entonces 5 y 8 años y toda la familia inició un proceso de adaptación que duró cerca de un año. “Los primeros años fueron interesantes, vivíamos en El Condado, nos adaptamos muy bien e hicimos grandes amistades que aún mantenemos. Cuando llegamos no conocía a nadie, solo a los clientes de la empresa a los que visitaba cuando aún vivía en Bogotá”.

En cuanto al trabajo en Imfrisa, que es parte del Grupo A, García recuerda que había mucho por hacer. “Yo estaba de Gerente comercial y al poco tiempo el gerente general renunció, entonces los directivos me pidieron que quede como gerente encargado y acepté. Me dijeron que ensaye un año y que veamos si me gustaba”. García, quien también hizo moto enduro hace unos años, empezó a hacer una vida muy agradable en Quito. “La familia estaba cómoda, el trabajo iba bien, hacíamos amigos y la calidad de vida era mucho mejor comparada con Bogotá. Empezamos a disfrutar mucho del país y la primera playa que conocimos fue Casa Blanca, invitados por amigos”.

Para este ejecutivo bogotano, Ecuador es un país muy bueno para vivir y para desarrollar la familia, con valores. Cuando se le pregunta qué es lo que más disfruta de Ecuador responde: “El entorno, el trabajo, además la economía dolarizada ayuda mucho en los negocios. Todo eso nos animó a tomar la decisión de obtener la nacionalidad ecuatoriana. Con mi mujer dijimos que este es el país para vivir la vejez. Mis hijas aún no deciden si se quedarán acá”, agrega contento.

García asegura que “lo que hay aquí, en Ecuador, no se encuentra afuera. Los temas de la inseguridad si preocupan, pero creo que en un futuro próximo volverá la tranquilidad”.  El amor al Ecuador hizo que García y su familia compren una casa, luego un departamento, e incluso cuenta que él ya ha votado en varias elecciones de autoridades. Además considera que en el país todo está cerca: la playa, Cuenca, el Oriente. “Hemos hecho rafting y nos encanta viajar y conocer más”.

En cuanto a la evolución de las operaciones de Imfrisa en el país, García cuenta que hoy en día la empresa tiene 64 empleados y cerca de 2.500 clientes como tecnicentros, lubricadoras, talleres; y las ventas anuales son por US$ 15 millones. “También tuvimos en el pasado una planta para fabricar amortiguadores, pero la cerramos en 2021 porque el cliente que teníamos contrajo su operación local”. García también maneja la operación de Grupo A en Perú desde 2020 y este año calcula tener ingresos por US$ 4 millones.

¿Piensa ya en la jubilación? Este colombiano sonríe y responde que le encanta trabajar. “Ni siquiera pienso en jubilarme. Para mí el trabajo es como el motor que impulsa la salud. Me siento muy bien trabajando”. (I)

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