El alemán Jan-Delf von Spreckelsen pisó tierra ecuatoriana en 1999 de la mano de Grunenthal, como director financiero. En el país se vivía una fuerte crisis económica que desembocó en un pánico bancario. Tras una inflación galopante, superior a un 52 %, el congelamiento de depósitos y el cierre de instituciones financieras obligó al gobierno de ese entonces a adoptar en enero del 2000 el dólar como moneda oficial.
Ahora, dos décadas después, von Spreckelsen asegura que no se arrepiente de la decisión tomada. Recuerda que cuando debía volver a Alemania, decidió renunciar a la multinacional sin nada bajo el brazo. Con su liquidación compró un terreno de 600 hectáreas por Camarones, en el norte de Esmeraldas. “Si la memoria no me falla pagué uno poco menos de US$ 200.000. Adquirí una ganadería regenerativa conocida como Senepol, pensando que por ahí sería mi camino”.
Casado y padre de cuatro hijos, en 2007 ingresó a la Corporación GPF (Fybeca) como Chief Financial Officer & Strategic Planner. En 2019 se retiró luego de la adquisición de la empresa por parte del grupo mexicano FEMSA.
No dudó en reinventarse e innovarse. Por su cabeza pasaron cientos de ideas que las iba trabajando y estudiando mientras trabajaba en su propiedad en Esmeraldas. Adquirió más animales (ahora cuenta con 200) y experimentó con plantaciones, hasta que una noche su cerebro se iluminó como las estrellas. “Voy a emprender con talento senior para talentos senior. Empezaba 2022, las ideas revoloteaban en mi cabeza. El esquema funciona perfectamente en Alemania desde hace 40 años, un proceso que fue aplicado en forma masiva en la reunificación de 1989. Ejecutivos experimentados de la parte oeste fueron temporalmente al este, con el único objetivo de recuperar las empresas y funcionó. Me puse a maquinar cómo aterrizar el proyecto a la realidad ecuatoriana”.
Así, a principios de 2023, nació Mgmt@Interin, la primera empresa en Ecuador de dirección de transición enfocada a empresas familiares, pymes y emprendimientos.
Von Spreckelsen, lejos de contemplar el retiro, se sumergió en su nueva propuesta de negocio. Se contactó con ex ejecutivos, que se encontraban en una situación similar a la suya, que habían desempeñado altos cargos gerenciales a quienes les pareció fantástica la iniciativa, porque se abría una puerta que les permitiría ser y sentirse útiles. “Ahora somos cuatro socios y contamos con un pool de 90 ejecutivos entre 55 y 60 años en el proyecto. No somos consultores, somos ejecutores temporales para resolver problemas específicos”.
Unas 10 compañías los han contratado en este 2023. El primer paso es analizar y tener claro el problema a resolver. Los programas pueden ser de tres meses, hasta un máximo de un año. Dependiendo de la complejidad y del tiempo el costo máximo es de US$ 500 diarios. Es decir, por 127 días laborables (unos seis meses) una empresa pagaría US$ 63.500. De acuerdo a sus expectativas aspira asesorar por lo menos a 20 empresas y conseguir una facturación superior al US$ 1.000.000 en 2024.
Graduado de economía, robótica e ingeniería electrónica, asegura que Ecuador es más bonito que Alemania. Todavía están en su mente las llantas quemadas y las calles cerradas cuando llegó, pero eso no opaca la belleza de las haciendas antiguas de la serranía, ni los ríos y vegetación de la Amazonía. “Conozco casi todo, con mi familia nos gusta viajar por este país. Una experiencia única fue viajar con dos guías autóctonos a la selva hasta donde se encuentran las tribus no contactadas. No entiendo por qué los ecuatorianos prefieren ir a Miami o a Disney, cuando aquí encuentras un Disney natural, mágico, con encantos únicos, solo hay que dejar salir el espíritu aventurero”.
Amante de la comida manabita, en su menú no puede faltar el tigrillo; cuenta que cada dos o tres años viaja a Hamburgo a visitar a sus padres. No duda que envejecerá y morirá aquí, espera hacerlo en su hacienda en Esmeraldas. Hasta mientras, a sus 57 años se siente productivo y con fuerzas para seguir aportando al desarrollo de este país. (I)
