Hinode significa Sol Naciente en Japonés. HND son sus siglas, bajo las cuales se comercializa su portafolio de productos de belleza (cuidado corporal, cuidado facial, fragancias, maquillaje y bienestar) en Ecuador, Perú, Colombia, Bolivia, México, Chile, Paraguay y, obviamente, en su matriz Brasil, donde nació en 1988. Por estos días, Sandro Rodrigues, el actual presidente Ejecutivo, está de visita en Ecuador. 

¿Y por qué es un acontecimiento para los 11 colaboradores de la firma y las 8.000 consultoras y consultores de venta directa que mantiene en el país? Porque es considerado en Brasil como un auténtico gurú motivacional y de los negocios. Aunque para él, la verdadera gurú es su madre, Adelaida, una humilde costurera que fue la creadora de lo que ahora es HND, una marca que solo en el 2020 superó los 40 millones de productos vendidos, elaborados en su fábrica en Sao Paulo, donde trabajan más de 400 personas. 

Autor del libro "Creencia inquebrantable", Rodrigues es un agradecido eterno con el esfuerzo de sus padres. Ella, costurera. Y él, Francisco, tornero mecánico. Pobres. Muy pobres. Adelaida, cuenta Sandro, nunca vio esto como una barrera. Él sí, lo reconoce. "Cuando tenía 12 años -hoy tengo 50- empecé a trabajar con mi mamá cargando su bolso, su mochila, mientras ella hacía ventas por las calles de Sao Paulo, casa por casa. Mi mamá me decía: 'hijo, nacer pobre no es una elección, porque Dios va a hacer que nazcas en el mejor ambiente para tu desarrollo; pero morir pobre sí lo es', Y cuando mi  mamá me hablaba de esto, yo pensaba 'mi mamá está loca'. ¿Por qué? Porque mis abuelos eran pobres, mis primos eran pobres, mis vecinos eran pobres, entonces, mi mamá está loca, seguro. Pero luego me di cuenta que ella no estaba hablando solo del crecimiento financiero, mi mamá estaba hablando de desarrollo, de ser pobres en cuanto a personas que no creen en sus sueños". 

De amplia sonrisa y contagiante alegría, Rodrigues muestra su mano con los dedos extendidos, representando el sol, mientras saca del baúl de su mente todas las experiencias de su vida. "¿Tú sufres de insomnio? Lee mi libro y en las dos primeras hojas te dormirás (carcajada). ¿Por qué Hinode? Porque mi mamá, una vez más mi mamá, siempre fue enamorada por la fuerza y disciplina de los japoneses. Tanto, que el primer libro que me dio para leer fue 'Made in Japan', que es la historia de Akio Morita, fundador de  Sony. El equipo de mi mamá, en la primera empresa, se llamaba Sol Naciente. Cuando íbamos a empezar la compañía, mi mamá decía '¿y ahora, cómo nos vamos a llamar?', y ella recordó esas dos historias. Preguntó a una persona que sabía hablar japonés 'hey, ¿cómo digo Sol Naciente en japonés?'. Hoy, nosotros decimos que Hinode significa el equipo de Adelaida, el equipo de mi mamá". 

No es verdad que el sueño vence tras las dos primeras páginas. Este libro está lleno de sus anécdotas, que es difícil, más bien, parar de leer las 207 páginas. Allí está encerrada toda la historia. Una historia que arrancó con el capítulo Ecuador en el 2018 y que a lo largo de estos tres años ha pagado en comisiones a sus consultoras y consultores independientes más de US$ 5millones de dólares; solo en el 2020 facturó en ventas US$ 10,3 millones. "Nosotros no estamos acá para hacer una aventura, sino para quedarnos mínimo 200 años. La expansión en el Ecuador se proyecta con un crecimiento mínimo del 15% anual, lo que permitirá sostener a miles de familias a través de la comercialización de los productos y el pago de más de US$ 2 millones en comisiones de venta al año". 

El 30 de octubre del 2021, la marca lanzará una nueva categoría en el país y tendrá más de 120 ítems en catálogo, lo que impulsará el crecimiento de ingresos económicos en la fuerza de ventas actual. Mientras tanto, Rodrigues cumple una agenda apretada donde comparte su forma tan espontánea y trabajadora de vivir, en lo empresarial y lo personal. "Yo soy optimista, por definición, basado en mi historia. Entonces, mi filtro, mis gafas, siempre son la copa está llena. Es verdad, he tenido éxito, pero no soy mejor que nadie, lo que me trae acá es mirar a las personas y decirles 'tú puedes'. Hay un tiempo adecuado para cada propósito debajo del cielo: tiempos de nacer y tiempos de morir, tiempo de plantar y tiempo de cosechar, tiempos de derribar y tiempos de construir, tiempos de tristeza y tiempos de felicidad, tiempos de llorar y tiempos de bailar...tiempos de luchar y tiempos de vivir en paz". (I)