El sector privado no se puede excusar en la falta de financiación para dirigir su mirada hacia la conservación de la biodiversidad. Lo dijo Mario Pardo ante representantes del sector privado, sociedad civil, científicos y conservacionistas.
El CEO de BBVA Colombia abordó la importancia y las oportunidades que existen para invertir en el cuidado del ambiente durante la edición 16 de la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, conocida como COP16.
La charla 'Nuevos mecanismos financieros innovadores' se desarrolló en el Pabellón del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), ubicado en la sede de la zona azul de la COP16, en Cali, Colombia. En este encuentro, que reúne cada dos años a los 196 países firmantes del Convenio de Diversidad Biológica (CDB), las finanzas fueron el tema central.
Del 21 de octubre al 2 de noviembre, los representantes de estas naciones debatieron acuerdos como la creación de un nuevo fondo para la conservación de la biodiversidad. Mientras esto ocurría en las salas de reuniones, en los conocidos como 'side events' se llevaban a cabo charlas, como las de Pardo, que acercaban un tema complejo, como el financiamiento, a un público no experto.
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Fomento de líneas de crédito
Mario Pardo compartió los aprendizajes adquiridos durante los últimos tres meses a través de la iniciativa que lleva a cabo BBVA Colombia y CAF. Ambos crearon una línea de crédito de US$ 50 millones para preservar y restaurar los ecosistemas estratégicos de Colombia. Al mismo tiempo, se busca apoyar a la población que vive en estas zonas para que usen de forma sostenible los recursos naturales y se beneficien de sus servicios.
La finalidad es financiar iniciativas para la conservación de la biodiversidad que a su vez fomenten aspectos como el uso productivo de la tierra, la producción pecuaria sostenible y la agricultura local y huertos urbanos. El 50% (US$ 25 millones) de la línea de crédito se destina a proyectos de biodiversidad de pequeñas y medianas empresas.
Más proyectos de empresas medianas
Los resultados muestran que existe mayor cantidad de proyectos tangibles en empresas medianas y medianas grandes, en comparación con las pequeñas y muy pequeñas.
"Es comprensible. Una pequeña empresa no tiene la capacidad de medir los impactos. Acompañarlas para que tengan la capacidad de hacer sus mediciones es una barrera que tenemos que ver cómo superamos", dice.
Por otro lado, dentro del proyecto se abordan tres tipos de enfoques: actividades con impacto positivo indirecto en la biodiversidad, actividades con impacto directo y soluciones basadas en la naturaleza. La mayoría de proyectos están en la primera categoría.
"De cara al sector privado, vamos a tener posibilidad de avanzar en lo primero, mientras que en lo segundo y lo tercero necesitamos más trabajo coordinado con el sector público para tener las precondiciones adecuadas para llevar a cabo la financiación", añade.
Dos ingredientes esenciales para atraer inversión privada
Según Pardo, innovación y alianzas son dos ingredientes necesarios para financiar la conservación de la biodiversidad. "Sabemos que el reto es muy grande y muy urgente, por lo que necesitamos innovar. En esa innovación, todos debemos ser flexibles".
La creación de las precondiciones para que lleguen inversiones basadas en la bioeconomía y en las comunidades locales es esencial. Por eso, explica, se necesita crear puentes y alianzas para implementar estas iniciativas innovadoras.
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Además, al ofrecerles términos económicos "interesantes", las empresas están dispuestas a medir las curvas o puntos de partida, que evidencian sus avances en la generación de un impacto positivo en la biodiversidad.
Este tipo de proyectos son esenciales en América Latina y el Caribe, donde se encuentran 7 de los 17 países más biodiversos del planeta. Al mismo tiempo, la región es una de las más vulnerables a las amenazas que ponen en riesgo la vida de las especies de flora y fauna.
Según el último informe del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), América Latina y el Caribe han perdido el 95% de su vida silvestre en 50 años. Las finanzas juegan un rol clave en detener y revertir la pérdida de la biodiversidad. Para Pardo, "el vaso, aunque está muy vacío, se está llenando de una manera interesante". (I)