El campanazo histórico que se dará el 1 de septiembre del 2021 en la Bolsa de Valores de Quito. Tras concluir el proceso de aprobación por parte de la Superintendencia de Compañías, la productora de té y energizante de guayusa, Waykana, se convertirá en la primera Pyme (Pequeña y media empresa) en lanzarse a financiar y abrir su negocio a través del mercado bursátil. Un salto que miles de empresas no quieren o no pueden darlo.
Valorada en US$ 1'108.000, esta pequeña empresa, nacida en el 2015, saldrá a bolsa con 220 acciones, a un valor de US$ 909 cada una, lo que le permitirá obtener alrededor de US$ 200.000 para financiar su plan de expansión en el país y lanzar nuevos productos. Hasta ahora, el 70% de la producción, o sea, unas 40 toneladas de guayusa al año, se destinaban a la exportación, hacia mercados como EE.UU., Alemania, Francia, Brunei, India, Hong Kong. El objetivo con la emisión será volver a las raíces, generar un mayor mercado interno con la apertura de 1.000 nuevos puntos de venta en los próximos seis meses y brindar a más ecuatorianos la oportunidad de disfrutar de una bebida que, a decir de los socios de Waykana, debiera ser un símbolo patrio.
Poseídos por un espíritu emprendedor, Juan David Gómez y Demetrio Santander emprendieron hace seis años un viaje a la Amazonía en busca de algo que les permitiera hacer realidad su anhelo de tener un negocio que generara desarrollo económico y social. “No, no, la ayahuasca no era el propósito”, aclara Gómez, mientras sigue recordando cómo fueron los primeros pasos. Llegaron al Napo y vieron y compartieron con las comunidades amazónicas el ritual de beber guayusa, un energizante de la naturaleza que, según estudios, es la hoja más cafeinada del mundo, que supera en energía al té negro, al té verde o a la yerba mate.
Regresaron con la mochila cargada de tareas. Empezaron con el armado de una cadena social con los indígenas, con quienes, en conjunto, trazaron las líneas del proyecto. Acto seguido, en el primer año, atrajeron una inversión inicial de US$ 100.000 de un inversionista ángel norteamericano, al cual Gómez conoció en su trabajo anterior y que confió en la idea. Eso les permitió, a los 10 meses de haber puesto en marcha la compañía, realizar su primera exportación: 10 cajitas pequeñas que se fueron a Alemania. “No teníamos ni idea de cómo exportar, pero sabíamos lo que no sabíamos y trabajamos para encontrar la gente clave”.
Con otras inversiones ángel adicionales, el negocio fue creciendo poco a poco. Actualmente, 110 agricultores quechua de las provincias de Napo y Orellana son los proveedores de las hojas de guayusa. El 60% es mujer. Por su producción reciben un 15% más que los estándares de comercio justo. Es una cadena social que va desde la selva amazónica a consumidores en varios puntos del planeta. La planta de procesamiento funciona en Pomasqui y hay dos plantas de acopio en Loreto Archidona. En términos de empleo, la pyme genera 12 empleos directos y 10 indirectos.
EL SALTO
De chiste a chiste. Así se fijó la meta de financiar la expansión de Waykana a través de la Bolsa de Valores. “Un emprendimiento necesita financiarse para crecer. Lo que ha pasado es que el ecuatoriano se queda con sus empresas familiares y con esquemas de operación donde no se quiere perder el control. De chiste a chiste nos plantearon la idea de emitir acciones y, de pronto nos encontramos hablando con la Bolsa de Valores de Quito. Nos decidimos, empezamos el proceso hace un año, en plena pandemia. De los chistes pasamos a la realidad y vimos que había una oportunidad efectiva, que era un mecanismo mucho más rápido y eficiente para levantar dinero. Viendo que la empresa tiene una estructura financiera y contable viable, nos lanzamos”, relata Gómez.
Como es la primera vez que Waykana hace una colocación de acciones, sus accionistas mayoritarios quisieron ser muy puntuales en su plan, por lo que se emitió un monto que está acorde a sus proyecciones de expansión. Además, consideran que es un buen precedente para el ingreso de nuevas acciones que se puedan emitir a futuro, a medida que la pyme vaya traccionando y obtenga mejores resultados. “Esto ya es jugar en otras ligas. El emprendedor siempre se queja de que no hay plata. Y el inversionista siempre se queja de que no hay proyectos donde invertir. Cerrar esa brecha y ver que sí hay acceso a financiamiento es la idea. Pero hay que hacer la tarea, hay que hacer muchas cosas, pero es posible. Queremos perdurar en el tiempo y eso solo puede ser posible poniéndole toda la energía salvaje y saludable”. (I)