Ella es una caja de anécdotas y sonrisas. El fiel reflejo de lo que es su tienda especializada bajo el concepto “cero basura', que salió a la luz un 14 de octubre de 2017, justo en el día de su cumpleaños. En Te Quiero Verde hay casi 1.000 productos, de más de 180 proveedores activos, emprendedores de distintas partes del país, cuya producción es ecológica, sustentable y no genera desperdicio. “La idea era crear algo intermedio, una tienda no muy grande, tampoco muy pequeñita, que fuera una vitrina para todos estos productos de emprendedores”, recuerda Andrea Palacios, una Ingeniera Comercial de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), nacida en Quito, pero que vivió una parte de su vida de niña y casi adolescente en Guayaquil y Taura.
Pero para saber cómo se armó Te Quiero Verde hay que remontarse a 2013, cuando Palacios se marchó a Australia, a realizar una Maestría en Negocios Avanzados, con enfoque en Sostenibilidad, en la Universidad de Queensland. Durante esos dos años de permanencia al otro lado del mundo fue cuando confluyeron sus recuerdos de niña correteando en los campos guayasenses, sus primeras experiencias laborales en las áreas de responsabilidad social empresarial en una embotelladora y en la de reconversión productiva en Yachay y su cambio hacia un estilo de vida más saludable. Esos eventos fueron la punta del ovillo.
“Cuando estaba en Australia, quería ser más saludable. Hacía full gimnasio y seguía a influencers de fitness. No sabía ni cocinar un huevo con arroz. Así que empecé a ver recetas y comprar productos saludables. Encontré las Bulk Foods Stores, una especie de tiendas a granel con un concepto mucho más novedoso, donde guiaban en cada cosa, si quería maní me explicaban que era proteína, por ejemplo. Me podía pasar horas allí y, como no tenía mucha plata, compraba un poquito de esto, un poquito de lo otro, para probar. Me picó el bichito y pensaba que por qué no había algo así en Ecuador, si bien la venta a granel no era nuevo, porque viene de los mercados de los abuelitos. De hecho, mi abuelita crió a 10 hijos con una tienda a granel”.
De regreso a Ecuador, en 2015, mientras trabajaba, empezó a reunir dinero para algún día emprender. En su cabeza ya visualizaba a Te Quiero Verde aunque con otro nombre: Granel Andrea. Junto a ir acumulando recursos, empezó a relacionarse de manera más profunda con una base de proveedores, principalmente de la Amazonia, mientras prestaba sus servicios para Yachay (en el área de reconversión productiva) e IKIAM. Cuando estuvo lista, se lanzó, con una inversión inicial de US$ 62.000, con 56 productos, muchas ganas y un modelo de negocio validado en bootcamps, con mentores y en su propia intuición y preparación profesional. “Había gente que me decía que no iba a funcionar, porque era una idea para gringos, porque aquí no tenemos conciencia ecológica, porque aquí no nos importa eso. Y yo me aferraba al hecho de que, sí, podía ser algo de nicho al comienzo, pero que luego se iría ampliando. Empecé con una libreta a mano, calculando al granel. Tenía un empleado que venía los fines de semana a ayudarme un poco, En ese tiempo teníamos alimentos y jabones de cosmética. Hoy la oferta es amplia, lo que refleja cómo ha avanzado el mercado en Ecuador”.
Durante cinco años el emprendimiento ha venido fortaleciéndose. Palacios también. Entre el 9 de junio y el 17 de julio de 2022, participó en la Iniciativa Jóvenes Líderes de las Américas (YLAI), del Departamento de Estado de EE.UU., un programa de capacitación para empresarios emergentes del hemisferio occidental. “El proceso para ser elegida fue exigente. Logré atravesar con éxito las diferentes etapas. Estuve en San Diego. Aparte de capacitaciones previas virtuales, me colocaron seis semanas en una ONG que se llama Kitchens for Good. No entendía al principio por qué me pusieron ahí y fue porque ellos tienen una tienda de kitchenware, como cocina de segundo uso, que funciona a través de donaciones. Ellos vieron el impacto social ambiental del que podía aprender. También visité fui tiendas y modelos de negocios similares a Te Quiero Verde. Ya hacemos negocios e intercambios con estos”.
Actualmente, la emprendedora cuenta con dos tiendas abiertas en Quito, donde innova permanentemente en su cartera de productos, como el desodorante al granel, que parecía ser una locura, pero que ha sido uno de las grandes sorpresas en ventas. Tras el primer local inaugurado en 2017, abrió un segundo en junio del 2019. Con estos, genera seis empleos e ingresos anuales por alrededor de US$ 200.000. Debido a los pedidos para que se coloquen tiendas en otros puntos y otras ciudades, la CEO optó por construir un sistema de franquicias a finales de 2021. “El año pasado, con mi esposo, pensamos en expandir el negocio, pero ahora que la familia creció y somos tres, quisimos darle más valor a nuestro tiempo juntos. Así que diseñamos las franquicias”.
Las primeras tres ya están vendidas. La primera abrirá el 17 de septiembre de 2022, en el Valle de los Chillos; la segunda en Tumbaco; y, la tercera en el norte de Quito que podrá ser Ponceano o el Condado. El costo de la franquicia es de US$ 18.550, con un tiempo de retorno de 18 meses, en un escenario conservador. El objetivo es contar con cinco franquicias este año y para 2023 tenerlas en unas diez provincias. “Cuando anunciamos la franquicia, tuvimos casi 400 interesados. No quiero vender por vender, quiero que los franquiciados tengan éxito, que sientan que estamos con ellos, que ellos sientan esa responsabilidad de cuidar nuestra marca. Por ello, a un posible franquiciado, primero, debe gustarle y tener convicción sobre lo que promovemos. Y, segundo, que dedique la mayor parte del tiempo al negocio”. (I)