Hacer una lista (y comprobarla dos veces)
Nunca se puede estar demasiado preparado para el día grande en el que lanzas tu producto y la preparación comienza con una lista de cosas que comprobar que estén bien antes de dar el disparo de salida.
Si eres como la mayoría de los empresarios, es probable que seas un optimista crónico, y aunque eso es bueno para construir el negocio, puede ser un perjuicio a la hora de calcular de forma realista los plazos necesarios para hacer que todo funcione correctamente.
Para determinar el camino correcto, date entre tres y seis meses para realizar comprobaciones. Cuando tengas que hacer estrategias de marketing y eliminar errores, agradecerás tener ese margen.
Seleccionar una fecha de lanzamiento concreta
Esa fecha es la culminación de un trabajo duro y debe ser grande. Asegúrate de que no está enterrada bajo eventos de la misma industria.
Establecer objetivos tras el lanzamiento
Una vez puesta la fecha, es importante tener metas para después del lanzamiento. No puedes lanzarlos y esperar a ver qué pasa sin más. Es tu oportunidad de lograr la atención de los inversores, de validar tu producto y presentarte a la industria.
Establece puntos de referencia en función de tus objetivos y asegúrate de colocarlos de forma realista en el calendario.
Determinar los pasos a seguir y las funciones de delegado
Como capitán de la compañía, el CEO debe ser responsable de hacer que se cumpa la lista de la que hablábamos anteriormente y de que se cumplan los objetivos en tiempo y forma.
Para que esto ocurra también tiene que estar muy bien definida su función en el proceso de lanzamiento, con quién tiene que relacionarse y qué debe decir.
Maximizar el nicho de mercado
La comercialización de tu producto a todo el mundo puede tener clientes iniciales y gente que ya esté atenta al lanzamiento, pero de cara al futuro es importante que el producto consiga pronto nuevos adeptos. Para conseguir eso último lo mejor es establecer un público objetivo y dirigirse a él a lo grande.
Alentar a los primeros usuarios
Los primeros usuarios de un producto son decisivos, son los que pueden hacer que tu producto no lo consuma nadie o que se extienda rápidamente entre las masas. Por eso, lo más adecuado es mantenerlos contentos, fidelizarlos con regalos, descuentos o privilegios y hacer que se sientan únicos y formando parte de algo espectacular. Eso ayudará a que recomienden la experiencia y el producto a los demás.
*Nota publicada en Forbes España