A 25 metros de profundidad, en el sector de San Felipe, en Latacunga, se encuentra una fuente de agua que brota con gas natural. Llega desde los deshielos del volcán Cotopaxi, es embotellada por Fuentes San Felipe y desde allí parte para saciar la sed de los consumidores ecuatorianos y, desde hace dos semanas, también está en perchas de Estados Unidos.
Forbes Ecuador visitó uno de sus centros de acopio en el sector de Carcelén, en el norte de Quito; allí nos recibió la gerente general, Bertha Sánchez Figueroa, y el jefe de marketing, Paúl Tapia. Sánchez tiene 44 años y cuenta con una formación en administración de empresas familiares y habilidades gerenciales. Siempre se vinculó con el tema de liderazgo y fue elegida para encabezar el negocio familiar.
Fuentes San Felipe fue fundada en 1928 por Eloy Sánchez Cañas, quien compró los terrenos en donde se encuentran ubicadas las fuentes de agua mineral. En 1938, inició el embotellamiento en frascos verdes y cafés, con etiquetas de papel. Así han pasado los años y hoy la empresa cuenta con un portafolio de más de 40 productos, todos elaborados con su agua mineral.
“Desde pequeña estuve cerca de la marca y cuando me gradué de la universidad entré en el área de ventas y marketing. Después me fui a estudiar en España y a mi regreso me hice cargo, por siete años, del área de ventas. En 2018, me designaron como gerente”. En Ecuador son pocas las empresas familiares que “sobreviven” a la tercera generación y San Felipe es una de ellas. Sánchez representa a la tercera generación que tomó las riendas de un negocio que no deja de transformarse. “Yo me di cuenta que algo no funcionaba bien. Cuando estuve en España aprendí que se deben tomar decisiones para perdurar en el tiempo. Por ejemplo, establecer un protocolo familiar, instaurar un gobierno corporativo y profesionalizar a la compañía para que las decisiones se tomen objetivamente, dejando a un lado la parte afectiva”.
Ahora la empresa cuenta con directores independientes y ajenos a la familia, que les dan una nueva visión para crecer. Desde junio de 2018 -a pesar de todos los acontecimientos nacionales y mundiales- han fortalecido su presencia. Entre 2021 y 2022, las ventas aumentaron un 67 % y las expectativas para este año es crecer en un 50 %. La empresa factura cerca de US$ 450.000 al mes.
Entre los cambios más grandes que ha realizado Sánchez están la apertura de nuevos canales de venta, lanzar nuevos productos saludables al mercado y marcar un camino sostenible a largo plazo.
La planta está en Latacunga y Fuentes San Felipe acaba de cumplir 95 años, el mismo día del cumpleaños de su abuelo y fundador. Sánchez se enfoca en la diferenciación y en ser reconocidos como una compañía sostenible. “Siempre mantuvimos nuestros envases retornables de vidrio y por eso estamos en los mejores restaurantes de Quito. También, llegamos a muchos hogares. Además cuidamos el ambiente y recolectamos botellas de plástico para crear productos como gafas y bicicletas”.
Por otro lado, la empresa trabaja por cumplir el ODS 5, igualdad de género. Cuando Sánchez llegó solo el 5 % de la nómina era mujeres. Ahora, ya alcanza el 21 % y el objetivo es lograr la paridad. San Felipe cuenta con 83 colaboradores y casi se han duplicado las ventas desde 2019. Sin embargo, esperan que el 20 % de sus ingresos provengan de mercados internacionales. “Hicimos todo un proceso para exportar (a Estados Unidos). Primero mandamos la marca San Felipe, pero algo no estaba bien. Hicimos un estudio de mercado, cambiamos el nombre, buscamos un público objetivo… nos tomó casi un año y nuestro primer contenedor salió hace dos semanas”. El plan es comenzar por Florida, en restaurantes y supermercados, y darle más fuerza a los productos a partir de septiembre.
Para el mercado estadounidense se usa la marca “Watergy”. Su etiqueta es de colores fosforescentes: tomate, turquesa, morado y verde. Todas las descripciones están en inglés y -en un extremo- dice: “Product of Ecuador”.
Además la empresa cuenta con bebidas funcionales, con colágeno y con otros sabores como la toronja. “Somos una segunda alternativa de agua mineral que antes no estaba mapeada. Tenemos trabajo por hacer y estamos fortaleciendo nuestro nombre. De las 10 personas que prueban nuestra agua, nueve se cambian. Tiene componentes minerales diferentes y eso la hace más rica, su sabor perdura por más tiempo”.
Fuentes San Felipe tiene hoy en día una capacidad de producción de 1,6 millones de unidades al mes. “Queremos ser una empresa diferente y somos la única embotelladora de agua certificada carbono neutro. Eso marca un precedente”. (I)