La vida laboral de la colombiana Vivian Montoya ha sido un rotundo éxito a pesar de que en uno de sus primeros trabajos, en Cemex, la despidieron a los cuatro meses de haber entrado por la crisis inmobiliaria de la época. Pasados los años, llegó a ser la gerente global de comunicaciones de una de las divisiones de la tecnológica europea ABB.
Estaba radicada en Bérgamo, al norte de Italia, al lado del CEO y tenía a su cargo la reputación de la compañía en más de 100 países. En ese cargo, fue jefe de 40 personas que a su vez tenían equipos locales. Hace unos días, renunció.
“Tengo una empresa propia que ya me da para vivir”, dice Montoya, en una entrevista con Forbes vía videollamada, ahora como CEO de su propia compañía de coaching VM Leaders Academy, que realiza sesiones personalizadas, ayuda a mejorar perfiles, a afrontar situaciones de acoso laboral y lleva a cabo conferencias.
La mayoría de sus clientes le han llegado por TikTok, donde tiene más de 3 millones de 'me gusta' y 400.000 seguidores a los que, a diferencia de otras estrellas de la plataforma, no les baila, sino que comparte cortas reflexiones sobre liderazgo, equidad de género y del mundo laboral.
“Hago contenido con el que demuestro que se puede crecer de manera muy ética”, comenta Montoya.
Trayectoria profesional
A ABB, donde duró 12 años, llegó luego de aplicar a cientos de ofertas laborales con una estrategia en la que revisaba en Forbes y en Fortune cuales eran las empresas más grandes del mundo. Ella es comunicadora social y periodista, egresada de la Universidad de la Sabana, donde también hizo una especialización en gerencia comercial y una maestría en Comunicación Estratégica de la misma institución.
“Yo no sabía el monstruo de empresa que era y me ofrecían $500.000 menos a mi anterior trabajo. Pensé que iba a ser un escampadero”, recuerda Montoya, que primero fue coordinadora de comunicaciones y gerente de comunicaciones de ABB en Colombia.
Se había propuesto moverse de cargo cada dos o tres años y justo para 2015, cuando estaba terminando su maestría, en un café de la oficina escuchó que estaban buscando una gerente regional de comunicaciones para América Latina y preguntó si se podía postular. Hizo el proceso y se quedó con el puesto en el que su responsabilidad se expandió a 23 países de la región, incluyendo Brasil y México, radicada en Bogotá.
En 2017, se postuló al cargo global, un proceso de seis meses al que se presentaron muchas personas internas y externas de la compañía.
“En la mitad del proceso era la única latina aspirando al cargo. La última entrevista fue en Italia. Antes de llegar revisé perfiles de cada una de las personas que me iban a entrevistar y tenía que proponer todas las estrategias de comunicación para la unidad de negocio Smart Power”, relata Montoya, a quien le dieron cinco meses de plazo para mudarse a Italia al quedar seleccionada, pero empezó a trabajar desde Bogotá interactuando con todas las zonas horarias.
Cuenta que era la más joven del equipo y que con cada movimiento tenía que dar resultados, demostrando por qué debía estar ahí.
El surgimiento del proyecto
El proyecto paralelo empézo a tomar fuerza durante la pandemia. Activó su propia página web, a mover sus contactos y le dedicaba seis horas diarias después de terminada su jornada laboral.
Vivian confiesa que durante ese tiempo también, por la soledad y la falta de contacto con la gente, rodeada de una cultura cerrada y conservadora en el Norte de Italia, sufrió una depresión. “Estar lejos de mi país me perjudicó la cabeza. Estaba tomando antidepresivos porque todas las dimensiones de mi vida estaban descuidadas”, anota.
Notaba que necesitaba hacer algo distinto, así que comenzó a usar TikTok como una herramienta para compartir su historia de vida y sin buscarlo, su perfil se viralizó.
“Es una forma de mostrar a todas las personas que pueden”, afirma Montoya. “Yo quiero compartir conocimiento y soy sarcástica haciendolo. Uno de mis videos más virales es como viajar en clase ejecutiva sin que nadie te pague nada, demostrando que alguiena través de su trabajo y su preparación se puede dar esa vida”.
Cuando sus números iniciaron a crecer, avisó a la empresa para que hiciera un análisis legal de lo que ella estaba haciendo, ya que ella era un rostro corporativo de la compañía alrededor del mundo. Le dieron vía libre para seguir con sus videos y su empresa propia comenzó a robustcerse.
“Siempre he tenido la mentalidad de que por más alto que llegues a un cargo, siempre serás empleado. Yo me fijé la meta de tener mi propia empresa así que empecé a desarrollarla. Reconozco que por ser soltera y no tener hijos, para mi es mas fácil gestionar mi tiempo”, explica Montoya. “Hoy los frutos que recojo es haber montado una empresa de formación de líderes donde les ayudo con su carrera profesional”.
Entre Colombia e Italia
Para esta nueva etapa, ha decidido vivir por temporadas entre Colombia, desde donde manejará sus clientes latinoamericanos, e Italia, desde donde atenderá sus clientes europeos. Ella habla fluido inglés e italiano.
“VM Leaders Academy creció tanto que ya no me quedaba tiempo para cumplir con mi trabajo y al tiempo llevar acabo las sesiones de coaching y las conferencias. Empecé a hacer cuentas y en el proyecto paralelo ya ganaba más que en mi trabajo de base”, amplía Montoya sobre su renuncia.
A las mujeres quiere contarles que se pueden dar la vida que se propongan, sin depender de alguien al lado.
“A mi audiencia siempre le digo que se puede crecer, ganarte la seguridad, ganarte procesos de selección siempre con la ética y la integridad”, concreta Montoya.
*Publicada en Forbes Colombia