Terminó el colegio con el deseo de estudiar Ingeniería Electrónica. Era muy bueno para los números y buscaba una carrera que le permitiera potenciar esas habilidades. Diego Sebastián Albuja Espinoza tiene 27 años y es el fundador de DF Academy, un emprendimiento que ya factura cerca de US$ 30.000 mensuales.
Su gusto por las matemáticas, con el tiempo, se tradujo en amor por los negocios y las bolsas de valores. Ingresó a la empresa IM para formar parte de un programa de liderazgo y ahí escuchó por primera vez: “inversión en la bolsa”. Esa fue la motivación para dejar de lado la electrónica y estudiar administración de empresas. Hoy está cursando el último semestre.
Albuja cuenta que ese empleo cambió su vida porque le enseñaron a formar líderes y él también se convirtió en uno. Su meta fue desarrollar algo propio y el mundo de las inversiones era un tema poco explorado en Ecuador. Tomó varios cursos en el extranjero para obtener las certificaciones de brokers de inversiones y hoy es un experto en temas de la bolsa en el país. Su negocio se centra en formar personas para que puedan rentabilizar su dinero mediante las inversiones en mercados financieros. Su meta: colocar un banco internacional para que sus estudiantes sean sus inversionistas.
¿Cómo nació DF Academy?
Primero empecé una comunidad en redes sociales en 2015, principalmente en Instagram, para conocer si el producto o el servicio era viable en Ecuador. Muchos de mis conocidos veían que ya estaba metiendo inversiones y les llamó mucho la atención. Tenía como 300 seguidores y ahora el número llega a 13.000. Además, contamos con más de 600 estudiantes que están, realmente, viviendo de inversiones y en un futuro, seguramente, ingresarán a las bienes raíces.
¿Es un centro educativo?
Sí, es una institución educativa en Ecuador. Actualmente, empezamos a formalizar las certificaciones. En 2024, vamos a ser la primera empresa en emitir certificados por medio del Centro Tecnológico de Entrenamiento y Capacitación, avalando que los graduados saben de mercados financieros en Ecuador. También estamos en un proceso de evaluación por el Ministerio del Trabajo y la Senescyt para que los diplomas avalen el conocimiento de las personas y puedan trabajar en cooperativas o bancos nacionales. En un futuro, estamos pensando en certificaciones internacionales.
¿Qué encuentran las personas en esta academia?
La propuesta de valor son dos cosas: puedes desarrollar la habilidad de hacer inversiones y la segunda es que puedas desarrollarte personalmente. Para ingresar a un mercado de valores y tomar una decisión debes estar, emocionalmente, neutro. Es decir, ingresas a la academia (formalizada en 2019); obtienes toda la información sobre el mercado financiero nacional e internacional; y tienes un coaching para que puedas alcanzar objetivos más grandes a futuro.
¿Qué habilidades necesita una persona para invertir en la bolsa?
Las personas necesitan profundizar en el análisis de mercados, metodologías, gestión de riesgo, organización de ideas y emociones para la toma de decisiones. El objetivo es no caer en la tentación de hacer algo erróneo en el mercado.
¿Quiénes pueden ser inversionistas?
Todos lo pueden aprender; desde los 12 años hasta una persona que tenga 60 o 65 años. No existe una condición de quién lo puede hacer y quién no.
¿Enseñas con la experiencia?
Empecé con una cuenta de US$ 100 cuando tenía 19 años, con una rentabilidad del 5 % o 10 % mensual; que —para un estudiante— no era mucho, pero mi objetivo era manejar cuentas de US$ 50.000 o US$ 100.000 con empresas internacionales de apalancamiento. Investigué, hice un curso en Inglaterra y me apoyaron mucho. A través de una evaluación, en una empresa de EE.UU., me dieron una cuenta de US$ 200.000 para que comience a rentabilizar.
¿En qué consiste este apoyo?
Existen empresas de apalancamiento de capital, siempre y cuando tú tengas el conocimiento de gestión de riesgo avalado. Ellos te dan el dinero para que tú lo manejes, te ponen condiciones, te dicen cuánto es el límite para perder o ganar. Tienen políticas internas y no pasa nada si pierdes el capital porque tienes condiciones previas. Por ejemplo, no puedes perder más del 5 % diario o más del 10 % de tu balance inicial.
¿Lo puedes hacer en cualquier divisa?
Sí, en euros, dólares, yenes… en la que tú quieras.
¿Cuánto puede ganar un buen inversionista?
Bueno, eso depende, pero se puede sacar entre un 5 % y un 10 % mensual.
¿Qué se necesita para ser un buen inversionista?
En Ecuador, necesitamos educación financiera. Te puedes dar cuenta en las universidades que solo sacan talleres o workshops, pero no enseñan esto como una materia dentro de la malla curricular. Normalmente, aquí aprendemos a las malas, perdiendo dinero. Mucho de esto es intuitivo y por la experiencia. La ventaja es que ahora ya existen más personas que están interesadas en estas capacitaciones y aprendizajes para que puedan invertir en cualquier tipo de bolsa, por ejemplo, en las criptomonedas.
Con tan solo 27 años, ¿consideras que eres un buen inversionista? ¿Cuáles son tus claves?
Sí. Una de las claves para que te conviertas en un inversor es el enfoque, dedicarte a aprender. Yo lo hice como si fuera una carrera universitaria, a la par de mis estudios me estaba formando en la parte de inversiones. También, debes tener un buen tutor. No digo profesor porque él solo te enseña teoría, el primero —en cambio— te guía en el camino.
¿Cuánto dura este aprendizaje en la academia?
Tiene dos partes, una teórica y otra práctica, con un plan de acción semanal. Es una formación más profunda y rápida. El curso dura entre siete y 10 semanas. La persona se gradúa y el objetivo es entrar a las empresas de apalancamiento de capital.
¿Cómo miras el futuro en Ecuador con respecto al mercado bursátil?
Está evolucionando bastante porque hay muchas personas que están dentro de este ámbito de las inversiones. Otras están viajando al exterior para continuar con sus capacitaciones. También, hay que recalcar que —con el auge de la inteligencia artificial— mucha gente está enfocándose en la unión de esta tecnología con las inversiones. (I)