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Negocios
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La compañía pasará de tener 950 colaboradores a entre 1.300 y 1.400 en tres años. Solo en 2022 invertirá US$ 12 millones y generará 130 plazas de empleo. Su gerenta general, Katherin Miño, explica los alcances de lo que será el acuerdo alcanzado con el Gobierno.

15 Mayo de 2022 22.14

De los 22 años de vida que tiene Puntonet, en 21 ha estado Katherin Miño. Ingeniera Comercial, madre de dos hijos, empezó creando el Departamento Comercial de la compañía de telecomunicaciones ecuatoriana. Desde hace diez años es su Gerenta General. Está convencida de que el sector privado está llamado a apoyar la reactivación y recuperación económica del país. Por esa razón, decidió junto a los accionistas y colaboradores comprometer en un contrato una millonaria inversión para tres años, que significará un incremento de su presencia en más ciudades y la creación de al menos 350 plazas de trabajo. 

¿Cuál es el alcance del contrato de inversión sellado con el Gobierno?

El contrato de inversión es un reto para las compañías, porque hay que alinearse con las expectativas que tiene el Gobierno. Si bien este mecanismo ya existía desde hace un par de años, la actual administración ha buscado ese acercamiento con el sector privado para un beneficio mutuo. El éxito de un país se da cuando hay colaboración y conversión entre los sectores privado y público. En el proceso, debíamos demostrar cómo podíamos aportar a generar empleo, a atraer inversiones. Decidimos participar, porque podíamos aprovechar este empujoncito por parte del Gobierno, a cambio de que sigamos apostando al país. Cabe señalar que apenas el 5 % de los US$ 5.000 millones que firmó el Gobierno en contratos de inversión está en el sector tecnológico.   

¿Qué busca Puntonet con este contrato de inversión?

Expandir las redes de fibra óptica, en sintonía con los proyectos del Gobierno de reducir la brecha digital y la penetración de Internet en el país. Está mejorando, pero en las zonas urbanas. En la ruralidad, durante la pandemia se evidenció el analfabetismo y la brecha digital existente. Nosotros buscamos acelerar esa cobertura en zonas rurales, ser un motor para que el Internet llegue y ayude a romper las barreras de educación, de violencia familiar, de equidad de género, de crecimiento económico para el emprendimiento.

¿Cuánto comprometieron en inversiones y a qué tiempo?

Tenemos un compromiso de invertir US$ 51 millones hasta 2024, lo cual va a implicar abrir operaciones en más ciudades, expandir nuestras redes a zonas rurales, a poblaciones más pequeñas. Este año pensamos abrir diez ciudades y el próximo año cerca de 17. Entre ellas, Milagro, Atuntaqui, Chone, donde existe una población importante que no cuenta con servicios de Internet, con la formalidad, estructura y servicio que se requiere. Las economías geek, si bien faltan estimularlas, son buenas opciones para la mejora del empleo. 

¿En qué van a invertir?

En comprar muchos más kilómetros de fibra óptica para instalarla en las ciudades. Además, se necesita equipamiento, equipos terminales, para el segmento residencial. Mientras que para el segmento corporativo se debe impulsar las soluciones de nube y otros servicios. Uno de los principales retos es la ciberseguridad. Cada vez son mayores los ataques y debemos estar listos para proteger toda la cantidad de datos que recibimos. Nuestra estructura debe ser robusta y segura. Hay que cubrir muchas aristas para mitigar los riesgos. 

¿De qué monto es la inversión solo para este año?

Más o menos US$ 12 millones. 

¿Qué les da el Gobierno a cambio?

El 85 % de los componentes requeridos para entregar un buen servicio de conectividad es importado. Debemos asumir el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD). Eso encarece. No vamos a pagar este impuesto en todos los componentes que importemos para expandir la red de fibra óptica. Además, tendremos optimización del Impuesto a la Renta (IR). Por este contrato de inversión podremos utilizar puntos en IR, en ocho o diez años. Y lo más importante es la estabilidad tributaria, las reglas del juego se mantendrán por más que haya cambio de Gobierno. Eso brinda tranquilidad para que los inversionistas podamos apostar y crear empleo. Nosotros, solo este año crearemos 130 fuentes de empleo. Actualmente tenemos 950 colaboradores. Para 2024 estimamos que llegaremos a entre 1.300 y 1400 trabajadores. 

¿Cómo se van a financiar para la inversión?

Una parte, a través de los accionistas y, otra parte, mediante el sistema financiero. Hemos tenido una trayectoria sólida lo que nos permite tener abiertas a financiamiento. A lo largo de nuestra trayectoria hemos demostrado solidez y la banca apoya eso, con tasas y plazos de más interesantes. Se está generando un círculo virtuoso. Soy muy positiva con esto.

Anuncios de millonarios contratos de inversión se han dado varios en los últimos años, sin que se conozca a ciencia cierta en qué quedaron. ¿Qué hace pensar que esta vez sí se conocerá su efectividad y que se llegarán a cumplir los compromisos adquiridos?

Estoy de acuerdo contigo, si el Gobierno no demuestra lo que está pasando, pues que no se quede solo en la firma. Creemos que hoy existe una sinergia entre las diferentes entidades al frente del proceso, como el Micip, el MEF, el SRI y el MIntel, que en nuestro caso es el ente regulador. Cuando firmamos el contrato de inversión entregamos toda una data que respalda que vamos a hacerlo. El Gobierno tiene todas las fuentes de información para evidenciar esa inversión. 

Si no cumplen con las metas del contrato, hipotéticamente, ¿les retiran los beneficios?

Sí. Está establecido. Pero más allá de eso, he observado que en el segmento empresarial hay mucha predisposición de apoyar, de apostar por el país.

¿Qué es Puntonet en este momento?

Somos una empresa ecuatoriana 100 %, con 22 años de trayectoria. Hemos realizado una constante renovación tecnológica, abriendo oficinas, sumando redes, con infraestructura satelital para los lugares donde no llegamos, como Galápagos, por ejemplo. Tenemos 13 oficinas comerciales, 20 ciudades con cobertura de fibra óptica. Y un gran talento humano, donde creemos que las conexiones pueden cambiar el mundo. 

¿Piensan dar el salto a otro país en algún momento?

No, la verdad. Hay mucho por hacer en Ecuador. Somos el país con menos penetración y ancho de banda de la región. Todavía hay mucho espacio para trabajar aquí. 

Usted se ha mantenido al frente de la firma por diez años. ¿Cómo está la equidad de género?

Es una de las frustraciones que, como mujer, la mantengo. El porcentaje de mujeres que estudia carreras técnicas y que están laboralmente ubicadas es menos del 58%, si no me equivoco. Hay muchas mujeres que estudian una carrera stem, pero no se ubican. Dentro de la empresa, a mí se me ha complicado llegar a una paridad de género. El 35% de los colaboradores es mujer. Y no hemos logrado avanzar porque la mayoría está en calle instalando fibra óptica, que pesa mucho, hay que cargarla para subir a los postes instalarla. En ese sentido, no lo hemos logrado. En el equipo directivo, sin embargo, el 50% es mujer. 

A propósito, ¿cuándo desaparecerán los famosos 'tallarines'? Mientras el mundo avanza a un mundo sostenible, la contaminación por esta vía aumenta cada día. 

Es un gran desafío para el Gobierno y las empresas. Existen muchas empresas chiquitas que no están tan apegadas a la norma. Hay cualquier cantidad de estas empresas que no están controladas. La única salida es alinearnos los GAD, la empresa eléctrica, el Mintel, las compañías, pero no existe una sinergia. Es súper complicado, no veo solución ni a mediano plazo y no creo que el Gobierno, en esta coyuntura, lo tenga como una prioridad. 

Soterrar es una solución. 

No es tan sencillo. La Ley Orgánica de Telecomunicaciones dice que el Estado debe construir los ductos y nosotros soterrar, pero los ductos cuestan mucho, hay que cumplir la seguridad industrial para que no entre agua y haya descargas eléctricas, por ejemplo. Y, encima de eso, poner de acuerdo a tantas entidades y generar esa conciencia, es súper complicado. Esto es un tema cultural, donde no hay respeto con las ordenanzas y normas regulatorias. (I)

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