Randstad, la firma global en servicios de Recursos Humanos, presentó una guía práctica para implementar procesos de reclutamiento neutros al género en las organizaciones, con el objetivo de impulsar el desarrollo de ámbitos laborales más diversos e inclusivos.
La guía brinda claves, tips y consejos prácticos para evitar los sesgos y otros comportamientos que condicionan las posibilidades de un acceso igualitario de las mujeres a las oportunidades laborales en las diferentes instancias del proceso de reclutamiento de una organización, bajo la premisa de que un proceso neutro favorecerá la equidad de género y la diversidad y, por ende, los resultados económicos de esa organización.
“A esta altura, no hay dudas que la equidad de género, además de una deuda pendiente en materia de justicia hacia las mujeres, es un buen negocio para las empresas, ya que solo a través de equipos diversos, representativos de una sociedad que es naturalmente diversa, se puede interpretar cabalmente las necesidades del mercado comercial al que apuntan los productos y servicios de esas empresas”, sostuvo Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay.
A través de herramientas prácticas en relación a la utilización de una comunicación y lenguaje con perspectiva de género en la redacción de los avisos de búsqueda, criterios para la definición del perfil de la posición y para la realización de entrevistas laborales, la guía promueve parámetros claros que permiten abordar procesos de selección que garanticen la mayor objetividad posible, teniendo siempre presentes los principios de igualdad y transparencia en la búsqueda de la incorporación de talento.
Asimismo, el manual destaca que el lenguaje juega un papel central en la configuración de la cultura y de las identidades; construye significados, percepciones y valoraciones -positivas o negativas- sobre aquello que nombramos. A través de patrones y mensajes estereotipados, se transmite y reproduce la desigualdad. Para evitar muchos de los errores habituales relacionados con el lenguaje en materia de neutralidad de género, es recomendable no asignar un género a las posiciones laborales; evitar asociar un área con un género; flexibilizar los requisitos asociados al desarrollo de carrera y no asociar determinadas modalidades de trabajo a un género.
El documento subraya también que la diversidad refuerza y prestigia la marca empleadora de toda organización en una doble dirección. Hacia el interior de la empresa, mejora el clima laboral, el compromiso y la fidelización de los colaboradores y colaboradoras. Hacia el exterior, muestra una cultura organizacional y valores con los que las personas coinciden y se pueden identificar.
En relación a los sesgos y su incidencia en los procesos de reclutamiento, Ávila sostuvo: “El mayor desafío que presentan los sesgos es que se dan de manera inconsciente. Es decir, al realizar un proceso de selección de personal, inevitablemente se activan nuestras preferencias personales subjetivas, tiñendo todo el proceso. Por eso resulta fundamental partir de un primer paso de concientización de los sesgos, para que los talentos puedan ser elegidos a partir de sus competencias, habilidades y por la adecuación al perfil de la búsqueda”.
La guía fue elaborada en el marco de la Iniciativa Público-Privada para la Igualdad de Género en el Mercado de Trabajo (IPP), dependiente de la Secretaría de Igualdad de Género del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y busca orientar a las empresas para que puedan llevar adelante procesos de reclutamiento equitativos y libres de sesgos, poniendo en primer lugar el talento humano.