Cuando Susana Goitia y Rodolfo González llegaron a Ecuador en septiembre de 2019 se quedaron impresionados por las posibilidades que les ofrecía el país. "Ecuador es una despensa enorme”, se dijo este matrimonio que se instaló en Quito por el trabajo de Goitia, quien ese entonces era una alta ejecutiva de una multinacional del sector de bebidas y alimentos.
En palabras de Goitia, nacida en Venezuela y con nacionalidad mexicana, Ecuador tiene una serie de ventajas y bondades: “es un país pequeño, con buena calidad de vida, con poco tráfico en comparación con otros países, con menos inseguridad en comparación también con otros países de la región y con una moneda sólida como el dólar. Tiene todo, es un paraíso”.
Esas características del Ecuador cautivaron a la pareja que tenía previsto permanecer en Ecuador durante dos años. Pero los planes cambiaron. Si bien Goitia estaba a gusto en su trabajo, lo mismo que González, quien se movía en el mundo de la publicidad, los dos pensaban en algún negocio, en importar algo desde México.
Con el tiempo fueron descubriendo el espíritu emprendedor del ecuatoriano, así como la cantidad y variedad de frutos que daba la tierra ecuatoriana. El palmito, la quinua y el chocho fueron los primeros alimentos en los que vieron oportunidades para un negocio. Entonces apostaron, en principio, por el palmito, tras probarlo en Quito, en noviembre del año pasado.
Ellos analizaron las tendencias de consumo en México y vieron que el palmito tenía buenas posibilidades. “Nos enamoramos del producto y vimos que no había competencia en México”, comenta González en su casa en las afueras de Quito.
Así nació en julio de 2021 la empresa Heaven Sprout Foods y la marca Di Palma. El modelo de negocio es el siguiente: la empresa compra el palmito a dos empresas ecuatorianas que procesan este vegetal cosechado en La Concordia; con sus fórmulas le da un valor agregado con cortes tipo espagueti, tipo lasaña, tipo puré y tipo arroz; lo coloca en latas o en cajas ?según la presentación-; y lo comercializa con la marca Di Palma en el extranjero, aprovechando la red de contactos y de socios estratégicos que ambos tienen en México.
La idea es apoyar a productores ecuatorianos con innovación, tecnología e inteligencia comercial, explica Goitia. “Queremos ayudar a la cadena de valor llevando productos a países desarrollados y generar un círculo dorado, desde quien siembra, pasando por los que producen, empacan, distribuyen y venden los productos de este paraíso llamado Ecuador”.
González, mexicano, diseñador industrial y con trayectoria en el mundo de la publicidad y el marketing, desarrolló la marca, la línea gráfica y los empaques. Goitia, como CEO de la empresa, se encargó de la parte estratégica. Y tras asegurar la materia prima empezó el trabajo para un primer envío.
Fue un trabajo minucioso, en el que la empresa tuvo que cumplir una serie de trámites y requerimientos de las autoridades en Ecuador y México. Una vez que la empresa tuvo luz verde se envió, por vía marítima, el primer contenedor de 20 pies en septiembre pasado, luego de dos meses de controles y trámites.
Así fue que Di Palma llegó hace cuatro semanas a Walmart y H.E.B. México. Allí las latas se ofrecen en línea y en perchas, y empiezan a ganar mercado, en especial entre los 'flexitarianos', esos consumidores que durante la semana son vegetarianos, pero el fin de semana prueban algún tipo de carne y carbohidratos. “Ese mercado es al que apuntamos”, dice la pareja.
Ahora, la empresa espera enviar un segundo contenedor, de 40 pies, antes de la Navidad. Cada contenedor tiene un valor de más o menos US$ 220.000. También planea llegar al mercado de Canadá, donde ya tienen una oficina desde hace un año, y enviar al extranjero al menos 10 contendores en 2022. Otra meta es llegar a supermercados ecuatorianos y para eso cuentan con el apoyo de un socio comercial que se está encargando de esta tarea.
Además en este proceso se respaldan en la tecnología y lo que se llama la 'agrotech', es decir el uso de las nuevas tecnologías en el mudo de la agricultura que permiten digitalizar procesos y modernizar la agroindustria.
¿Qué sienten hoy en día con lo logrado? Goitia y González están emocionados y agradecidos con el Ecuador. “Ha sido un esfuerzo grande, nos hemos apoyado en socios para crecer y sobre todo para aprender”. (I)