Dos emprendedores -amigos, colegas, vecinos y ahora socios- crearon una empresa dedicada a la salud y el bienestar. Produce y comercializa clorofila en botellas. Ivonne Mikaela Amador, de 25 años, y Esteban Urquizo, de 26 años, comenzaron en 2021 con una idea que hoy es conocida en el mercado como: Clorofila by ERGO. En un inicio, ellos hacían de mensajeros, empacadores, desarrolladores… hasta que viralizaron, en redes sociales, los beneficios de este producto y sus ventas ya superan las 1.000 botellas al mes.
Se conocieron en las aulas de la Universidad de Las Américas (UDLA) y fueron compañeros de la carrera de ingeniería agroindustrial y alimentos. Para Amador, esta fue una gran oportunidad de ser útil, en una industria, en donde muchas personas necesitan de innovación y buenas prácticas. Siempre me gustó el mundo de los alimentos, pero desde el terremoto de 2016, me di cuenta que -en Ecuador- hay miles de personas que se mueren de hambre y pensé que yo podía ser parte del cambio, haciendo lo que me gusta. En el caso de Urquizo, la decisión estaba entre Gastronomía, Arquitectura y Agroindustrial. Quería una profesión que sea amplia, que pueda estar involucrada en el campo y también en el desarrollo de productos.
¿Cómo nació su alma emprendedora?
Urquizo: Tuve que salir, por diversas razones, de una empresa en la que estaba trabajando y me di cuenta que quería tener algo propio. Estábamos en medio de una pandemia y era la respuesta más inteligente.
Amador: En esa época, también tuve un problema muy grave con mi piel. Me salió acné y rosácea. Me dolía mucho el roce de las sábanas con mi cara y nadie me daba una solución. Ya no estaba en la pubertad (21 años) y mis exámenes médicos salían normales. Mi mamá hasta me llevó a equilibrar los chacras y tomaba medicamentos muy fuertes para el estómago. ¡Nada funcionaba! Hasta que empezó la moda del Tiktok y veía cómo los gringos tomaban clorofila. Yo, no tenía nada que perder.
Urquizo: Habíamos estudiado sobre la clorofila, pero no a profundidad. Mika me comentó sobre su situación y pensé que podíamos hacer algo nosotros mismos. Lo empezamos a investigar y creamos una clorofila.
¿Qué es la clorofila?
Amador: La estructura molecular de la clorofila es muy parecida a la hemoglobina. En las personas, esta es una proteína que está presente en la sangre y ayuda a oxigenar el organismo. La clorofila, en cambio, es el pigmento color verde de las plantas y es conocida como su sangre. Al tomarla, los beneficios son innumerables: desintoxicación, desinflamación, cicatrización…
Urquizo: No puedes consumirla 100 % pura porque es muy fuerte. Cada clorofila tiene su propia fórmula y nosotros la sacamos de la acelga, la espinaca y la menta.
¿Ustedes hacen todo el proceso de producción?
Urquizo: Sí, nosotros iniciamos en mi casa, muy artesanalmente y con el único objetivo de darle una solución a Mika. Hicimos un lote de 10 botellas y fue un proceso que lo hemos perfeccionado con el tiempo.
Amador: No pensamos en vender, pero publicamos en redes sociales las botellas que sobraron y tuvimos muy buena acogida. Desde ese momento, decidimos que un porcentaje de cada venta debe ir destinado a la calidad y lo hemos cumplido. Recuerdo, que tres botellas se nos rompieron y el resto vendimos a desconocidos.
¿Cuál fue el monto inicial de inversión?
Amador: Como chicos inexpertos, el primer lote fue una pérdida total. No teníamos noción de cuánto íbamos a gastar en materiales y experimentos.
Urquizo: En mi casa, dañamos las hornillas de la cocina y se nos tapó el lavaplatos. Todos esos gastos extras nos hicieron salir en contra. Sin embargo, nos dimos cuenta que había mucho potencial.
¿Ustedes desarrollaron su propia fórmula?
Urquizo: Sí, nos basamos en normas y buenas prácticas para que la clorofila te dure cierto tiempo. Teníamos que incluir conservantes para mantener todas las propiedades intactas. Por ejemplo, optamos por botellas color ámbar para proteger la clorofila de la luz.
Amador: Siempre fuimos responsables y nos comenzaron a llegar mensajes positivos sobre nuestras botellas. Nos mandaban fotos del antes y del después. Así que, decidimos comprar todas las clorofilas de la competencia, incluso del extranjero, para ver sus beneficios y comparar con la nuestra. Mandamos a hacer análisis microbiológicos, de viscosidad, de densidad… Nunca fue solo ir y probar, nosotros investigamos y nos tomó más de siete meses hacer nuestra fórmula.
Urquizo: Sí, la fuimos cambiando con el tiempo y logramos tener un nivel alto de purificación. Hacemos una clorofila de muy buena calidad.
¿Ahora dónde están produciendo?
Urquizo: Después de trabajar en mi casa, nos fuimos a una hacienda que tiene Mika en Machachi. Seis meses más tarde nos comenzó a ir mejor y buscamos un lugar en Quito. Para tener parámetros de calidad y de cuidado necesitábamos un lugar que cumpla con todas las normas. Por eso alquilamos una planta en Lumbisí y la adecuamos a nuestras necesidades.
Amador: La inversión asciende a US$ 18.000 y la pusimos entre tres personas, ya que en el camino se unió un socio más (Verónica Vaca).
¿Su producción incrementó?
Amador: Tenemos dos presentaciones: de 250 ml y 500 ml, esta última se vende más. Ahora, estamos haciendo dos o tres veces por semana, depende mucho de la temporada, pero tenemos ventas de, aproximadamente, 1.000 clorofilas al mes y producimos algunas extras para regalar. Nuestro monto de facturación está entre los US$ 10.000 y US$ 12.000 mensuales.
¿Cómo lograron impulsar sus ventas?
Amador: Damos nuestro producto a creadores de contenido (influencers) para que lo prueben y compartan sus experiencias en redes sociales. Ellos han sido nuestra principal palestra y medio de difusión. Sin su apoyo no hubiéramos crecido tanto y muchos no nos han cobrado por su ayuda. También, trabajamos con dermatólogos, doctores, nutricionistas, gimnasios y tiendas naturistas a nivel nacional. Tenemos puntos de venta en Manta, Machala, Guayaquil, Riobamba, Ambato, Quito, Santo Domingo, Portoviejo y Cuenca.
Urquizo: Algunos influencers esperaron a que tengamos cierto número de seguidores en nuestras cuentas, pero con las publicaciones hemos crecido exponencialmente. Las reseñas y los comentarios son los mejores. Recuerdo que pusimos un Tiktok sobre Iron Man, en una de sus películas él dice que toma clorofila, tuvimos más de 2,5 millones de reproducciones.
¿Cuáles son los siguientes pasos?
Urquizo: Queremos exportar nuestro producto y nos estamos preparando para tener buenas prácticas de manufactura, que nos ayuden a no tener que sacar el registro sanitario. Nos demoramos casi ocho meses en obtener el primero porque la clorofila no es una medicina, pero tampoco una bebida de consumo normal.
Amador: Buscamos tener una empresa rentable, con miras a la exportación. Nuestros niveles de recompra son altos y nos escriben mucho del extranjero. Con Esteban, trabajamos por un negocio socialmente responsable, que genere empleo y que apoye a nuestros proveedores nacionales.