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María Soledad Bueno de Hansel y Gretel  Quito - Ecuador
Negocios

No es solo un cuento, es un restaurante: así creció Hansel & Gretel

Emilia Palacios

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Una casa de dulce, una historia familiar y el sabor de la tradición son algunas de las similitudes que esta historia tiene con el cuento de los hermanos Grimm. En Quito, Hansel & Gretel no es solo un cuento alemán, es también el nombre de una marca que desde hace 32 años endulza generaciones enteras con sus postres y platillos llenos de memoria.

24 Abril de 2025 15.24

Creada por la quiteña María Soledad Bueno y sus hermanos Marcelo y Victoria, Hansel & Gretel es una cadena de restaurantes y cafeterías que suma hoy ocho locales y factura más de US$ 2 millones al año, brindando una mezcla de comfort food y tradición.

Bueno, de 65 años y gerente del negocio, explica que este negocio nació de la pasión familiar por la repostería. La quinta de nueve hermanos había trabajado durante 20 años en el Banco Central del Ecuador, cuando decidió darle un nuevo rumbo en su vida. 

Era 1993, Bueno tenía 38 años y dos hijos. Quito estaba entrando en una etapa de modernización con centros comerciales cuando a su hermano, Marcelo, le ofrecieron abrir un local en el primer patio de comidas del Quicentro Shopping. Él, para ese momento, ya tenía su propio restaurante por lo que compartió la idea con sus hermanas María Soledad y Victoria de ofrecer bocadillos dulces en esta nueva locación.

"Era un reto", recuerda María Soledad, quien además era el sostén de su hogar. No tenía estudios gastronómicos ni experiencia profesional en el área, pero contaba con algo igual de valioso: las recetas y la tradición de su madre, que marcaron profundamente a toda la familia. Con decisión, invirtió sus ahorros y, junto a sus hermanos Marcelo y Victoria, dio vida a Hansel & Gretel.

Cuando hablamos del porqué de su nombre, solo sonríe. La respuesta es simple: "A ver ¿Qué es Hansel & Gretel? Es un cuento que el rato que uno oye, es dulce. Entonces, ¿qué es dulce? Hansel & Gretel es dulce. Y nosotros nos dedicamos única y exclusivamente a la pastelería. Se quedó y es un nombre más bien súper atractivo que impacta y la gente realmente se identifica mucho y le identifican con golosinas"

Con una primera inversión de US$ 140.000 el local recibió una fuerte acogida, lo que les permitió, dos años después, en 1995, abrir un segundo local, ahora con un restaurante en el Centro Comercial El Jardín. Un desafío disfrazado de oportunidad para María Soledad ya que no solo implicaba ampliar el menú más allá de los platillos dulces, sino también ofrecer a su clientela ese mismo sabor de casa que su madre servía en cada comida. Como en los almuerzos de domingo, donde todos participaban en la cocina y el cariño se cocinaba a fuego lento.

María Soledad Bueno de Hansel y Gretel  Quito - Ecuador
Las galletas de choconuez son un clásico. Foto: Armando Prado

Desde ese entonces, Hansel y Gretel se posicionó estratégicamente en la ciudad. Hoy, con 75 empleados y ocho locales, esta marca brinda un escape dulce y tradicional a su clientela con productos que son un clásico como las galletas choconuez y el postre tres leches. María Soledad, ahora reconoce que ya no es tan "dulcera" -los años en control de calidad dejan huella-, aunque conserva un cariño especial por la quesadilla que preparan.

En 2024 la cadena facturó US$ 2 millones. Este año la meta es aumentar sus ventas en un 15 % y cerrar el año con un noveno local. En este camino de crecimiento, han explorado desde la expansión a otras ciudades hasta las ventas por internet. Sin embargo, para María Soledad, el verdadero secreto del éxito ha sido mantener intactas la tradición y la calidad, convirtiendo cada platillo en un ejemplo de lo que ella llama comfort food.

En la actualidad los locales de Hansel & Gretel, un negocio que sigue siendo familiar, son mucho más que cafeterías o restaurantes: son espacios cargados de significado. Allí se celebran cumpleaños, se reencuentran generaciones y se revive el sabor de casa. Son una extensión de aquella cocina materna donde María Soledad y sus hermanos crecieron, aprendiendo que el cariño también se sirve en un plato.

María Soledad Bueno de Hansel y Gretel  Quito - Ecuador
Una porción de tres leches acompañada de helado. Foto: Armando Prado. 

Esta marca se convirtió en un homenaje a su madre, que sembró la pasión por la cocina, y a sus hijos, que fueron su inspiración para emprender. Pero también en un espacio donde, con los años, se han tejido las historias cotidianas de muchas familias quiteñas. Después de más de tres décadas, esta marca sigue creciendo al calor de una cocina que nunca dejó de ser de casa. (I)

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