Desde 1909, Moderna Alimentos S.A. está presente en la mesa de los ecuatorianos. Comenzó con un molino en una pequeña ciudad del cantón Colta de Chimborazo. Hasta que, en 2008, se fusionaron tres empresas: Molino Electromoderno (Cajabamba), Panificadora Moderna (Quito) y Molinos del Ecuador (Guayaquil), con el objetivo de potenciar la industria molinera nacional. En 2023, facturaron US$ 180 millones, con un crecimiento en ventas del 2,2 % con relación a 2021, de acuerdo con cifras de la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros.
En sus headquarters, en el norte de Quito, conversamos con José Luis Vivar, quien está al frente de este negocio desde hace cuatro años. Entre sus retos ha estado sostener 115 años de historia y operar en un ambiente ambiguo y volátil. "Trabajamos para construir un modelo de gestión que se adapte a las dinámicas de cambio y nos permita sostener nuestras posiciones competitivas. Seguimos innovando para perfeccionar la propuesta de valor y ser relevantes para las familias ecuatorianas".
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Bajo esta premisa, mañana (26 de septiembre de 2024) van a inaugurar la ampliación de su planta en Manta, Manabí. Un hito histórico que los posiciona como la "empresa molinera más grande de Ecuador", según su líder. Es un proyecto que permitirá aumentar en un 80 % la capacidad de molinería en su principal centro de procesamiento, lo que incrementa en un 40 % su capacidad general. Esta "capacidad" se mide en la cantidad de toneladas de trigo que se convierte en harina. Actualmente, procesan 700 toneladas y con esta inversión llegarán a 1.000 toneladas diarias.
"Este proyecto es tan icónico para nosotros porque, durante dos años, hemos trabajado para actualizar toda nuestra tecnología. Pasaremos de dos a tres molinos, que incorporan las últimas tecnologías de molienda del mundo. No solo vamos a ofrecer más productos al mercado, sino que serán de mejor calidad gracias a la tecnología importada desde Suiza". La inversión total supera los US$ 8 millones.
Moderna Alimentos S.A. tiene tres plantas molineras: Manta, con tres molinos, Cajabamba, con uno, y Cayambe, con dos. Su materia prima, el trigo, se importa desde Estados Unidos, Canadá y Argentina. "Ecuador no es un país productor de trigo por su franja climática. El 99,5 % es importado, solo el 0,5 % se produce a nivel nacional, principalmente en Chimborazo, Imbabura y Cotopaxi. Sin embargo, con nuestro programa Cultiva, nos aseguramos de adquirir esas cosechas y apoyamos a los agricultores locales".
Vivar explica que Moderna Alimentos S.A. importa, en promedio, al año 190.000 toneladas de trigo para consumo humano, el mismo que llega vía marítima en buques graneleros. Esa es la razón por la que esta inversión se realizó en Manta, el punto de entrada de este cereal al país. El Ministerio de Agricultura y Ganadería publicó que, en marzo de 2024, se importaron 123.015 toneladas de trigo, por un monto de USD CIF 39,4 millones. De este grano, el 53,5 % es del tipo duro, procedente de Canadá, y el 46,5 % corresponde al suave, adquirido desde Estados Unidos y Argentina.
Además, según OEC, en 2022 Ecuador importó US$ 657 millones en trigo y morcajo (mezcla de trigo y centeno), convirtiéndose en el importador número 31 de este producto en el mundo. En el mismo año, este cereal ocupó el sexto lugar en los productos más importados en el país. Los países proveedores son: Canadá (US$ 320 millones), Estados Unidos (US$ 133 millones), Argentina (US$ 133 millones), Brasil (US$ 59,7 millones) y Rusia (US$ 9,8 millones).
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La nómina de Moderna Alimentos S.A. está compuesta por 815 personas. Según Vivar, este es el comienzo de algunos cambios, ya que esperan transferir la mayor cantidad de sus operaciones de molienda a Manta, generando más plazas de trabajo en esta provincia y creando nuevas economías de escala. Al momento, cuentan con siete plantas productivas a nivel nacional: Cayambe (molino y pastificio), Quito, Amaguaña, Cajabamba, Cuenca y Manta. Esperan, en 2027, declarar sus operaciones como carbono neutro de alcance uno (incluye las emisiones directas de las fuentes propias o controladas por la empresa).
Sus dos líneas de negocio se dividen en B2B y B2C. La primera es la más histórica porque es la molienda, con cinco marcas de harina. Una de ellas, PaniPlus, fue galardonada como "una de las mejores harinas de panificación del mundo por un panel de expertos en Suiza", de acuerdo con Vivar. En cambio, en el modelo B2C están varias categorías de alimentos: pan empacado, snacks dulces, pastas, fideos y la tradicional marca YA, con harinas, premezclas y coladas. El 60 % de su negocio es B2B y el 40 % son todas las categorías de consumo masivo.
También, prestan servicios de co-manufactura para cadenas de supermercados (Supermaxi, Mi Comisariato, El Coral) que quieren participar en estas categorías con sus propias marcas.
"Apuntamos a un patrón de desarrollo continuo, manteniendo la historia de este proyecto de capital mixto, ecuatoriano y multinacional, que no para de crecer para apoyar a Ecuador". Vivar, con firmeza, manifiesta que el camino para superar cualquier crisis es el optimismo y la resiliencia. "No estamos para quejarnos, sino para hacernos cargo del futuro". (I)
