Las pacas multicolores están ordenadas de forma vertical formando bloques gigantes, junto a cerros y cerros de botellas plásticas transparentes que ingresan a la planta de producción. Cada día llegan hasta 4 millones de botellas, traducidas en 100 toneladas diarias que se procesan en Reciplásticos, una empresa que forma parte del Grupo Mario Bravo (GMB).
El material llega al extenso patio que se convierte en la primera parada del material reciclado. Primero se separan las botellas por colores (azules, morados, rojos, amarillos) y solo el plástico PET (polietileno tereftalato), que son las botellas transparentes, ingresan al proceso en la planta, instalada en el parque industrial del norte de Guayaquil.
Adentrarse en Reciplásticos es conocer un escenario de grandes proporciones desde el patio a donde llega el material hasta las diferentes etapas de todo el proceso de la planta. Y la empresa acaba de sumar una nueva línea industrial que se encarga de transformar el plástico PET en pellets grado alimenticio. Hasta ahora solo se procesaba el PET flake cristal, que es un tipo de plásticos usado para envases y textiles.
La nueva planta “es un sueño hecho realidad de mi padre” y un paso adelante en la transformación industrial del reciclaje, señala Ronald Bravo, presidente de Reciplásticos, una de las cinco empresas que conforman el Grupo Mario Bravo. Su padre comenzó con una pequeña planta de reciclaje de papel y cartón en 1970, hasta convertirse en un grupo líder en el mercado.
Las otras empresas son también especializadas en diferentes áreas de reciclaje. Metalking, Proceplas, Recynter y Fibras Nacionales. Estas compañías se dedican a revalorizar los plásticos, metales, ferrosos y no ferrosos, papel y cartón, incluso a fabricar tuberías. Todo el grupo genera empleos para más de 800 personas. En 2023, las ventas del GMB alcanzaron los US$ 120 millones, este 2024, los planes son cerrar con aproximadamente US$ 130 millones con el aumento de la nueva planta.
La nueva línea industrial demandó una inversión de US$ 15 millones que incluye un equipamiento con tecnología austriaca de punta. “Mi padre fue un visionario, comenzó con el reciclaje hace 55 años cuando no existía”, menciona Ronald Bravo.
Mario Bravo falleció hace tres años y sus hijos continúan con su legado. El liderazgo de GMB está en manos de Byron Bravo (46 años), quien es presidente del Grupo Mario Bravo. Durante la ceremonia de inauguración de la planta, el 1 de agosto de 2024, se develó un busto del fundador.
Ronald Bravo, tiene 38 años, y está liderando este nuevo hito en la historia que creó su padre. Comenzó a trabajar desde muy joven en las empresas familiares, luego de obtener un Bachelor en Administración de Empresas de Bentley University, en Boston, Estados Unidos. Su padre le dijo que lo quería trabajando a su lado y, en 2007, se integró a Reciplásticos, una empresa que era nueva en ese entonces. Actualmente también está a cargo de la Vicepresidencia del Grupo Mario Bravo. Además, sacó una maestría en IDE Business School. Aquí el diálogo con Forbes Ecuador antes del recorrido por las plantas.
Estamos dentro de un mundo del reciclaje, ¿cómo funciona?
Es un mundo y esta es solamente nuestra empresa dedicada al reciclaje de plásticos PET. Somos un grupo de empresas que nos llamamos Grupo Mario Bravo, quien era mi padre y fundador, y hoy estamos divididos en diferentes compañías. Reciplásticos, donde estamos, es la empresa dedicada al reciclaje de PET y procesamiento de botellas, tenemos una empresa dedicada al reciclaje de metales, otra dedicada al reciclaje de cartón y papel, otra dedicada a diferentes tipos de plásticos.
¿Es material de plástico reciclado en la ciudad? ¿Se concentra acá en millones?
Viene material en pacas y suelto y lo ordenados en el parque industrial. Nuestras empresas se apalancan en un sistema de recicladores y de proveedores. Trabajamos aproximadamente con 600 centros de acopio en todo el país y con alrededor de 15.000 recicladores de base, son más o menos 50.000 familias que se dedican a esta actividad de reciclaje y son beneficiadas.
¿Es una cadena de reciclado con varios actores?
Así es, todo una cadena, tenemos a los recicladores de base, en el medio a los centros de acopio y arriba de ellos estamos nosotros que somos los que les compramos el material. Ellos se manejan de una manera independiente, pero al final es una semi independencia porque trabajan con nosotros de cerca, la empresa los dota de capital de trabajo, de máquinas compactadoras, de camiones para el transporte.
¿Eso se hace con los centros de acopio?
Por un tema logístico, los centros acopio deben de existir, a veces se sataniza un poco porque les llaman intermediarios y eso es falso, al final los centros acopio son un punto logístico importante. Se imagina si una planta que está en Guayaquil y tiene un reciclador de base en el Guasmo, no va a venir pedaleando desde el sur hasta la vía a Duale, en el norte, sería inviable. Entonces, existen centros de acopio dentro del sector y eso replicado para todo el país, los recicladores son la base de nuestra empresa porque sin materia prima no tuviéramos absolutamente nada.
¿Cuánto se paga por tonelada?
Por las botellas se paga alrededor de US$ 850 por tonelada al centro de acopio, el negocio es por toneladas y probablemente el centro está pagando alrededor de US$ 700 por tonelada. También hay un costo logístico que ellos deben cubrir.
¿Cuánta cantidad de materia prima llega a la planta?
Reciclamos alrededor de 3,5 a 4 millones de botellas por día, que son alrededor de 900 millones de botellas por año. Son aproximadamente 100 toneladas al día que llegan a esta planta y que se procesan, eso suman alrededor de 36.000 toneladas al año.
¿Cuál es la nueva línea industrial que están inaugurando?
Antes de esta inauguración ya procesábamos una materia prima que se llama flake cristal. La botella pasa por un proceso de clasificación y descontaminación hasta quedar en una hojuela pequeña que se comercializa. Hoy lo que estamos inaugurando son dos cosas: una expansión de esta línea y adicionalmente estamos inaugurando una maquinaria que es para hacer pellets grado alimenticio, que es la materia prima que ya se utiliza para la fabricación de nuevos productos. El pellets se lo hace a partir del flake. Entonces, es integrarnos de una manera vertical. La nueva línea va a dejar una materia prima grado alimenticio, es decir las bolitas de los pellets es materia prima para usar directamente para la fabricación de nuevas botellas.
¿Por qué se llama pellets de grado alimenticio?
Porque se puede hacer pellets de PET, pero a lo mejor solo se puedan usar para hacer fibras o envases tipo champú o detergentes, pero cuando es algo grado alimenticio es porque se puede poner en envases o recipientes para algún líquido o alimento de consumo humano. Es decir, la materia prima que estamos haciendo sirve para fabricar botellas de gaseosas, agua, jugos y eso es lo que marca la gran diferencia, también en la inversión porque una maquinaria de este tipo si no es grado alimenticio, realmente no es tan cara.
¿Cuál es la capacidad de la planta instalada?
La capacidad instalada es de 3.000 toneladas mensuales de botellas, de las cuales vamos a transformar 1.000 toneladas a pellets, 2.000 toneladas se van a quedar en flake que se comercializan en el mercado internacional, principalmente, pero también se pueden comercializar en el mercado local.
¿Ya están exportando?
Estamos exportamos el flake, pero el proyecto es que el pellets de grado alimenticio tenga una mayor comercialización local porque en Ecuador existen normativas que obligan a los fabricantes de plásticos, entre los embotelladores, a tener un 25 % de reciclado en sus productos, esto debido a lo que se conoce como Ley de Plásticos de un solo uso.
¿Cuál es la meta para vender localmente?
El 100 %, si podemos comercializar localmente el pellets de grado alimenticio, lo vendemos.
¿Pero van a seguir exportando?
Si, exportábamos el flake, el material antes del pelletizado, lo exportamos a Estados Unidos, el 80%. También hacemos envíos a Europa, Brasil, México y Chile.
¿Qué significa esta planta y este nuevo momento para el Grupo? .
Es un sueño, como siempre, lo he dicho porque no solo es un sueño nuestro, como familia, sino que era un sueño de mi padre, que comenzó el reciclaje en Ecuador hace 55 años. Fue un visionario total, lo hizo en la época de su vida en que no existía el reciclaje, hoy está muy de moda el reciclaje, pero estamos orgullosos de que empezamos a hacerlo cuando nadie lo conocía.
¿Cómo comenzó su padre, Mario Bravo?
Mi papá nació en la provincia de Los Ríos, vino a trabajar a Guayaquil, desde los 22 años y tuvo siempre esta idea. Siempre decía que él tenía corazón de reciclador, pero que también quería ser industrial, no siempre era fácil. Sin embargo, lo hicimos, esto es un sueño para él, que ya no está, pero siempre sabía que el objetivo era este: llegar a producir pellets grado alimenticio en una empresa 100 % ecuatoriana.
¿Su papá fue reciclador?
Sí, fue reciclador en Guayaquil, después montó su propia recicladora, que era muy conocida y tradicional, porque fue la primera que se llamaba Reipa, la compañía que él fundó. En esa época estaba muy enfocada en el negocio de papel y cartón y fue un negocio que fue evolucionando. Antes se reciclaba solamente papel y cartón, luego vino un boom de los metales y nosotros fuimos la primera empresa en Ecuador en reciclar plástico PET. Hoy hay otras empresas, pero orgullosamente fuimos pioneros. En 2000, un grupo de papel compró Reipa y mi padre empezó a desarrollar unas empresas más pequeñas que tenía de reciclaje de metales y aparte teníamos una de tuberías, que se dedica a la fabricación de tuberías hechas 100 % con material reciclado de la funda de baja densidad.
¿Cuál es la fortaleza del grupo?
Nuestra fortaleza está en el nivel de los proveedores, de los recicladores, justamente ahí porque compramos todos los materiales, somos el único grupo en Ecuador que se dedica a todos los materiales, hay empresas solo especializadas en PET, metales o cartón y papel, pero ninguna hace el reciclaje de todo como nosotros.
¿Cuánta mano de obra generan en todo el grupo?
Tenemos alrededor de 800 empleados directos, pero el impacto por la cadena de reciclaje es enorme, llegamos a 50.000 familias, calculamos que son alrededor de 15.000 recicladores de base los que trabajan con nosotros y 600 centros de acopio aproximadamente desde el que recoge en la casa, en la calle.
¿Qué tanto del mercado del reciclaje tiene el grupo?
En el plástico PET (botellas) calculamos que captamos alrededor del 50 % de todo el mercado que se recicla. (I)