Desde la pandemia, el home office se convirtió en una solución adoptada por muchas empresas para reducir costos en infraestructura, servicios básicos y movilidad, pero también para aumentar la productividad.
Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) para el primer trimestre de 2024, alrededor del 8% de la población empleada trabaja bajo modalidades flexibles como el teletrabajo, especialmente en el sector privado.
La demanda por soluciones de trabajo remoto sigue vigente y la crisis energética actual -marcada por los frecuentes cortes de luz- pone en jaque a quienes dependen de una conexión estable para cumplir con sus labores. Es aquí donde los espacios de coworking surgen como una alternativa para garantizar la continuidad del trabajo.
Forbes Ecuador conversó con empresas que se dedican a brindar estos servicios para entender cómo responden ante esta nueva necesidad. Por ejemplo, WorQ experimenta un incremento en la ocupación de sus instalaciones. "Aumentó la ocupación general (espacio compartido y oficinas) en todas nuestras sedes", afirmó uno de sus voceros. Esta empresa, que tradicionalmente ofrece planes mensuales, comenzó a ofrecer opciones diarias debido a la crisis.
"Estamos ofreciendo un uso de coworking diario con acceso desde las 8:00 hasta las 18:00, con wifi, café ilimitado y acceso a áreas comunes por US$ 20 más IVA", indicó un vocero. Además, resalta que la ocupación, que rondaba el 75% por la modalidad de trabajo híbrido, incrementó en un 20%, alcanzando el 95% de uso de sus espacios.
Impaqto también ve un repunte en la demanda de los servicios que dan. Carolina Brito, representante de esta organización, explica que registraron un incremento del en sus planes diarios debido a los apagones.
"La demanda ha crecido considerablemente tanto por parte de empresas como de emprendedores que buscan garantizar la continuidad de sus actividades". Impaqto implementa generadores de energía en todas sus sedes para asegurar que los servicios. Brito subrayó que ofrecen espacios desde US$ 20 por día y paquetes mensuales que comienzan en US$ 100.
Mireya Villarruel, dueña de Inhouse, un coworking ubicado en el Valle de Los Chillos, cuenta que la cantidad de usuarios subió con los racionamientos. Antes llegaban unas 20 personas al día y ahora son unas 35. "La mayoría son empleados de empresas que hacen home office. Algunos trabajan para empresas de Estados Unidos, Chile y otros". Villarruel cuenta que invirtió cerca de US$ 1.400 en un generador y su instalación.
En Samborondón opera Panal Coworking. Una vocera del lugar indica que desde que empezaron los apagones se incrementó un 15 % la venta de los planes que ofrece este espacipo para trabajar de manera remota. Los usuarios prefieren los planes mensuales, que van desde US$ 100 en adelante. "La mayoría son emprendedores y empelados de empresas".
Otro espacio para hacer teletrabajo en Quito es The Hub Coworking que también vive un incremento en la demanda, aunque más moderado. Según Jiannine Ortega, gerente Comercial de la firma, la ocupación se elevó en un 15%. La empresa ofrece planes desde US$ 8 por hora y opciones de uso por semana las ocho horas a $15 más IVA, con una sede en Quito que cuenta con más de 1.000 metros cuadrados, 20 oficinas privadas y 50 espacios de coworking compartidos.
En medio de la crisis energética que enfrenta el país, y con la previsión de que los apagones puedan prolongarse, los voceros de estas empresas coinciden en que esperan un aumento en la demanda y aseguran que ofrecerán infraestructura y una comunidad de apoyo para teletrabajadores. (I)