En el 2016, Xavier Cedeño y su familia decidieron emprender en un nuevo negocio, el servicio de limpieza de muebles, alfombras, vehículos departamentos, casas y edificios. Así nació Lixa Corp., cuyo nombre es una fusión de Lilanny Xaviera, como se llama su primera hija. Algo curioso en esta familia es que todos llevan por nombre Xavier, su padre, hermanos e hijos.
En ese entonces, Xavier contaba con US$ 600 en su bolsillo e hizo un préstamo de US$ 5.000 para adquirir la maquinaria y arrancar con el negocio. La pandemia, pese a ser un problema de salud pública mundial, les llegó como anillo al dedo y dieron un salto de 360 grados. “Me llamaron del gobierno provincial de Manabí para que fumiguemos todos los vehículos que ingresen y para el personal era imprescindible un traje de protección, entonces vino a mi mente una prenda que había visto en EE.UU. y enseguida la confeccioné con todas las normas de seguridad, de buena calidad y fue un éxito.”
Se trataron de los primeros trajes de bioseguridad confeccionados en el país para protegernos del Covid-19. La tela tiene que ser repelente a los fluidos desde agua hasta líquidos químicos, si se absorben no sirve. Al final cerraron el año con US$ 560.000 en ventas solo de overoles.
Además de los trajes, en Lixa Corp. se fabrica lencería para médicos, odontólogos, enfermeras que incluye batas, uniformes, zapatones y gorros. “El año 2020 fue exitoso, superamos el millón de dólares en ventas, trabajábamos 24/7, llegamos a ser 44 personas en dos talleres”.
Pero Xavier Cedeño no pierde tiempo, no teme arriesgarse y lanzarse al río, ahora con limpiones, una rama también ligada con línea profesional de la limpieza. El producto es elaborado con una microfibra de primera importada de Turquía porque aquí no se consigue, los hilos y acabados son con mano de obra local.
Pero qué diferencia a este limpión de los existentes en el mercado, le preguntamos. Su respuesta fue tajante, sin titubeos “la calidad, se lo puede reutilizar varias veces, no deja pelusa, lo que permite una limpieza profunda y obviamente rinde mucho mas”.
Muy entusiasmado, cuenta que el producto fue lanzado hace un mes y que ya cerraron un contrato con una cadena grande de supermercados. Por el momento, están fabricando 800 limpiones diarios y para febrero, se espera triplicar este número. Cada limpión le cuesta producir US$ 0.38 y lo vende a US$ 1.20. La utilidad es bastante buena y les permite seguir creciendo.
Cuál es el significado de los colores le preguntamos, Su repuesta fue bien clara: “En los hospitales el rojo es para áreas críticas, el azul para muebles de oficina, el amarillo para accesorios. En la casa el rojo es para el baño, el verde para la cocina, el amarillo para los muebles. Con esto buscamos crear conciencia de la importancia de que todo sea más higiénico.”
Este joven manabita de 30 años y padre de tres hijos tiene un espíritu innovador en sus venas. No deja de soñar, ahora está trabajando en un nuevo look para su lencería con elegancia, distinción y sobre todo calidad. En los próximos meses “Fortune by drea”, una nueva línea de lencería médica que llegará al mercado. (P)