Antonio Vela Insurance Agency Incorporated tiene su sede en Durham, Carolina del Norte. La firma de seguros lleva el nombre de un quiteño de 48 años que se ejercita en la mañana y ayuda a sus hijos con las tareas por la noche. Entre sus actividades, siempre reflexiona sobre los pasos que lo llevaron a construir su negocio en el extranjero.
Vela estudió Ingeniería Comercial en la Universidad de las Américas, pero el amor lo llevó a Estados Unidos cuando se casó con una estadounidense-ecuatoriana. Lleva 16 años en ese país. "Siempre quise tener una empresa propia pero no sabía de qué".
Recuerda su primer trabajo con orgullo: fue cajero del Supermaxi. Para formarse decidió estudiar en la noche. No paró y siempre supo que quería ser un emprendedor, pero para encontrar su vocación trabajó en diferentes áreas, desde vendedor de cursos de inglés hasta en el sector automotriz como vendedor de marcas como BMW, Volvo y Audi. "Sentía que en todos los trabajos me cortaban las alas; quería crear mis propias oportunidades".
En 2008 llegó a EE.UU. cuando ese país estaba atravesando el crack financiero desatado por la burbuja inmobiliaria. Se enfrentó a una dura realidad donde sus estudios y experiencia no eran suficientes para conseguir un trabajo. "Había mucho desempleo y yo estaba compitiendo por plazas de trabajo con personas que tenían MBA o másters en universidades prestigiosas de allá". Esto no detuvo al ecuatoriano que durante toda su vida aprendió a trabajar desde muy joven. "La necesidad te hace buscar nuevas opciones".
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Su primer trabajo en territorio estadounidense fue en Latino Community Credit Union, una organización sin fines de lucro que apoyaba a hispanos sin documentación migratoria. Esa experiencia le permitió entender las dificultades de la comunidad inmigrante. "Ahí vi la realidad y lo dificil que es salir adelante en el extranjero para nuestra comunidad". El ecuatoriano trabajó en el área financiera y en marketing hasta el 2011.
Paralelamente, asistía a las reuniones de U.S. Chamber of Commerce en las ciudades cercanas con la esperanza de poder encontrar la respuesta a sus ganas de emprender. En una de ellas, conoció a Yasmin Metivier, dueña de Panoltia, una empresa de traducción, quién le convenció que se comunicara con un reclutador de State Farm, una aseguradora que ofrece productos para vehículos, desastres naturales, casas, vida, salud, etc. Ese fue el comienzo de todo. "La meta era clara, abrir su propia oficina con State Farm".
En 2011 Vela empezó a vender seguros para un agente de State Farm en su ciudad. Trabajó un año y tres meses para familiarizarse con los términos de los seguros y conocer todo el sistema de la compañía. "Veía que por desconocimiento de los hispanos inmigrantes, las empresas de seguros les ofrecían sobreprecios. Existía mucho abuso. Supe que ahí yo podía poner mi granito de arena".
State Farm es una organización sin fines de lucro que abre dos oportunidades al año para que interesados en trabajar bajo su nombre puedan vender sus productos y abrir sus propias empresas. La empresa no cobra regalías ni derechos de marca, sin embargo, explica Vela, "tienes que pasar por varias entrevistas, presentar tus finanzas, plan de negocio, tener una oficina física y competir con 30 personas calificadas. Solo se abren dos espacio por ciudad al año y el tiempo de espera para ser aceptado es de hasta 10 años". Agrega que hay 400 agentes en el estado de los cuales solo tres son agentes hispanos. "En todo el país hay 21.000 agentes, hay más agentes que McDonald's".
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Este ecuatoriano accedió a dos líneas de crédito para abrir su propio local. La inversión inicial fue de US$ 100.000. Tras cumplir con exigentes requisitos, como nueve licencias estatales, abrió su empresa en 2013. En 2023 tuvo ingresos por US$ 6,3 millones y el año pasado subieron a US$ 7,2 millones en primas. Además, cuenta con ocho empleados y ofrece seguros para vehículos, viviendas, negocios, salud, vida y más. Suma 3.730 casas aseguradas.
Aunque la pandemia lo obligó a cerrar una de sus sucursales, Vela planea abrir una segunda en el futuro. "La oportunidad está ahí, en cualquier país. Si yo lo logré, cualquiera puede hacerlo. El primer paso es lanzarse". (I)
