El vínculo entre hermanas tiene una profundidad que, según quienes lo vivieron, no se parece a ningún otro. Conocé la historia de las mujeres que están detrás de dos marcas que impulsan la moda sustentable junto a sus hermanas, socias y compañeras de ruta. Comparten su mirada sobre los desafíos y las fortalezas de emprender en familia.

GroundTruth

Liderada por Georgia, Sophia y Nina Scott, GroundTruth fabrica bolsos y accesorios a partir de desechos plásticos. Con mochilas veganas, bolsas secas recicladas y bandoleras impermeables, las hermanas apuestan al diseño funcional sin dañar el planeta. Después de trabajar durante años en documentales en algunos de los lugares más duros del mundo, decidieron trasladar ese compromiso a una industria distinta.

Lograron posicionarse con fuerza gracias a proyectos como el GT-OCO-CO2, una tecnología propia —con patente en trámite— que convierte emisiones de CO₂ en herrajes para sus productos. Este desarrollo las llevó a integrar la lista World Changing Ideas 2024 de la revista Fast Company.

"Pasamos nuestra infancia en distintos países por el trabajo de nuestro padre en el mundo del teatro. A través de nuestros padres, siempre fuimos muy conscientes del ambiente, y nuestras interacciones con distintas culturas y países nos hicieron profundamente conscientes de la fragilidad y la belleza del mundo", contó Georgia Scott, CEO de GroundTruth, a Forbes.

Al referirse a su experiencia en el cine documental, Georgia agregó: "Fuimos testigos directos del impacto devastador de la contaminación por plástico y los efectos en cadena del cambio climático. Eso fue lo que nos impulsó a crear un negocio que pudiera ser parte de la solución, un negocio que pudiéramos construir usando las mismas herramientas que aplicamos en nuestro trabajo documental, donde nunca dejábamos ninguna piedra sin dar vuelta".

Ante la pregunta sobre cómo es llevar adelante una empresa familiar, Georgia respondió: "Nos exigimos más, nos hacemos más responsables entre nosotras. Al final del día, hay un vínculo inquebrantable y una visión compartida que nos mantiene con los pies en la tierra. Como tres mujeres, queremos mirar a nuestros hijos a los ojos y decirles que hicimos todo lo posible para dejar el planeta mejor de lo que lo encontramos".

Skall Studio

Julie y Marie Skall comparten una historia parecida. Crecieron rodeadas de naturaleza en Jutlandia del Norte, una región de Dinamarca conocida por su costa. Desde hace 15 años, Skall Studio se ganó un lugar destacado en Escandinavia y en otros mercados con su propuesta de prendas de algodón y lino orgánico, además de una línea de punto en lana y cachemira danesa. El diseño apunta a la durabilidad y la producción respeta los oficios tradicionales.

La infancia de las Skall influye en muchas de sus decisiones creativas. Las fundadoras contaron: "De chicas pasamos muchísimo tiempo en la naturaleza, y aprendimos desde temprano la importancia del equilibrio y del cuidado en todo. Es ese mismo sentido de responsabilidad el que hoy nos impulsa a construir una marca fiel a nuestros valores, siempre mirando hacia el futuro".

También hablaron sobre lo que implica trabajar entre hermanas: "Nos hacemos responsables entre nosotras, no solo porque somos socias, sino porque sabemos que nuestra historia compartida y nuestra visión común hacen que lo que hacemos juntas tenga aún más sentido. La responsabilidad forma parte de esa visión, algo que está arraigado en la manera en que nos criaron: respetando la naturaleza y pensando a largo plazo".

Aunque sus estilos y productos son distintos, Skall Studio y GroundTruth comparten una idea simple: es posible hacer moda sin dañar el planeta. Con el respaldo de un lazo familiar fuerte, estas hermanas demuestran que transformar la industria también es una cuestión de convicciones.

Nota publicada en Forbes US.