Las franquicias de Drinkteam están listas para servirse
Gabriel Pino es dueño del negocio que comenzó con una fiesta de graduación en 2009, donde ganó US$ 150. Sus planes son cerrar el año con una facturación de US$ 150.000 y empezar con los pasos para su expansión hacia otras ciudades e, incluso, otros países, empezando por Colombia.

Todo comenzó como un hobby. Hace 13 años, cuando estaba elaborando su tesis universitaria, tenía un poco de tiempo libre y decidió meterse en un curso en FBS (FLAIR Bartenders School), en Guayaquil. Siempre le había llamado la atención la coctelería y así comenzó lo que se convertiría años después en un emprendimiento exitoso: Drinkteam. Es un servicio de barras móviles, que está a pocos días de lanzarse como una franquicia en Ecuador. Gabriel Pino, de 36 años, arrancó de cero, investigando cómo se movían los eventos, las fiestas, los gustos, hasta que descubrió que había un nicho de mercado. En una época en que las redes sociales no existían y la promoción se hacía de boca en boca. 

Estaba terminando la carrera de Ingeniería Comercial, en la Universidad del Pacífico, y tuvo que hacer más de 200 horas de pasantía como bartender. Paralelamente, fue aprendiendo cómo era el negocio en restaurantes y bares. Hasta que un día, a través de un familiar, llegó una tercera persona que le solicitó los servicios para la graduación de su hija. Pidió la colaboración a dos compañeras del curso y atendieron el evento de forma personal. 

Era 2009. Les fue tan bien que, con los US$ 150 que ganaron ese día, compraron herramientas para incursionar en el servicio de coctelería. “Compramos la licuadora, las cocteleras, cucharas y utensilios necesarios para manejar un evento, comenzamos a brindar el servicio de preparar cocteles y pedíamos al cliente que nos tuviera los licores, cristalerías y lo necesario, porque recién estábamos empezando”, señala Pino. 

Así empezó “a regarse la bola y nos llamaban poco a poco”. Habían pasado seis meses desde que comenzó el emprendimiento y no quería que lo siguieran llamando “el servicio de Gabriel Pino”. Estructuró el negocio, buscó un nombre y un logotipo. Le puso CoctelitosXpress y se hizo conocido. Durante siete a ocho años funcionó con ese nombre hasta que quiso registrar la marca y no lo logró. Ya existía un negocio llamado coctelitos y exprés era una palabra genérica. “Entonces aproveché este traspié, tardé casi dos años en el registro de un nuevo nombre y nos reinventamos. Nos cambiamos a Drinkteam, pudimos registrar la marca, cambiamos logotipos, uniformes de los meseros, toda la imagen y empezamos a innovar en el servicio, a ofrecer un valor agregado”. Incorporaron equipos que traían de Estados Unidos, como una bazuca, con una especie de mochila de los Cazafantasmas y mangueras para repartir shots y juegos temáticos, para que la gente bebiera y se divirtiera toda la noche. 

“Éramos de los primeros en ofrecer estos servicios. Teníamos un equipo como un embudo, con seis mangueras, que parecía pulpo y la gente lo cogía y empezaban a tomar y hasta hacían competencias, era normal pasarse de boca en boca. Ahí no había Covid ”.  Sonríe cuando recuerda, casi la prehistoria para estos tiempos pospandémicos. 

Los clientes lo llamaban y preguntaban: 'Ustedes son los de la bazuca'. Poco a poca las innovaciones marcaron la diferencia se posicionaron en el mercado de eventos empresariales y sociales, matrimonios, bautizos, despedidas de solteros, cumpleaños. Drinkteam comenzó a “despegar” en 2013. El fracaso de no poder registrar el primer nombre fue la oportunidad para la nueva marca. Hasta los meseros pasaron de usar uniformes coloridos (un celeste llamativo) a negros más sobrios. Entre 2011 y 2012, Pino cursó un Máster ( Global MBA) en España, China y Estados Unidos, donde, dice, lo que aprendió le sirvió para el empuje del negocio. 

Se hicieron populares, los llamaban para todos los eventos y fiestas. Pino dice que se dio cuenta de que su trabajo debía pasar del interior de la barra a la parte exterior. Dejar de preparar cocteles, para hacer networking con los clientes y ofrecer los servicios. “El concepto que vendemos es un servicio especializado, normalmente en los eventos te ofrecían, ron con cola, un wisky, vodka con jugo de naranja, no iban un paso más allá en el servicio. Si querías una Margarita tenías que irte al restaurante de un hotel o a un bar, donde hay un bartender que prepara esas bebidas. Nosotros no solo ofrecemos cocteles, sino que creamos una experiencia. Los clientes nos buscan porque quieren ser bien atendidos, tener productos de calidad y calidad en el servicio”. 

El negocio se masificó y en ocasiones han atendido entre 10 y 12 eventos en el mismo día con las barras móviles. También ofrecen otros servicios como galones de bebidas especiales preparadas, como margaritas, mojitos, daiquirís, para pequeñas reuniones familiares o de amigos. Otras ofertas son los dispensadores con sangría y frutas para servicio personal. Tienen paquetes personalizados que se ajustan al cliente. 

Funcionan con una cartera de bartenders que trabajan eventualmente, según la demanda. El equipo de planta se integra con seis personas, que tienen a cargo el trabajo logístico. Los cálculos son que este año la facturación alcance los US$ 150.000. Y arrancar con la venta de franquicias de Drinkteam. El valor inicial será de US$ 33.000, un contrato para cuatro años, un año de gracia y luego un pago mensual, por derecho de marca y por publicidad. El costo inicial incluirá las herramientas para montar dos barras móviles, cristalería, uniformes, manuales operativos y de finanzas, herramientas y utensilios para el franquiciado. Además, el personal recibirá la capacitación y dos máquinas de impresión en bebidas, una rápida y otra lenta, un bar carrito y otros equipos. 

“Es una estructura que hemos armado con una empresa Franquicias Ecuador, hemos trabajado de la mano con ellos durante cinco meses hasta estar apunto de lanzar la franquicia. Esperamos cerrar el año con una franquicia en Quito y otra en Cuenca. A mediano plazo queremos abrir franquicias internacionales, bajo los mismos parámetros, pero con una franquicia madre 'Drinkteam Colombia' que tenga potestad de abrir en Bogotá, Medellín o Cali”. (I)