Ya es un hecho. Leo Messi no seguirá jugando en el Barcelona. El nuevo contrato de jugador, que estaba ya acordado de palabra desde mediados de julio, se rompió. Así lo anunció el club azulgrana el jueves por la tarde, que responsabiliza a LaLiga de la salida del argentino. "A pesar de haberse llegado a un acuerdo entre el FC Barcelona y Leo Messi, y con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato en el día de hoy, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de LaLiga española)".
Según los cálculos de The New York Times, el Barcelona necesitaba recortar 235 millones de dólares en salarios para encajar de nuevo a Leo Messi en el equipo. Algo que se intentó, pero fue imposible. El club excedía la masa salarial en un 110%, y esto sin tener en cuenta los gastos de amortizar fichajes que los azulgrana siguen pagando Esto aumenta el tope salarial e impide contratar a la estrella.
Dos días antes de que se anunciara la salida del argentino del FC Barcelona, LaLiga hacía público un acuerdo con CVC Capital Partners, mediante el cual el fondo de inversión compraría el 10% de la competición por 3176 millones de dólares. El pacto, según las partes, serviría para seguir expandiendo los negocios de la patronal que gestiona las competiciones de fútbol profesional en España y dar oxígeno a clubes que -como el Barcelona- se encuentran asfixiados por falta de liquidez.
La respuesta del Real Madrid no tardó en llegar. El club blanco anunció que demandaría por fraude a LaLiga, ya que considera que se trata de una apropiación indebida de su patrimonio. Para los merengues, que CVC se lleve un porcentaje de los beneficios implica que se esté contando con su capital e ingresos sin permiso. Tras hacerse pública esta información, la CVC dio un paso atrás y exigió a Javier Tebas, presidente de la liga española, que para cerrar el acuerdo deben contar con el apoyo de todos los clubes.
Y ahora, la partida de Leo Messi suma un problema más. Por dos motivos, fundamentalmente: la liga española sin Messi dejará de ser atractiva. En los últimos años perdió a sus máximas estrellas como Cristiano Ronaldo, Neymar, Sergio Ramos y, ahora, el mismísimo rosarino.
Ahora, CVC exige a Javier Tebas contar con el apoyo de los grandes clubes para cerrar la operación. Pero LaLiga cuenta con el desprecio de los dos clubes más grandes de España.
El Barcelona y LaLiga tuvieron un arduo conflicto por el capítulo Messi. En enero de 2013, el mismo año en el que Tebas ocupó el cargo de presidente de LaLiga, la patronal impuso el ya famoso límite salarial que tantos dolores de cabeza le trajo al club catalán. Y es que tener y retener a Messi no ha sido un trabajo sencillo.
La herramienta impuesta por la liga desde entonces determina la cantidad máxima que puede pagar en salarios cada club. Lo propone la misma entidad con base en su presupuesto, y llega a él al restar los gastos que no tienen que ver con la formación de la plantilla deportiva a los ingresos totales del club. Posteriormente la cifra tiene que pasar por el Órgano de Validación de LaLiga para que compruebe que esté correcta o la rectifique con el fin de garantizar la estabilidad financiera del equipo.
Salvo en la temporada 2019-2020, el límite salarial del Barcelona se fue reduciendo considerablemente en los últimos años. En 2018-2019 era de 632,9M euros; en 2019-2020 subió a 671,429M euros; en el mercado de verano de 2020-2021 bajó a 382,717M euros; y en el de invierno llegó hasta los 347,078M euros. Además, el club cerró la temporada con pérdidas de 97M euros.
Esto deja en claro que los deseos de LaLiga de cerrar la operación con CVC se alejarían aún más tras la resolución del episodio Messi, algo que le costará más de 3 mil millones de dólares. ¿Qué será de LaLiga sin Messi? Sólo el futuro podrá decirlo, pero la liga profesional de fútbol de España ya comenzó a sangrar.
Con información de Forbes España.