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Kitchenita, la foodtech creada por un francés, un belga y un argentino, levanta US$ 3 millones y revoluciona el delivery en América Latina

Laura Mafud

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Gaspard Hambückers, Alex Boccara y Leonardo Lucianna lideran un emprendimiento que opera restaurantes virtuales y crea marcas que comercializan comida a través de las plataformas de delivery.

6 Marzo de 2022 13.42

Marzo de 2020. La pandemia de COVID-19 comenzaba a ganar espacio en la agenda mediática, mientras el mundo trataba de entender de qué modo podría impactar esta situación en la vida diaria. Probablemente, Gaspard Hambückers, Alex Boccara y Leonardo Lucianna todavía no imaginaban el gran impulso que iba a tomar el delivery de comidas y cómo el entonces llamado Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) iba motorizar el emprendimiento que acababan de lanzar.

Kitchenita es una firma fundada en la Argentina, y en plena expansión regional, que se dedica a crear restaurantes virtuales que comercializa a través de la plataformas de delivery, como Rappi y PedidosYa, desde cocinas ocultas, o dark kitchens que alquila para poder operar sus marcas. "Un restaurante virtual es básicamente como cualquier otro; la diferencia es que no tengo local a la calle, sino que la única forma de consumirlo es a través de las plataformas de delivery", comparte en diálogo con Forbes Argentina Hambückers, un emprendedor belga nacido en Bruselas.

Gaspard Hambückers y Alex Boccara.

Junto a sus socios, el francés Alex Boccara y el argentino Leonardo Lucianna, Hambückers apostó por el segmento al notar la gran cantidad de restaurantes con capacidad ociosa que había en América Latina (unos 2 millones) y al constatar que, incluso prepandemia, el delivery estaba creciendo 100% trimestre a trimestre a nivel mundial (y la gran mayoría de los restaurantes que vendían por esas plataformas no sabían de ecommerce, trasladando lo mismos procesos de los restaurantes offline al mundo online). En septiembre de 2019 levantaron una primera ronda de capital semilla por US$ 500.000, que cerraron en diciembre de 2019-enero de 2020, y Kitchenita comenzó a operar en marzo de 2020, justo con la llegada de la pandemia. 

Kitchenita nace con los datos. Es una empresa de foodtech, que cuenta con un software de desarrollo propio que le permite entender la composición de la oferta y la demanda de cualquier plataforma, en cualquier vertical de comida, en cualquier barrio, con cualquier precio, en cualquier ciudad de Latinoamérica. "Voy a estar entendiendo cómo se comportan las plataformas, qué tipo de comida está faltando por barrio y, en función de eso, voy a crear una marca, la voy a lanzar al mercado y voy a estar analizando durante un mes la performance orgánica de ella, siguiendo KPIs financieros y de ecommerce", explica Hambückers, COO de Kitchenita.

Kitchenita.

De acuerdo a esos resultados, los socios analizan si conosolidan la marca y, de hacerlo, generan un acuerdo con algún chef reconodio, de la talla de Fernando Trocca o Juliana López May, para convertirlo en embajador, ayudando a cocrear el concepto. En esta línea, Kitchenita tiene marcas, por caso, con NotCo o Stella Artois. "El sistema me indica si tengo que ajustar algo que no está funcionando bien, como el precio o un producto que no está saliendo. Y el sistema me indica si hay que matar la marca. No tiene ningún costo reputacional para kitchenita y por eso estamos creando y matando marcas todo el tiempo", dice Hambückers. 

El modelo de negocio escala a través de franquicias digitales. En este sentido, los socios apuntan a los restaurantes tradicionales con capacidad ociosa, a quienes les propone sumar una unidad de negocios digital a su estructura, sin ninguna necesidad de sumar equipamiento o cocineros nuevos. "Esto lo estamos haciendo en la Argentina, tanto en Buenos Aires como en Córdoba; también tenemos operación en Santiago de Chile, en Bogotá, en Colombia y también en Madrid, donde tenemos una franquicia", comparte Hambückers. 

Parte del equipo de Kitchenita.

Pero su proyecto de expansión no cierra ahí: Kitchenita acaba de cerrar su segunda ronda de inversión, una pre Series A por US$ 3 millones, de la que participaron fondos como FJ Labs, Newtopia, Unpopular VC, Flambeau, Magna Partners, ex CFO de Arcos Dorados, y con la que espera consolidar su operación en la región. "En abril vamos a abrir Medellín, Ciudad de México y Lima, perú. La idea es hacer una próxima ronda en 15 meses para atacar Estados Unidos y Brasil", adelanta el emprendedor. 

Con 65 colaboradores a nivel regional, la firma facturó US$ 1 millón en 2021 y proyecta, de cara a este año, alcanzar entre US$ 4 millones y US$ 5 millones. "Nuestros planes de crecimiento y expansión estarán puestos en el desarrollo de las franquicias digitales, que tenemos ya en Buenos Aires, Córdoba y estamos por lanzar franquicias en Chile y Colombia. Además, se vienen proyectos con otras marcas, como NotCo, AB InBev, PepsiCo, entre otras. En la Argentina vamos a estar cocreando marcas", comparte Hambückers.

Uno de los platos que ofrece Kitchenita junto con Juliana López May.

De Europa al fin del mundo

Hambückers se instaló en la Argentina hace seis años. Había venido por primera vez para participar de un intercambio, luego terminó sus estudios universitarios en Londres, Inglaterra, y finalmente regresó a Buenos Aires. Boccara, nacido en Francia, llegó al país hace siete años. Lo hizo por amor. Conoció a su mujer, y hoy madre de su hija, en un viaje por el Sudeste Asiático y llegó a la Argentina sin saber hablar español.

"Lo más desafiante para nosotros es tratar de entender la parte económica e impositiva en la Argentina y la complejidad de la burocracia para sacar un proyecto adelante. Más allá de eso, tenemos la suerte de tener el mejor capital humano de la región. La Argentina tiene un pool de talentos tremendos. Trabajamos con gente de primer nivel. La Argentina es un país que amo casi como a Bélgica", confiesa Hambückers. 

Leo Lucianna, Alex Boccara y Gaspard Hambückers.

"Lo más interesante del modelo de kitchenita es cómo estamos ayudando a los 2 millones de restaurantes con capacidad ociosa tradicionales alrededor de la región, en su transformación digital; que seamos la posibilidad y la oportunidad para todos esos actores del mundo gastronómico en digitalitzarse, manteniendo su negocio ya existente sin tener que sumar nuevos equipamientos, en un modelo de franquicias justas. Queremos hacer marcas saludables, el 50% de nuestra facturación es vegana o vegetariana, y queremos tener un portfolio de más de 30 marcas de acá a fin de año para solucionar el tema de la dieta de la gente. Netflix vino a solucionar su consumo audiovisual diario; Kitchenita viene a solucionar tu consumo de comida diaria con variedad de opciones", concluye. 
 

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