Grupo Pintulac invierte US$ 12 millones en una planta de pinturas
La fábrica estará operativa en el último trimestre de este año y se levanta en un terreno de 20 hectáreas en Calacalí, al norte de Quito. En la primera fase se construirán 15.000 metros cuadrados.

Grupo Pintulac lleva 40 años en el mercado ecuatoriano y continúa desarrollando nuevos planes. La empresa ecuatoriana está construyendo una planta para elaborar pintura en Calacalí, al norte de Quito.

“Siempre que hemos proyectado crecer nos hemos quedado cortos. Eso trae problemas logísticos, de distribución y de producción”, explica David Betancourt, Director de Operaciones de Pintulac. Bajo esa lógica, añade el vocero, el grupo decidió apostar en grande en su nuevo proyecto. “Estamos construyendo una de las plantas de pinturas más modernas de la región, ecoeficiente, con certificaciones de buenas prácticas”.

El plan de este grupo empresarial, que el año pasado tuvo ventas por cerca de US$ 103 millones y cuenta con una nómina de 800 personas, incluye mover eventualmente el centro de distribución a ese mismo espacio. “Lo lógico sería producir y hacer la distribución para llegar a los 67 locales que tenemos a escala nacional”.

La fábrica estará operativa en el último trimestre de este año, se levanta en un terreno de cerca de 20 hectáreas, de las cuales 15 hectáreas se usarán para todo el proyecto. En la primera fase se construirán 15.000 metros cuadrados, con una inversión de US$12 millones. Según Betancourt, en la construcción se emplearán cerca de 700 personas y una vez que esté operativa el cálculo es generar 20 empleos nuevos por año con este nuevo espacio.

La pintura que se producirá en la nueva planta será arquitectónica, metalmecánica, para madera, electrostática e industrial. En la actualidad Grupo Pintulac tiene una planta en el norte de Quito y Betancourt explica que lo que allí se genera representa el 30 % de lo que logrará producir la planta que se levanta en Calacalí. “Es una apuesta que implica generar nuevas marcas y afianzar las exportaciones que van a Perú y Estados Unidos. Además, estamos por llegar a Centroamérica”.

El origen de este grupo ecuatoriano fue el 1 de mayo de 1984. En esa fecha Walter Betancourt, papá de David, abrió un pequeño local para vender pinturas y herramientas en el sector de Cotocollao, en el norte de Quito. El fundador de Pintulac había llegado a Quito para ganarse la vida, luego de quedar huérfano a los 17 años y empezó a trabajar como bodeguero en una empresa de distribución de pinturas, donde aprendió importantes secretos de este negocio.

Con el apoyo de sus hermanas más una buena dosis de esfuerzo y sacrificio, el local de pinturas y lacas (por eso el nombre) empezó a crecer con una estrategia enfocada en la atención al cliente, desde los pintores, hasta los mecánicos, los maestros de obra y más. La venta de pinturas fue el inicio de un negocio que se ha consolidado en el tiempo con una oferta que incluye desde herramientas de toda clase, hasta generadores eléctricos, pasando por elevadores para parqueaderos, sin olvidar las pinturas propias (que se producen hace 10 años) e importadas. La empresa suma 17.000 sku o códigos de producto, según el director de Operaciones de Pintulac, que maneja las empresas Trecx y Zatotek, está ultima es la que está al frente de la nueva planta.

Hoy la cadena está por abrir su local número 68 en unas semanas y los planes incluyen inaugurar siete locales más este año y 10 más en 2025. ¿Cuánta inversión se requiere para abrir un local? Según Betancourt va desde los US$ 350.000. “La clave de nuestro crecimiento es el formato que manejamos fácil de reproducir y la atención a los clientes con productos de calidad”. Con cuatro décadas de experiencia, este año Pintulac calcula crecer 6 % en sus ventas y consolidar su crecimiento dentro y fuera del país. (I)